Parón inmobiliario: los notarios registran caídas de ventas y de firma de hipotecas en octubre

Respecto a las compraventas, en octubre se alcanzaron las 54.372 operaciones. Los pisos cayeron un 3,3%, hasta las 41.026 unidades, mientras que las viviendas unifamiliares se desplomaron un 9,3%, hasta las 13.347 operaciones. Este tipo de inmueble experimentó un crecimiento de ventas durante la pandemia, pero ahora, una vez superado el coronavirus y la fiebre por el teletrabajo, la tendencia empieza a invertirse.

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Solo cinco comunidades registraron crecimientos en la venta de pisos: Asturias (10,1%), Comunidad Valenciana (7,8%), Castilla y León (5,1%), Canarias (2,8%) y Galicia (0,7%). Por contra, los descensos más acusados se registraron en País Vasco (-14,2%), Cantabria (-13,5%), Cataluña (-12,7%), Baleares (-11,0%), Navarra (-9,5%) y Madrid (-9,4%). La mayoría de ellas -excepto Cantabria- son regiones con precios altos que además han subido con fuerza en los últimos meses.

La tendencia se mantiene a nivel nacional. Porque los precios subieron, según los notarios, un 2,6% interanual, hasta los 1.567 euros por metro cuadrado. En 15 autonomías se registró un encarecimiento en el precio de la vivienda y en las dos restantes disminuyó. Por orden de magnitud se registraron subidas de dos dígitos en Aragón (17,2%), Cantabria (13,1%), Madrid (12,2%), Castilla y León (11,9%), Galicia (11,0%), Murcia (10,7%) y Canarias (10,4%). En cambio, los precios de la vivienda registraron retrocesos en Navarra (-13,6%) y Extremadura (-3,0%).

La firma de hipotecas, por contra, registró un descenso del 4,8%, hasta las 25.437 operaciones. La cuantía promedio de estos préstamos descendió un 1,7% interanual, alcanzando los 144.334 euros en promedio y el porcentaje de compras de viviendas financiadas mediante un préstamo hipotecario se situó en el 46,8%. Además, en este tipo de compras con financiación, la cuantía del préstamo supuso en media el 72,3% del precio.

El euríbor se desbocó en octubre, cuando cerró en el 2,63%, su nivel más alto de los últimos trece años. Un alza que no solo encareció la cuota de los préstamos firmados a tipo variable hasta un 40%, sino que además dificultó aún más la firma de nuevos créditos. Las ofertas a tipo fijo en el mercado ya escasean, porque los bancos están intentando empujar a los consumidores al tipo variable para obtener una mayor rentabilidad. Un buen número de potenciales compradores de vivienda, sin embargo, se están quedando fuera del mercado con estos intereses.