La presión fiscal aumenta tres puntos en una década, el triple que en la OCDE
La ratio de impuestos sobre PIB ha pasado del 33,5% al 36,7% desde 2015, principalmente por el aumento de las cotizaciones a la Seguridad Social y el IRPF
Los ingresos fiscales se disparan un 34% en tres años tras no adaptar el IRPF a la inflación
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Iniciar sesiónDebido al creciente envejecimiento de la población y a la extensión de los estados del bienestar, en los últimos años las principales economías del mundo han experimentado incrementos sostenidos de la presión fiscal, un indicador que mide el peso de los impuestos en ... un país expresado como un porcentaje del PIB. Según el último informe de fiscalidad de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), durante el primer cuarto del siglo XXI el fenómeno ha ocurrido en la mayor parte de los 38 países que forman esta organización internacional; exactamente, desde el año 2000 la presión fiscal en las grandes economías del mundo ha pasado del 32,9% al 34,1%, algo más de un punto de aumento.
Sin embargo, en el caso de España la escalada de la ratio impuestos/PIB ha sido mucho más acusada. Desde 2015 el aumento ha sido tres veces superior a la media de la OCDE, desde el 33,5% de entonces al 36,7% actual. Y si se toma como referencia el inicio del siglo la escalada también es el triple de acusada, desde el 33,1% al 36,7%, 3,6 puntos más. Estos datos, además, esconden un repunte sensacional a partir la segunda década del siglo, como resultado de la Gran Crisis de 2008. En 2010, cuando nuestro país amagaba con necesitar un rescate económico y tras varios años de bonanza económica que retrasaron la subida de impuestos, el dato estaba cuatro décimas por debajo de la media de la OCDE, en el 31,1%. Sin embargo, las medidas de ajuste introducidas a partir de entonces dispararon el indicador, que en estos últimos quince años ha aumentado 5,53 puntos, el doble que la media de las grandes economías (+2,54%).
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Bien es cierto que en 2022 y 2023 el sensacional crecimiento del PIB permitió que la presión del Fisco fuera a la baja en España -al menos en términos contables-, y que en 2024 el indicador aumentó apenas tres décimas, una décima menos que la media, pero también lo es que nuestro país sigue en la parte alta de la OCDE, en la posición 15 de un total de 38 países.
La negativa a deflactar el IRPF explica la mayor parte del aumento de la carga fiscal
Además, en lo que refiere a la composición de esa presión fiscal el informe publicado esta mañana no deja mucho margen para el optimismo, ya que dibuja un escenario de envejecimiento poblacional y en el que la carga recaudatoria se concentra sobre el trabajo y las rentas de las clases medias. Concretamente, a cierre de 2024 las contribuciones a la Seguridad Social representaban el 34,7% de la carga impositiva, cifra casi diez puntos por encima de la media de las grandes economías (25,5%). El IRPF, a su vez, suponía el 24,4% frente al 23,7% de la media.
Las cotizaciones a la Seguridad Social explican el 34,7% de la presión fiscal en España, frente al 25,5% de media en la OCDE
Un país envejecido
En el caso de la Seguridad Social la brecha se explica principalmente por las sucesivas alzas en las cotizaciones que viene aplicando el Gobierno desde la aprobación de la reforma Escrivá, que ligó las pensiones al IPC y añadió presión al sistema, además de la imposición de nuevos gravámenes como el Mecanismo de Equidad Intergeneracional o la llamada 'Cuota de Solidaridad', que castiga a las rentas más altas. Y en lo que refiere al IRPF, el dato se justifica por la negativa del Gobierno a adaptar los tramos a la evolución del IRPF, un hecho que, según el Banco de España, explica hasta el 77% del aumento de la recaudación fiscal desde 2018, cuando Pedro Sánchez llegó a la Moncloa. Como ya explicó ABC, en los últimos siete años la recaudación de Hacienda se ha doblado.
La conclusión es clara. En España las cotizaciones a la Seguridad Social y el IRPF explican alrededor de un 60% de la presión fiscal, un hecho que deja poco margen para otro gran tributo, el impuesto de Sociedades, que en nuestro país solo representa el 8% de los ingresos totales, frente al 11,9% de media de la OCDE. En el caso del IVA también estamos por debajo de la media, con un 17,6% de peso sobre la carga fiscal total, frente al 20,5% de las grandes economías del mundo. No obstante, sobre esto último habría que recordar que el año pasado la factura eléctrica y algunos alimentos aún disfrutaban de la rebaja del IVA que venía aplicando el Gobierno desde 2022 para hacer frente a la crisis inflacionaria que siguió al final de la pandemia y la guerra de Ucrania. Desde enero de este año estas exenciones fiscales ya no están en vigor, un hecho que explica buena parte de la inflación que acusa la cesta de la compra en lo que llevamos de año.
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