Los propietarios de un coche eléctrico en España cobran el doble del salario medio

Son los datos presentados por el informe eReadiness 2023, elaborado por PwC y presentado en el marco del Global Mobility Call. Entre otros puntos destacables, el estudio recoge que los propietarios de vehículos eléctricos siguen siendo personas de alto poder adquisitivo, cuyos ingresos medios anuales oscilan en el caso de España entorno a los 52.000 euros (cifra que dobla el salario medio español, situado en 25.300 euros brutos, según los datos del INE).

El trabajo permite esbozar además el perfil del usuario medio del vehículo eléctrico en España. Se trata de un comprador joven, entorno a los 42 años de media, que vive en grandes núcleos urbanos (96%) y que tiene aparcamiento privado (73%). A pesar de que no existe una brecha de género significativa a nivel mundial entre usuarios, nuestro país es la excepción, con un 73% de compradores masculinos.

Entre los encuestados en el estudio a nivel mundial, los investigadores destacan tres grandes grupos: los que ya poseen un vehículo de este tipo (6%), quienes aspiran a tenerlo (61%) y los que se muestran reticentes (31%). Estos últimos son en su mayoría mujeres más longevas y con menores ingresos disponibles que la media de los otros dos grupos.

Entre los defensores del vehículo eléctrico que todavía no lo tienen (grupo mayoritario), destacan los tipos de persona 'soñadora' y 'pragmática', además de los amantes de la tecnología. Estos tres grupos representan el 70% de la demanda de este mercado en los próximos dos años. Lo que sugiere, según el estudio, que el mercado de vehículos eléctricos está transicionando hacia un mercado masivo.

El informe señala además el alto grado de satisfacción de los usuarios españoles de vehículo eléctrico (86%), que sin duda trae ventajas como salir de casa con el depósito siempre lleno o el bajo coste de carga frente al diésel o la gasolina. Sin embargo, existe también en nuestro país un destacable número de usuarios que aquejan la falta de infraestructura de de carga o la poca duración de las baterías, algo que hace de este tipo de vehículos muy poco prácticos para cubrir grandes distancias.

Y es que a pesar de contar con un esquema de incentivos y ayudas superior al de la media europea, España sigue a la cola de la adopción de los vehículos eléctricos. Según los datos de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), mientras que en países como Noruega, Dinamarca o Alemania se han matriculado respectivamente 1.025, 448 y 264 coches de este tipo por cada 100.000 habitantes, en España esta cifra no supera los 50 (algo por debajo de Italia, con 54).

En el otro lado de la moneda, también en el sur de Europa, nuestro vecino Portugal cuenta con más del triple de coches eléctricos por cada 100.000 habitantes que nosotros. Los avances en la infraestructura pública y apostar por subvenciones a la compra que se descuentan directamente del precio del vehículo (y no se cobran alrededor de un año y medio después de la compra, como en España) han conseguido que, en cosa de dos años, Portugal haya pasado de la cola a estar en la media europea.