El transporte aéreo cerró 2010 al alza tras dos años de caídas

Estos datos son más llamativos si cabe, ya que durante 2010 hubo dos “acontecimientos extraordinarios” que obligaron a cerrar el tráfico aéreo español: la erupción del volcán islandés Eyjafjalla en abril y el abandono masivo de los puestos de trabajo por parte de los controladores durante el ‘puente’ de la Constitución.

En abril, el tráfico descendió un 8,5 % y en diciembre un 2,3 %, por lo que Lema considera que si no se hubiera producido el plante de los controladores el número de pasajeros habría crecido ese mes un 3,1%, aunque ha precisado que la bajada también se debió a la meteorología adversa. Lema ha matizado que de no haberse producido esos dos acontecimientos se habría logrado 195 millones de pasajeros en el conjunto de 2010, un 3,8 % más.

Las cifras del pasado ejercicio reflejan, asimismo, la consolidación de la recuperación del transporte aéreo en España, tras la crisis que se inició a mediados de 2007, según el gestor de los aeroportuarios españoles. Para Lema, se trata de una excelente noticia no sólo para el sector turístico, sino para la economía española en general, y sus previsiones para los próximos años apuntan a que en 2013 se superará la cota máxima que marcó 2007, alcanzando casi 213 millones de pasajeros.

La evolución prevista para los próximos cuatro años es de un crecimiento medio anual del 3,6%, con lo que en 2014 se triplicará el número de pasajeros de 1990 hasta superar los 220 millones. Por ello, AENA espera adelantar su entrada en beneficios prevista para 2014, si se confirma esta evolución positiva del tráfico.

El máximo responsable de Aena ha revelado que desde este jueves y hasta el próximo 31 de enero se reunirán a diario con el sindicato de los controladores aéreos (USCA). Ha confiado en que en estos encuentros se puedan limar las discrepancias y que queden pocos puntos para ser resueltos por el laudo arbitral, que tendrá que dictar el ex ministro de Trabajo y Asuntos Sociales Manuel Pimentel. Juan Ignacio Lema ha explicado que las jornadas laborales y los salarios suelen ser los puntos con más problemas para ser resueltos, pero en este caso “son los que están más avanzados”.

El próximo día 15 terminará el estado de alarma, pero Lema ha confiado en que esto no suponga ninguna novedad o la vuelta al conflicto. “Esperemos que continúe la normalidad con la que se ha estado trabajando hasta ahora”, ha apuntado.