«Antes de establecer un nuevo impuesto habría que pensar en el impacto y las consecuencias que este puede tener. Y no se hace. Últimamente hay muchos nuevos impuestos que tal y como están configurados son una auténtica chapuza». La presidenta de la asociación ... española de referencia en el mundo de la asesoría fiscal, Aedaf, Stella Raventós, se ha mostrado este miércoles, en la jornada inaugural del Congreso Tributario que la asociación celebra estos días en Toledo, muy crítica con la política fiscal del Gobierno y sobre todo con la improvisación que se detecta en la creación de nuevas figuras fiscales.
Raventós puso como ejemplo el nuevo Impuesto Especial sobre los Envases de Plástico no Reutilizable, que entró en vigor el pasado 1 de enero en medio de un mar de dudas en torno a su cumplimiento y la forma de liquidarlo por parte de asesores y contribuyentes, y que según la asociación está provocando un sinfín de problemas a los afectados. Empezando por los elevadísimos costes de cumplimiento que acarrea por los requisitos impuestos desde la administración y siguiendo porque las minuciosas exigencias de trazabilidad que se han impuesto a los plásticos de importación están provocando una desbandada de proveedores internacionales de empresas españolas.
A 15 días de su entrada en vigor se desconocen los detalles de su aplicación
La presidenta de Aedaf mencionó también el gravamen sobre las grandes fortunas, que genera numerosas dudas de constitucionalidad, y los nuevos impuestos sobre las energéticas y las eléctricas, que arrastran esas mismas dudas de inconstitucionalidad, pero que además han generado inseguridad jurídica en sectores estratégicos para la economía española.
«Las empresas españolas van a estar allí donde se les dé un buen trato», advirtió ayer Stella Raventós, en un comentario que remite a la polémica por la salida de Ferrovial. «Ni exigen un trato de favor ni un trato exquisito, pero sí que haya seguridad jurídica».
En este sentido, se mostró crítica con el papel jugado por la Agencia Tributaria en la crisis. «Quiero pensar que es un organismo independiente y tiene que comportarse siempre como tal», dijo en lo que parece una referencia a las advertencias de la directora general sober que se fiscalizarían los motivos del traslado de la sede de la compañía fuera de España.
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