Planas pide a la UE medidas de «extrema firmeza» si Trump impone aranceles a los productos agroalimentarios

En caso de que se impusieran esos aranceles el impacto sobre el campo español en términos generales sería moderado, pues apenas el 4,8% de las exportaciones agropecuarias de nuestro país van a los Estados Unidos. Sin embargo, para el aceite de oliva y el vino sería un golpe duro, pues de los 3.800 millones exportados a EE.UU. en 2024, 1.013 millones fueron de aceite y 335 millones de vino.

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En previsión de que esto sucediera, ya en diciembre del año pasado ambos sectores empezaron a acelerar las exportaciones. Paralelamente, y según explicaron a ABC la Asociación Española de la Industria y Comercio Exportador de Aceites de Oliva y Aceites del Orujo y la Federación Española del Vino, los productores ya piensan en nuevos mercados por si fuera necesario sustituir al estadounidense. Precisamente, el ministro Planas ha abogado por esa diversificación, aunque recalca que «el mejor arancel es el que no existe», asegura, además de cuestionar las razones que han empujado a Trump a lanzar esa amenaza.

«Hay quien habla de recaudación, de creación de mercados nacionales diferentes de las importaciones o simplemente de medidas de coacción. Desde luego, crear mercados alternativos en materia agroalimentaria es prácticamente imposible». Esta afirmación es especialmente cierta en el caso del aceite de oliva y el vino, pues en ambos casos los Estados Unidos no tienen capacidad para suplir su demanda interna. Según explicaron a ABC fuentes del sector aceitero y vitivinícola, inevitablemente ese impuesto del 25% en frontera tendría que trasladarse a los consumidores americanos, cosa que inevitablemente se sumaría a la inflación que ya sufre ese país.