El radar implacable que detecta las ineficiencias tecnológicas
La española Orizon está especializada en reforzar la competitividad de grandes empresas mejorando el rendimiento de sus aplicaciones
La figura del 'guardián de los datos' se agiganta en las empresas

Sectores donde se maneja mucha cantidad de información como banca, seguros, administración pública, gobiernos, utilities, telecos, retailers… las grandes organizaciones se enfrentan a un serio problema que muchas veces pasa desapercibido. Se trata de las ineficiencias de los muchos componentes tecnológicos que manejan que pueden ... tener un gran impacto en su factura. La empresa española Orizon se fundó en 2007 precisamente para dar respuesta a estos problemas y se ha especializado en asegurar la mejora continua del rendimiento de las aplicaciones de las grandes empresas con una tecnología y metodología propias.
«En la gran mayoría de los casos el origen de los problemas se encuentra o bien en el diseño de las aplicaciones que no es óptimo, o bien en la codificación del software, que incluye errores que afectan al rendimiento. Y son problemas que siguen sin detectarse», explica Ángel Pineda, CEO de Orizon. Sin embargo, la buena noticia es que el potencial de mejora es enorme «debido, en gran medida, a que igual que sucede en otros muchos ámbitos, en el entorno tecnológico también se cumple el principio de Pareto, regla del 80/20 o ley de los pocos vitales, según la cual muy pocas tipologías de malas prácticas generan la mayor parte de los problemas», añade.
Desde Orizon señalan que los problemas más habituales son errores en el diseño de las aplicaciones que aparecen tanto en bases de datos así como en el código, ya sea en mainframe o en entornos distribuidos. «Cuando estos problemas provocan un fallo, las empresas los detectan, pero no ocurre lo mismo cuando lo que hacen es impedir el rendimiento óptimo y eficiente», aclara Pineda. Los datos que manejan muestran que las grandes empresas asumen unos sobrecostes en sus presupuestos TI equivalentes al 15 % de sus inversiones totales en tecnología. Este bajo rendimiento también les impide ser ágiles ante las altas exigencias normativas y, fundamental, también penaliza la experiencia de los clientes internos y externo en términos de tiempos respuesta.
Las empresas para las que trabajan tienen, de media, en sus entornos tecnológicos unos 300.000 componentes y, en el caso de las grandes empresas, se supera el millón de componentes. «Son organizaciones en las que hay una alta rotación del software con una media en España del 37% al año. Hablamos de muchos cambios en producción de los que, según nuestras métricas, un 4% genera un incremento muy fuerte del consumo de las necesidades de capacidad de procesamiento y de las ineficiencias», aclara el CEO de Orizon.
Son muchísimos componentes y donde pocos representan un impacto muy alto en los costes de infraestructuras y tienen una complejidad alta, lo que hace muy difícil su detección. Para detectar esas ineficiencias «Orizon recibe toda la información de todos los sistemas en producción, detecta cuáles son las ineficiencias que afectan mucho a los costes y al servicio de la empresa, y da una solución, a línea de código, con la se consiguen mejoras por cada componente del 50% en adelante», afirma Pineda.
Su plataforma BOA con más de 60 algoritmos es una solución completa de ingesta de la información, detección, corrección y medición, que es crear una nueva versión para aquellos componentes que deben de ser optimizados. «Con nuestra solución, los equipos de desarrollo pueden planificar una nueva versión y operaciones puede explotan una nueva versión óptima», afirma.
La firma española cerró su ejercicio 2024 con un fuerte crecimiento de sus ventas (53%) hasta conseguir 4,3 millones de euros, y prevé incrementarlas un 25% durante este año, sobrepasando los cinco millones.
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