La pedrea de la rebaja de IRPF del Gobierno hará que 250.000 españoles vean mejorar su sueldo a partir de febrero
Un ajuste técnico realizado por Hacienda hará que la rebaja fiscal ideada para rentas inferiores a 21.000 euros beneficie también a miles de contribuyentes por encima de ese umbral
El sindicato Gestha calcula que elevará hasta en 911 euros anuales el salario ingresado en nómina por los afectados
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero
Una grata sorpresa aguarda el próximo mes de febrero a unos 250.000 españoles, que de un mes para otro verán como la nómina que les ingresan en el banco mejorará en hasta 150 euros sin necesidad de que medie subida salarial alguna por ... parte de su empleador. Lógicamente hay un motivo para esta fenómeno y tiene que ver con los ajustes introducidos por el Ministerio de Hacienda en la tabla de retenciones del Impuesto sobre la Renta como consecuencia de la rebaja fiscal aprobada por el Gobierno para todas las rentas inferiores a 21.000 euros anuales.
Según explicó en su momento el propio Ministerio, tras el anuncio de la rebaja del IRPF se decidió modificar el reglamento del impuesto para ampliar a los contribuyentes situados en la horquilla de renta de entre 22.000 y 35.200 euros los ajustes en el tipo de retención y de paso impedir las distorsiones que podría generar mantenerla tal cual estaba, ya que podría hacer que una mejora salarial de un solo euro pudiera llegar hasta a duplicar la retención aplicable en la nómina de un contribuyente determinado.
Un documento difundido por Hacienda lo ilustraba con un ejemplo extremo de una persona casada con dos hijos que obtuviera una renta de 22.001 euros al año. En su caso la retención que le aplicaría Hacienda en 2023 de mantener la tabla actual se iría hasta los 2.303,22 euros, mientras que otro contribuyente con la misma situación familiar que percibiera 22.000 euros anuales justos solo tendría una retención de 1.186,14 euros. «Es decir, un euro de incremento de renta elevaría la retención a aplicar en 1.177,22 euros», recalca el Ministerio. El ajuste de retenciones diseñado por Hacienda hará que la retención a aplicar a un salario bruto de 22.001 euros se quede en 1.186,57 euros, evitando esa brecha fiscal
Es lo que en el lenguaje tributario se denomina 'errores de salto', que se producen esencialmente en el IRPF por la estratificación de los contribuyentes en escalas de renta y que hacen que el paso de una escala de renta a otra pueda provocar que teniendo un salario real más alto se perciba una nómina mensual más baja por el efecto de las mayores retenciones.
El asunto es que para resolver esa potencial distorsión se ha generado otra. El reajuste de la fórmula a partir de la cual se determinan las retenciones a aplicar en los tramos de renta entre 22.000 y 35.200 euros hará que unos 250.000 contribuyentes situados en ese rango salarial, y a los que en principio no se dirigía la rebaja fiscal, vean mejorado el salario líquido que perciben mensualmente al haber visto rebajadas las retenciones que se les aplican en la nómina.
Hogares con un solo sueldo
Un informe realizado por el sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha) a partir de la propuesta de modificación del reglamento del IRPF presentada por el Ministerio estima en hasta 911,61 euros anuales la subida que pueden experimentar las percepciones líquidas de los contribuyentes afectados por este reajuste, lo que equivaldría a una mejora salarial cercana al 4%.
Para el secretario general de Gestha, José María Mollinedo, se trata de una distorsión que debería haberse corregido a través de la norma. «Al final se traslada a un amplio grupo de contribuyentes una sensación de rebaja fiscal que no es tal, porque su tributación va a ser exactamente la misma lo único que va a ocurrir es que se le va a retener menos en la nómina y luego se le va a devolver menos a la hora de hacer la Declaración de la Renta» cuando les toque ajustar cuentas con el Fisco por sus rentas de 2023 en la primavera de 2024.
En su opinión esto puede generar problemas en la gestión de determinadas economías domésticas, que están acostumbradas a recibir la devolución de Hacienda como una especie de extra y que con este cambio van a ver como el reintegro de la Declaración de la Renta se va a recortar en la misma medida en la que verán mejoradas sus percepciones líquidas durante el resto del año.
Hacienda circuló un documento cuando el asunto saltó a los medios en el que aclaraba que, en efecto, no se trataba de una rebaja fiscal y que el cambio propuesto en el reglamento pretendía resolver esos errores de salto y atender «situaciones familiares concretas».
Porque los contribuyentes beneficiados por este reajuste tienen unas características muy determinadas. Esa especie de 'plus' reconocido por la normativa del IRPF llegará sobre todo a hogares con hijos en los que solo entra un sueldo y a familias monoparentales, es decir, a hogares que sobre el papel pueden tener una cierta situación de vulnerabilidad.
De hecho, según el informe elaborado por Gestha el recorte de las retenciones tiene un efecto más significativo a medida que crecen las cargas familiares del contribuyente, de forma que para una unidad familiar formada por dos personas en la que solo entra un salario de 24.000 euros este extra sería de 113 euros anuales en el caso de no tener hijos; de 400 euros, en el caso de tener un hijo; y de cerca de 650 euros, en caso de tener dos hijos dentro de la unidad familiar.
A partir de febrero
Los contribuyentes beneficiados por esta maniobra del Ministerio de Hacienda empezarán a notar la mejora en sus nóminas a partir del próximo mes de febrero. Las autoridades tributarias han decidido no aplicarla desde el mes de enero para dar un cierto margen a las empresas para preparar los programas informáticos al nuevo esquema de retenciones aprobado dentro del reglamento del IRPF.
MÁS INFORMACIÓN
El Gobierno aprobó en el marco de los Presupuestos de 2023 una rebaja de IRPF para las rentas inferiores a 21.000 euros, por la vía de ensanchar la aplicación de la reducción de 5.565 euros a los rendimientos del trabajo a las rentas hasta los 21.000 euros (hasta ahora solo llegaba a los 18.000) y elevar a 15.000 euros el umbral de renta que obliga a declarar. Sobre esa base se pretenden conseguir ahorros de entre 300 y 700 euros para los contribuyentes en esos tramos de renta, que se traducirán también en menores retenciones sobre sus nóminas. La reforma dejó fuera al 80% de los asalariados y al 90% de los pensionistas.