PPA, la pieza clave en el puzle de la competitividad de la energía verde
Los pactos entre generadores que venden a empresas electricidad a precio fijo y a largo plazo se han convertido en un gran acelerador del cambio renovable
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Una nueva forma de vender y comprar energía a gran escala está revolucionando el mercado eléctrico. Se trata de los denominados contratos PPA (Power Purchase Agreement, por su siglás en inglés), que viven su momento de esplendor. Consisten en un acuerdo entre un generador de ... energía (puede ser una planta de ciclo combinado o una central nuclear, pero sobre todo son parques renovables de fotovoltaica y eólica) que vende su electricidad a un precio fijo y a largo plazo (suelen ser diez años) a una empresa consumidora. La solución resulta tan viable que el mismo Mario Draghi, ex presidente del Banco Central Europeo, en su informe presentado el pasado septiembre, recomendaba impulsar este tipo de pactos para aumentar la competitividad de las grandes empresas europeas y también crear plataformas que facilitaran a las pymes el acceso a estos acuerdos de compraventa de energía. De hecho, la reforma del mercado eléctrico recién aprobada por la Unión Eurpeo también incentiva este tipo de contrataciones.
Pues bien, España es, por quinto año consecutivo, líder en Europa en el empleo de PPA, tanto por número de contratos realizados como por volumen de energía contratada. Según el informe anual de la consultora suiza Pexapark, en 2023 (un año que fue récord en el mercado de los PPA), nuestro país registró 37 operaciones de este tipo por un total de 4,67 GW, la mayoría procedentes de plantas fotovoltaicas. Junto con Alemania, representamos el 51% de los PPA que se firmaron en el continente (272 operaciones por un volumen de 16,2 GW contratados). Además, la española Iberdrola fue la empresa de servicios que más energía vendió bajo esta fórmula: 908 MW en nueve PPA. La noruega Statkraft, la más activa con 19 operaciones. Y Amazon, el principal comprador.
Multitud de empresas ya utilizan este modelo de contrato energético. Lo hacen grandes generadores como Naturgy, EDP, Acciona, Repsol o Cepsa (desde esta semana Moeve). Y compañías que son grandes consumidores de electricidad. Es una larga y variada lista. Por ejemplo, el proveedor global de centro de datos Equinix; las tecnológicas Microsoft, Google y Meta; empresas de telecomunicaciones como Vodafone; grandes distribuidoras como Mercadona y Carrefour; multinacionales textiles como Inditex; empresas de alimentación como Pascual y Kraft Heinz, o farmacéuticas como Charles River Laboratories. «Los mayores usuarios de PPA son las industrias con altos niveles de consumo energético y en especial las empresas tecnológicas que desde hace tiempo buscan energía 100% verde», comenta José María González Moya, director general de la patronal APPA Renovables. «El perfil de los consumidores es el de empresas que requieren grandes cantidades de energía, de forma estable y durante muchos años. Pueden contratar desde 20.000 MWh/año hasta, como hemos visto, 200.000», detalla Fernando Herrero, socio de Valoraciones de Instrumentos Financieros en Grant Thornton.
Hay también muchas industrias electrointensivas muy interesadas en los PPA, como señala Tiago Thomaz, director de Originación Statkraft en Iberia. «Este tipo de contratos -dice- están diseñados y dirigidos a las grandes empresas (bancos, supermercados, telecos..), industrias (cementeras, acereras, químicas, automoción...) y, en general, a todos aquellos que hacen un uso intensivo de la electricidad. De hecho, para los electrointensivos, puede ser crucial tener uno de estos acuerdos de energía verde ya que se trata de uno de los requisitos que establece el Ministerio para contar con el Estatuto del Consumidor Electrointensivo y, de esta manera, beneficiarse de ayudas».
Autoconsumo
El autoconsumo también recurre a los PPA, «ya que muchas grandes empresas con amplias superficies de tejado ceden o alquilan esos espacios a un desarrollador, quien instala la infraestructura de autoconsumo y vende la electricidad generada a la compañía a un precio pactado. La empresa, así se desentiende de la instalación, operación y mantenimiento, logrando así un PPA en régimen de autoconsumo», indica González Moya.
¿Qué hace tan golosos los PPA? Pues que las ventajas son tanto para los generadores de energía como para los consumidores de la misma. Al establecer un precio fijo por la electricidad, los PPA proporcionan estabilidad y una forma de que generadores y consumidores se protejan ante los vaivenes del mercado. «El comprador obtiene un suministro eléctrico a un precio competitivo y sin sorpresas, mientras que el vendedor asegura unos ingresos estables que facilitan la financiación del proyecto. Aunque el generador podría obtener un precio mayor en el mercado, las entidades financieras valoran la estabilidad que ofrece un firma a varios años con un precio fijo», explica González Moya.
Estos contratos se suelen firmar mientras se están construyendo las plantas renovables, que en España ya no se levantan en su mayoría al abrigo de subastas, subvenciones o precios regulados. Como alternativa, los PPA ofrecen una garantía financiera. «Normalmente estos proyectos se financian al 40% por un desarrollador y al 60% restante por un banco. Con un PPA el productor se asegura que va a vender la energía durante diez años y el banco también ve una estabilidad financiera a largo plazo», cuenta Herrero. «Es una forma de reducir el potencial riesgo que supone una subida de los precios de la energía; poder planificar a largo plazo el gasto energético y, por tanto, mejorar la competitividad de estas organizaciones», considera Thomaz.
Es lo que defendía Mario Draghi en su informe. Tener un precio estable y predecible de la energía aportan una ventaja competitiva a nuestras empresas, ya que pueden planificar sus inversiones a largo plazo sin el miedo a la volatilidad del mercado, como ya hemos visto con la guerra de Ucrania. Y al tratarse de energía renovable los precios son más competitivos y asequibles que si fuera de origen fósil y eso es especialmente interesante para las industria electrointensiva que paga precios energéticos mucho más altos que sus competidores globales.
Los PPA se suelen utilizar en España casi siempre para contratar energía renovable. «Estos contratos cuentan con una alta demanda porque muchas empresas tienen requisitos medioambientales que satisfacer mediante energía limpia, bien sea por ventajas comerciales, condiciones de financiación o por un compromiso con la sostenibilidad», añade González Moya. Por tanto, los PPA contribuyen a la descarbonización. Y también proporcionar otro gran valor muy apreciado por las empresas consumidoras: las Garantías de Origen, es decir, la certificación de que la energía comprada es 100% renovable. «Las Garantías de Origen ayudan a reducir total o parcialmente las emisiones de CO2 de una empresa», recuerda Herrero.
Referentes europeos
Iberdrola cuenta con una dilatada experiencia en el mercado de los PPA. Tiene contratos tanto en países europeos (España, Alemania e Italia) como en los de otros continentes (Brasil, Estados Unidos, México y Australia). Y con empresas como Amazon, Apple, Meta, Telefónica, Mercedes o Heineken, entre otras. Fue la empresa que más PPA firmó en Europa en 2023 por valor de 908 MWh. Y en lo que va de año (hasta septiembre) ya cuenta con cinco millones de MWh contratados a través de PPA. «En España el 100% de la producción está vendida para este año, el 85% para 2025 y el 75% para 2026. En Reino Unido, también está comprometida toda la producción para este ejercicio y alrededor del 80% para los dos siguientes años», cuentan desde Iberdrola. La compañía asegura que pueden garantizar un precio de la electricidad «a 20 años porque con las energías renovables se sabe cuál es el coste de construcción, cuál es el coste de financiación y por tanto se puede garantizar precios a largo plazo».
También la noruega Statkraft es un referente europeo en PPA y uno de los mayores productores de energía renovable del continente, incluso opera sus propias plantas. El pasado año firmó 78 contratos de este tipo y hoy día tiene una cartera de 1,9 GW de potencia instalada solar y eólica bajo esta fórmula. Entre sus clientes figuran empresas como Mercadona y Makro. Y opera tanto con generadores como con consumidores. «Se trata de acuerdos personalizados que tratan de dar la respuesta que cada empresa necesita en función de sus necesidades específicas y las características de sus negocios. Una acerera tiene objetivos totalmente distintos de un supermercado», estima Tiago Thomaz.
Con energía renovable y a precios fijos, asequibles y estables, los PPA despegan con fuerza hacia su época dorada.