La paradoja de la inflación en los hogares: menos gasto superfluo pero más capacidad para afrontar imprevistos
Un estudio señala que el 45% de las familias han modificado su estilo de vida por la escalada de precios
El IPC se modera hasta el 3,2% pese a la subida del 12% del precio de los alimentos
Un 59% de hogares afirman haber reducido su gasto en bares y restaurantes
La alta inflación está suponiendo una alteración profunda de los hábitos de consumo de los españoles. Hasta un 45% de los hogares de nuestro país se ha visto obligado a alterar sus prioridades de gasto, desviando parte del dispendio que antes se hacía en ... actividades no esenciales para centrarlo en aspectos básicos o fijos como la hipoteca o los suministros del hogar.
Así, y de manera particular, las familias han incrementado su gasto en suministros (70%), hipoteca (61%) y alimentación (58%). Por contra, han reducido su gasto en hoteles y restaurantes (59%), ocio y cultura (55%), equipamientos y artículos del hogar (49%), tecnología (49%), vestido y calzado (49%) y tabaco y bebidas alcohólicas (47%).
Es una de las principales conclusiones del Observatorio Cofidis de Economía y Sostenibilidad en el Hogar, que a partir de una encuesta 1.664 personas realiza un pormenorizado descenso de los datos macro a los datos micro, es decir, al impacto directo sobre las personas de aspectos como el IPC o el incremento de los tipos de interés.
El estudio, no obstante, destapa una paradoja: pese a la menor capacidad de gasto y un incremento del pesimismo sobre la situación económica futura (quienes ven peores perspectivas suben hasta el 29%), ocho de cada diez personas afirma que no renunciará a sus vacaciones, como tampoco, se entiende que por la imagen visible de terrazas y restaurantes llenos, a un tipo de gasto más de evasión, aunque matizado. «Hay un componente mental: gasto menos de lo que me gustaría, pero sigo gastando. Igual se gasta menos en ocio, pero se sigue saliendo, quizás buscando restaurantes más económicos, saliendo igual pero gastando menos. La gente no deja de salir, pero sí quizás que su consumo es más bajo», ha explicado esta mañana Anna Golsa, directora de Digital Business y Marketing de Cofidis.
El negativo impacto de la inflación y la reordenación del gasto ha producido otro efecto aparentemente inesperado. Aunque uno de cada cuatro hogares sigue sin poder ahorrar a final de mes -la misma cantidad que en el anterior estudio-, la capacidad para hacer frente a pequeños imprevistos se ha incrementado, precisamente por la contención del gasto en partidas prescindibles. En época de incertidumbre se opta por una actitud más prudente, lo que repercute también en la mayor contención a la hora de ayudar más allá del hogar propio.
Así, el Observatorio Cofidis revela que ha descendido significativamente el porcentaje de hogares que prestan ayuda económica a otras personas, principalmente hijos o padres, pasando del 32% del año pasado a un 21% en la actualidad. El impacto de la inflación y el aumento de los tipos de interés ha repercutido en que muchas familias no puedan seguir ayudando a personas cercanas. El informe destaca que en 4 de cada 10 hogares sólo aporta ingresos una única persona y que en solo en 1 de cada 8 hogares (el 12%) hay tres o más personas que aportan ingresos. Preocupa el hecho de que, en el 16% de los hogares con cinco o más miembros, sólo una persona aporta ingresos al hogar.