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El presidente de las empresas familiares a Sánchez: «Necesitamos una democracia de calidad en la que quepamos todos»

Ignacio Rivera reivindica el impacto positivo de las empresas en la sociedad y brinda su colaboración para asegurar la autonomía estratégica

Sánchez llama a las empresas a aprovechar sus beneficios para mejorar salarios y reducir las jornadas laborales

Andrés Sendagorta: «Se puede preservar la soberanía española de una empresa sin capital público»

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, posa junto al presidente de la IEF, Andrés Sendagorta, y el presidente Corporación Hijos de Rivera, Ignacio Rivera efe
Bruno Pérez

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Cinco años después de su última y controvertida aparición en su acto del Instituto de la Empresa Familiar, la asociación que agrupa y representa a las principales sagas familiares de empresarios del país como los Roig, los Puig, los Del Pino o los Entrecanales, el presidente del Gobierno ha clausurado este miércoles la Asamblea del Instituto de la Empresa Familiar con un discurso en el que ha agradecido la contribución de los empresarios familiares «a que tengamos una economía tan robusta» pero también les ha recordado que son «un producto de la democracia y del estado del bienestar» y, por extensión, que tienen una responsabilidad sobre el bienestar general e incluso en la defensa de la democracia.

«Os invito a que nos ayudéis a mejorar la vida de la gente», ha trasladado el presidente del Gobierno a un auditorio que emplea a mas de dos millones de personas, en condiciones salariales y laborales bastante mejores que la media, según ha reconocido el propio Sánchez, y tiene una facturación que supone el 25% del PIB español. «Queda mucho que hacer. Debéis pagar mejores salarios y flexibilizar las jornadas laborales. Conseguir que el trabajo sea una experiencia. Sé que muchos ya lo hacéis», ha dicho.

«Cuando una empresa tiene beneficios es un éxito por supuesto de su equipo directivo pero también de toda la sociedad», les ha dicho el presidente del Gobierno, que ha argumentado que por esa misma razón las empresas tienen una responsabilidad en la mejora de las condiciones laborales de los trabajadores y en la mejora general del país.

El discurso de Sánchez fue aplaudido por el auditorio, pero no tanto como el del nuevo presidente del Instituto de la Empresa Familiar, Ignacio Rivera, presidente de Hijos de Rivera, la centenaria matriz de Estrella Galicia, que antes de la intervención del presidente ya se había encargado de realizar una apasionada reivindicación de la importante contribución social de la empresa familiar. «Otras empresas piensan más en el corto plazo y en las plusvalías, pero las empresas familiares piensan más en su impacto positivo en las sociedades en las que están».

«Tenemos las mejores empresas de la historia», recordó, tomando uno de los mantras de su predecesor, Andrés Sendagorta, «pero necesitamos un clima político sosegado y una democracia de calidad en la que quepamos todos».

Sobre esta premisa ha tendido la mano al Gobierno para avanzar en la que se adivina como la gran línea de política económica de los próximos años, la autonomía estratégica. «Tenemos empresas líderes en todos los sectores y creemos que el refuerzo de la autonomía estratégica puede hacerse de la mano de las empresas familiares».

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