Dime cuánto cobras y te diré cómo de pobre eres

Según la encuesta de condiciones de vida del INE del año 2021, la renta media en España está en torno a los 18.000 euros, aunque la renta mediana se sitúa en 15.892 euros. Esto significa que el 50% de los hogares se sitúa por encima de esa cifra y el otro 50% por debajo.

Para hacerse una idea del escalón en que nos encontramos, el comparador de World Inequality Database permite saber de forma aproximada el percentil en el que situarse rellenando una serie de datos con la composición familiar, ingresos y patrimonio. Por ejemplo, una persona con una renta de más de 21.000 euros y sin personas a su cargo estaría entre la mitad rica de la población española. Si los ingresos superan los 35.000 euros anuales, estaría entre el 20% más rico y si son más altos de 65.000 euros estaría entre el 5% con más ingresos.

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¿Cuánto tiene que ganar una persona para ser parte, por ejemplo, del 1% más rico de España? 400.000 euros. Hay que añadir, sin embargo, dos ceros más a esta cifra para ser parte del selecto 0,001% más alto.

Al contrario, según el comparador, el 25% ingresa menos de 11.500 euros al año.

Sin embargo, los datos solo tienen en cuenta los ingresos de una sola persona. Los hogares con los mismos ingresos pero que cuenten con personas a cargo que no reciban ningún tipo de renta (menores, personas mayores o dependientes...) se sitúan en distintos percentiles ya que los gastos también son mayores y, por tanto, no se pueden permitir las mismas comodidades.

¿Cómo se calcula entonces la posición de cada familia si la componen más de un solo miembro?

Según la academia de finanzas Roams, una familia compuesta por tres personas que ingrese entre 1.645 y 4.386 euros al mes formaría parte de la clase media, entre la que se encuentra el grueso de la población, un 55%. Corresponde a esta clase las rentas que se sitúan desde un 30% por debajo de la renta media hasta un 150% por encima.

Para que el mismo hogar forme parte de la clase alta debe ingresar más de 4.386 euros al mes, aunque solo un 12% se encuentra en esta posición. De hecho, casi el triple de los hogares forman parte del escalón más bajo, el 33%, con unos ingresos por hogar inferiores a 1.645 euros.

Tal y como recalca esta academia, se trata de un cálculo simple, ya que además de los ingresos hay que tener en cuenta otro tipo de factores como las propiedades o incluso el área geográfica de residencia, ya que no es lo mismo ingresar 30.000 euros en una ciudad como Madrid que hacerlo en un pueblo de Badajoz.

La clase media, la más abundante, podría dividirse también entre media/baja y media/alta. Se trata de personas o núcleos familiares que pueden acceder a bienes en propiedad como viviendas, vehículos, etc. con cierta solvencia y su poder adquisitivo es suficiente para poder vivir con cierta holgura dependiendo de los tramos de ingresos.

La clase alta, en la que está el citado 12%, tiene un alto poder adquisitivo, ingresos elevados, de más de un 150% por encima de la renta media, y gran capacidad de adquisición de bienes. Así, su poder es muy superior al estrictamente necesario para vivir con holgura.

Por el contrario, la clase baja, en la que se encuentra uno de cada tres hogares, corresponde con las capas más desfavorecidas y encuentra problemas para acceder a las cuestiones más básicas como vivienda, educación, alimentación, etc. Se trata de hogares cuyos ingresos no superan el 30% de la renta media, o lo que es lo mismo, sus rentas son inferiores a los 12.600 euros, aproximadamente -en la actualidad, el Salario Mínimo está fijado en 15.120 euros anuales-.

En 2021 el umbral de riesgo de pobreza para los hogares de una persona (calculado con los datos de ingresos de 2020) se situó en 9.535 euros, según los datos del INE. En hogares compuestos por dos adultos y dos menores de 14 años, dicho umbral fue de 20.024 euros.

Aunque cada uno sabe los ingresos que tiene y se hace una idea de cuál es su situación, puede resultar difícil hacer una comparación objetiva puesto que todos tendemos a juntarnos con personas con un estatus social similar al nuestro, y eso nos hace perder perspectiva.