La pionera en IA que no entiende la tecnología sin las personas

Su interés siempre ha estado en los retos tecnológicos y en aquellas ideas innovadoras «que pueden cambiar el mundo». Pero si hay algo que Bou-Balust resalta de su trayectoria es «trabajar con los equipos. Para mí lo más importante es tener un equipo 100% motivado en hacer realidad esa idea».

Ingeniera de Telecomunicaciones por la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), de Electrónica por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y doctora por la UPC-MIT, es una gran defensora del talento local y cree que no valoramos lo suficiente el sistema educativo español. «Siempre me he sentido muy orgullosa de la educación recibida y del nivel de los estudios. En todos los proyectos en los que he participado en distintas instituciones, he ido muy tranquila y he sentido que la formación que he tenido me servía«, explica la galardonada. Gracias a un sistema educativo tan potente, España cuenta «con un talento impresionante». Por ese motivo cuando fundó Vilnyx en 2012, «todo el equipo de ingeniería estaba en Barcelona, una fuente de talento en IA brutal. Aprovecharlo fue una ventaja. Está muy bien que haya empresas que ayuden al ecosistema».

A Elisenda siempre le interesaron los temas de IA y participó en varios proyectos de esta materia. Conoció a Juan Carlos Riveiro y «encajamos muy bien en la forma de ver el mundo de la IA». Ambos fundaron la startup y «se unió mucha gente, formamos un equipo técnico muy bonito». La compañía desarrolló un software para detectar el contenido de los vídeos y crear etiquetas a través de la IA. En 2020 fue adquirida por Apple manteniendo el equipo en Barcelona y creando un hub de IA a su alrededor. Ahora ella ocupa el cargo de Head of Apple Media Knowledge. Define la IA como una herramienta muy importante para solucionar problemas. «Por sí sola no va a resolver nada, tampoco la tecnología, pero ya está en nuestro día a día. Los grandes problemas del mundo los vamos a resolver las personas, con todos los recursos, y uno de ellos será la IA».

Recuerda que para dentro de diez años se espera que el 80% de los puestos de trabajo estén relacionados con las STEM pero pocas mujeres optan por estos estudios. «Entre todos tenemos que normalizar la figura de la mujer en la tecnología», reflexiona Elisenda. Además de no tener suficientes personas para cubrir los nuevos puestos de trabajo «perderemos el punto de vista de las mujeres y a mayor diversidad, mayor tecnología vamos a construir». Cree que existe un estigma al hablar de la mujer ingeniera porque «aparece en los medios de comunicación como alguien no sociable y las científicas somos mujeres normales que nos gusta hacer cosas normales. Y creo que las chicas jóvenes eso no lo ven». En sus charlas con estudiantes de instituto le sorprende que ellas mismas no se planteen estudiar una ingeniería porque son chicas normales. «Ser normal no debería hacerte pensar que no vas a encajar en una ingeniería», resalta.

Esfuerzo y resiliencia son dos palabras claves para la joven ingeniera para quien este premio, más allá de reconocer su trayectoria, «es el reconocimiento de todo el equipo, que vale mucho». Tanto para ella como para todos los que la rodean, «es una motivación muy grande».