El protagonista de la subida de precios: el aceite de oliva se encarece un 67% en un año y un 136% en dos

La escalada de precios del aceite comenzó en abril de 2021, cuando se registró el primer repunte interanual del 2%, que se amplió al 5% en mayo. Desde entonces, el aceite se ha encarecido a tasas de dos dígitos durante 28 meses seguidos, siendo el último aumento el de septiembre cuando subió un 10%.

Los agricultores apuntan a la sequía como el origen de los mayores precios del aceite de oliva. La falta de agua ha causado, por segundo año consecutivo, una mala cosecha, pues la producción no ha alcanzado los niveles necesarios para satisfacer la demanda.

En valores mensuales, su precio ha subido en ocho de los últimos nueve meses. El último dato, el de septiembre, refleja que el aceite de oliva costó a los hogares españoles un 10,1% más que en agosto.

Según datos del INE, el consumo medio de aceite de oliva por cada hogar se situó en 2022 en 22,1 litros, la mayor cifra desde 2018, cuando su consumo medio fue de 22,2 litros por familia. Esta cifra anda lejos de los 30,4 litros que consumía de media cada hogar en 2007, año en el que se produjo el estallido de la crisis financiera.

Durante el primer año de pandemia, el consumo medio por hogar de aceite de oliva fue de 20,5 litros, cifra que fue en ascenso a medida que España recuperaba la normalidad, hasta situarse en 2022 en los 22,1 litros. Por su parte, el gasto medio por hogar en aceite de oliva alcanzó los 97,7 euros en 2022, frente a los 77,6 euros de 2021. Es decir, el año pasado, los hogares gastaron de media 20,1 euros más en aceite de oliva que en el año inmediatamente precedente.

Se trata de la cifra más alta desde 2007, cuando el gasto medio por hogar en aceite de oliva se situó en 98,9 euros. Entre 2006 y 2022, el año de menor gasto en este producto básico en la llamada dieta mediterránea fue el de 2020, primer año de pandemia, cuando se alcanzaron los 65,5 euros de media por hogar.

Con todo, la mencionada sequía continuará mermando la capacidad productora tras la cosecha de este año que ha dado comienzo en este mes de octubre. Ante la expectativa de una campaña que tan sólo será algo mayor que la de la año pasado, y que se quedará sensiblemente reducida con respecto a ejercicios anteriores, el mapa de precios del 'oro líquido' seguirá registrando aumentos, en previsión de los productores.

Concretamente, esta semana el Ministerio de Agricultura comunicó que la producción se situará en 765.300 toneladas de aceite de oliva en la campaña 2023-2024, lo que supone situarse solo un 15% por encima de la baja cosecha de la temporada anterior (664.000 toneladas) y un 34% por debajo de la media de las últimas cuatro.

Así, la producción del aceite volverá a estar este año por debajo del millón de toneladas, una cifra que se venía superando en años anteriores, lo que supone que los precios seguirán disparándose al alza. Además, se prevén unas existencias de enlace de 257.000 toneladas, un 43% más bajas que las existencias iniciales de la campaña anterior y un 52% menores que las de las cuatro últimas campañas. Será, según las previsiones, una campaña corta y escasa. «Todos desearíamos que la producción en España fuera más alta de lo que apuntan las estimaciones, nos tememos que vamos a enfrentarnos a otra nueva campaña de producciones cortas. La disponibilidad de aceites de oliva va a condicionar la evolución de los precios y el ritmo de las salidas al mercado», explicaba hace unos días la gerente de la Interprofesional del Aceite de Oliva, Teresa Pérez, en conversación con ABC.

Más allá, la tensión inflacionista tampoco invita a una pronta o abrupta caída de los precios de consumo. El Fondo Monetario Internacional (FMI) acaba de actualizar sus previsiones macroeconómicas para lo que resta de año y para el próximo ejercicio y tampoco parce que los precios vayan a dar un respiro al maltrecho bolsillo de hogares y familias. De entrada, se espera un último arreón de inflación hasta el final de año: se espera que el IPC pase del 3,5% actual al 4% en diciembre. Y aún se situará en el entorno del 3,4% durante el próximo 2024.