Profesionalizar el sector y mejorar su imagen pública: los retos de la hostelería para conseguir atraer y retener el talento

Realizada entre 450 hosteleros, el sector detecta que existe una necesidad, por este orden, de mejorar la preparación y profesionalización de sus negocios; atraer y retener el talento joven, además de mejorar la imagen pública de la hostelería.

Pero hay otros grandes cambios pendientes. La encuestra muestra la necesidad del sector de mejorar su oferta. De este modo, el 85% de los hosteleros piensa que los negocios deben ofrecer experiencicas diferentes para modernizarse. De hecho, la mayoría de ellos cree que son los establecimientos que ya ofrecen esas experiencia los que tienen más poosibilidades de crecer.

También está bien considerado el auge de establecimientos automatizados, y la mayoría considera que la omnicanalidad (take away y delivery) son muy importantes para polarizar la oferta.

«La hostelería ha demostrado una capacidad de resistencia única. España es el país de Europa que más rápidamente ha salido de la crisis. En agosto ya habíamos recuperado la cifra de trabajadores de 2019 con 8.000 empleados más, mientras en Italia faltaban 250.000. En un sector como éste, de personas para personas, uno de los principales retos que tenemos es reforzar la experiencia: es lo que nos va a permitir generar valor diferencial», señaló el secretario general de Hostelería de España, Emilio Gallego, durante la presentación del barómetro.

Hay más. Casi ocho de cada diez hosteleros (79%) tienen ya claro que los negocios que sepan manejar y aprovechar la información de sus clientes (y el big data) serán los más exitosos. Por eso ven clara la necesidad de aprovechar al máximo la digitalización y una nueva forma de afrontar la relación con el cliente (reservas online, recepción automatizada de pedidos…), que tiene nuevas necesidades (alergias, comida étnica, veganos…) y quiere ver sus demandas respondidas.

«Entender cómo está cambiando el consumidor nos tiene que servir para adaptar la hostelería. La digitalización debe estar al servicio de la diferenciación y ayudarnos a rentabilizar el dato. Porque en España la hostelería es un sector único, un motor económico y social que sirve de reclamo turístico. Y en el que no hay una única hostelería sino muchas, con propuestas de valor muy diferentes», señaló por su parte, Pedro Valdés, socio responsable del sector productos de consumo y distribución en consulting de EY España.

Por su parte, el cocinero Ricard Camarena (propietario del restaurante que lleva su nombre y que tiene dos estrellas Michelin) apunta a que «ser un buen gestor no es importante, es una obligación. La sostenibilidad y la viabilidad del negocio no solo dependen de la cocina. Dependen de todo lo que tenga que ver con la gestión de recursos. Un hostelero no puede saber de todo, pero necesita la formación necesaria para cubrir sus carencias y gente experta en lo que no sabe, para solventarlas. Adaptemos nuestra operativa y trabajemos de cara al futuro. Estamos en un sector que quiere dar placer, cómo vamos a hacerlo en un paradigma de lucha y batalla».

El sector hostelero representaba el 6,4% del PIB en 2019, actualmente concentra a más de 315.000 establecimientos y emplea a 1,7 millones de personas (25.000 más que en 2019 y 135.000 más que en 2021).

«Es fundamental hacer de la hostelería un sector atractivo para los jóvenes, el seducirles es fundamental para generar un relevo generacional en este colectivo», aseguraba el analista de Punto de Fuga, Alberto Plazas, durante la presentación del barómetro.

La Fundación Cruzcampo, asegura que incorporará estas claves en sus programas formativos. Por tanto, la directora de la Fundación Cruzcampo, Regla Bejarano, señala que:«esta investigación proyecta una hostelería con futuro, optimista, que va más allá, que no deja a nadie atrás. Y es muy útil para la Fundación Cruzcampo y su Escuela de Hostelería, porque para responder a las necesidades del sector y atraer a los jóvenes a la hostelería hay que mostrarles las posibilidades de esta profesión y ponerlas en valor. Demostrarles que, a través de una buena formación, pueden tener grandes oportunidades. Tanto en los perfiles tradicionales como en aquellos nuevos que están surgiendo y que la hostelería también necesita cubrir».