Bruselas no revisará el objetivo de déficit español hasta mayo

En el debate sobre España sólo han intervenido la Comisión y el Banco Central Europeo, que "han valorado muy positivamente las reformas estructurales en España y nuestro esfuerzo de consolidación fiscal", ha asegurado el titular de Economía. "Yo he vuelto a repetir que España va a hacer un esfuerzo importante desde el punto de vista de consolidación fiscal, pero las circunstancias -y eso lo sabe todo el mundo- se han modificado", ha repetido De Guindos.

"Ellos entienden perfectamente que las circunstancias que llevaron al 4,4 ya no son las que están en vigor en este momento y que evidentemente eso supone una modificación de las circunstancias", ha señalado el ministro, que ha dejado claro que "no ha habido ninguna discusión de números concretos" sino de "políticas" y "principios". "Yo he dado sobre todo explicación a mis colegas y estoy convencido que ha sido muy bien recibida", ha sostenido.

El debate en el Eurogrupo "inicia el proceso" para flexibilizar el objetivo de déficit y la negociación con el Ejecutivo comunitario y la decisión, según De Guindos, se producirá una vez que España envíe a Bruselas su programa de estabilidad actualizado. "En mayo tendremos la decisión final al respecto", ha explicado. El ministro de Economía ha descartado que la cuestión vuelva a debatirse en el Consejo Europeo porque "no está en el orden del día".

De Guindos asegura que el "gobierno español ya está en contacto con la Comisión (Europea)" para informarle "de lo que ha sido el cierre" de las cuentas del año pasado, aunque ha recordado que el compromiso es "absoluto" con el ajuste presupuestario, la disciplina, la transparencia de las cuentas públicas, y con las reformas estructurales. El consejo de ministros tiene previsto aprobar este viernes "un techo de gasto, un cuadro macroeconómico y los envolventes del presupuesto para 2012", recordó de Guindos. El gobierno conservador de Rajoy tiene una ecuación difícil de resolver: más austeridad equivale a más recesión y por ende más desempleo, pero sin austeridad España incumplirá el objetivo pactado con Bruselas de reducir el déficit.

Al desequilibrio de las cuentas públicas estatales y autonómicas, que se eleva a unos 91.344 millones de euros, según el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, se suma un desempleo del 23,3% -el mayor de la Unión Europea- y una recesión económica que llevará al país este año a un crecimiento negativo del 1%, según datos de la Comisión Europea. Para cumplir con el objetivo pactado con Bruselas, España tendría que recortar 28.941 millones adicionales en 2012, que se sumaría al tijeretazo de 15.175 millones anunciado el pasado 30 de diembre (8.900 millones de ahorro en el gasto público y 6.275 millones por la subida de impuestos).

Por el momento, Bruselas está dispuesta a escuchar las explicaciones de España. "La Comisión Europea examinará la situación y volveremos sobre este tema en una próxima reunión", ha dicho una fuente europea. El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, también ha dicho que Bruselas examinará el caso, pero se ha mostrado inflexible con un eventual cambio de objetivos.

Esperamos que "el proyecto de presupuesto se haga en el respeto del Pacto de Estabilidad ya que hay que respetar nuestras reglas". Precisamente, en esta cumbre se firmará el Pacto de Estabilidad que han aceptado suscribir 25 de los 27 países de la UE -con excepción de Gran Bretaña y República Checa- para evitar nuevos derrapes como los que han sumido a Europa en la actual crisis de la deuda. "Todavía no hemos recibido el informe completo de las razones de este incumplimiento del déficit del año pasado (...) ni el proyecto de presupuesto para 2012" para España, recordó Barroso.

Una concesión a España para eximirla o suavizar la amarga medicina de la austeridad que preconiza Alemania para superar la crisis abriría la caja de Pandora en la UE. Los problemas que tiene España para cuadrar sus cuentas los viven también Grecia -que podría recibir la luz verde definitiva para la concesión de una ayuda in extremis para evitarle la bancarrota de 130.000 millones de euros- Portugal, Irlanda o Italia.