El quinto caos ferroviario del año deja un total de 26.000 pasajeros afectados tras la parálisis de la línea Madrid-Andalucía
Centenares de viajeros estuvieron atrapados en dos trenes durante 14 horas hasta que fueron atendidos
Cronología de un caos ferroviario: el AVE suma su enésima jornada negra y el ministro Puente se prepara para otro verano caliente
España suma un nuevo capítulo del caos ferroviario, el tercero en apenas dos meses y el quinto desde que comenzó el 2025. Fueron más de 15 horas entre la tarde del lunes y la mañana del martes lo que estuvo paralizada la línea Madrid-Andalucía, ... además de los trayectos a Toledo por una avería de una catenaria. Como consecuencia se volvieron a ver imágenes de pasajeros rescatados en trenes varados en mitad de la nada y de estaciones repletas de pasajeros esperando durante horas a que se restableciera la operativa.
En total fueron alrededor de 90 trenes los que se vieron afectados entre el lunes y el martes. Solo en el caso de Renfe, se cuantificaron más de 68 convoyes perjudicados, 47 de servicios comerciales (AVE, Avlo y Alvia) y 21 trenes Avant. En total, 15.151 viajeros damnificados entre el lunes y el martes en el caso del operador público.
Del lado de la competencia de Renfe, Ouigo e Iryo también contaron por miles los afectados. En el caso de este último fueron más de 8.000 correspondientes a 16 trenes (4 del lunes y 12 del martes). En el caso del operador francés, el número de viajeros perjudicados ascendió a 2.900 solo hoy, tras tener que cancelar dos trenes y retrasar otros cinco. Entre los tres operadores sumaron un total de 26.000 usuarios perjudicados.
Las líneas que se vieron afectadas fueron las que unen Madrid con la mayoría de destinos de Andalucía (Sevilla, Málaga, Granada, Cádiz y Huelva), así como las relaciones de media distancia con Toledo y Ciudad Real/Puertollano.
Según Adif, en un primer momento la parálisis de las líneas que conectan Madrid con el sur de España se debió a una falta de tensión en la catenaria que se produjo el lunes en una de las vías entre Yeles y la Sagra, que también impidió la circulación de los convoyes entre la capital y Toledo.
Debido a ello, en la madrugada del martes los operarios del gestor ferroviario cortaron la tensión «para trabajar en la catenaria afectada y poder recuperar el servicio también por la otra vía», según informaron desde el gestor ferroviario. Sin embargo, los trabajos se prolongaron más de lo esperado por «la dificultad del rescate de dos trenes afectados por la incidencia y la prolongación en los trabajos para reparar la catenaria». En dichos trenes quedaron atrapados varios centenares de viajeros que permanecieron durante unas 14 horas sin agua, comida ni información a tenor de lo relatado por los afectados. Incluso una pasajera de 84 tuvo que ser hospitalizada tras sufrir una insuficiencia respiratoria en uno de los trenes varados.
Desde Adif dieron por zanjado el problema a las 11.15 de la mañana, cuando pudieron a volver a circular los trenes tanto en dirección a Madrid como a Andalucía, aunque se acumularon graves retrasos durante toda la jornada.
Más allá del propio suceso, el incidente deja un panorama complicado para la alta velocidad de cara a la temporada estival, y despierta los peores temores del Ministerio de Transportes de que se reproduzcan los mismos sucesos del verano pasado que llevaron al ministro Óscar Puente a comparecer en el Congreso de los Diputados y en el Senado.
Argumentos ya los hay. Porque se trata del quinto caos ferroviario del año, que se ha producido apenas tres semanas después de que un tren de Renfe descarrilara al entrar en la estación de Chamartín y dejara durante horas a la infraestructura madrileña sin tensión. En total, fueron más de 34.000 los pasajeros afectados que sufrieron graves retrasos y cancelaciones en sus conexiones con los destinos del Norte de España y la Comunidad Valenciana.
Pero tampoco hay que remontarse demasiado tiempo atrás para dar con otro suceso de semejante calibre. En la operación retorno del puente de mayo, alrededor de 11.000 pasajeros se vieron afectados por el robo de 150 metros de cable en el corredor Madrid-Andalucía, al que siguió un fallo en la catenaria registrado a la altura de la Sagra (Toledo) cuando se estaba recuperando la circulación. El ministro Puente habló entonces de «sabotaje», pero más tarde esa tesis fue descartada por la Guardia Civil a pesar de la insistencia del vallisoletano.
Este incidente se produjo cuando no había pasado ni siquiera una semana del apagón masivo que dejó a toda España sin luz. Dicho suceso dejó 34.000 pasajeros afectados, muchos de ellos atrapados en trenes en mitad de la nada y otros miles teniendo que hacer noche en las principales estaciones del país.
También en el primer día del 2025, un error informático en los trenes Avril de Renfe obligó a suspender la circulación en las líneas que unen Madrid con Galicia y Asturias. Unos 14.000 viajeros se vieron perjudicados en aquella ocasión.
El PP lo llama a comparecer
Este numero de incidentes viene además precedido de un 2024 en el que tampoco hubo calma para el ferrocarril español. Especialmente durante el verano pasado que acabó resultando una pesadilla para el ministro de Transportes, Óscar Puente, que ahora empieza a temer por una temporada estival igual de problemática, la mismo que le llevo a comparecer en el Congreso y el Senado a petición del PP. Por lo pronto, este martes no hubo reacción al suceso ni por parte del Ministerio de Transportes ni del propio pucelano que suele utilizar la red social X para salir al paso en estas ocasiones.
Por lo pronto, el Grupo Parlamentario Popular volvió a pedir hoy la comparecencia del ministro de Transportes en el Congreso debido a su «rebeldía institucional» porque dice que no ha cumplido «el mandato parlamentario de aprobar un plan urgente de atención a pasajeros en situaciones extraordinarias y un plan de choque extraordinario de inversiones». Unas medidas que, según los populares, hubieran servido para «paliar» los problemas que suceden «a diario en el transporte ferroviario en España».