Una oleada de innovación para limpiar el tesoro turístico de las playas

Es un proceso caro. La limpieza de cada kilómetro de nuestras playas cuesta de media 50.000 euros al año. Ni el uso de la maquinaria pesada ni la gran cantidad de mano de obra empleada logran la reducción del coste. Las compañías del sector recurren a la innovación para intentar revertir la situación. Inteligencia artificial (IA), digitalización, robotización, todo vale para mejorar la calidad de vida al pie de los mares… Desechando el paradigma del trabajo nocturno, y permitiendo mejorar la calidad de la limpieza durante las 24 horas del día.

La estrella de las novedades es UMI_Beach, pionero robot autónomo y eléctrico, con un sistema de cribado que tiene la capacidad de recoger colillas y residuos plásticos de la superficie de la arena. Con una autonomía de 7 horas y una velocidad de 2 metros por segundo, puede trabajar 24/365, incluso en condiciones climatológicas adversas, sin necesidad de supervisión humana.

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La próxima semana tendrá lugar la puesta de largo del nuevo limpiador mecánico de playas, en un acto en la playa de la Malvarrosa de Valencia, señala Clodo González, CEO de la startup valenciana Umibots, creadora de esta nueva máquina. «Es un robot autónomo y eléctrico —expone González— que no requiere ser operado por una persona. Si dividimos la playa en pequeñas cuadrículas, puede trabajar en una u otra zona a determinadas franjas, para que en el horario de más concurrencia no esté en la zona más próxima a la línea de mar, y viceversa cuando no haya bañistas».

Su fisonomía es muy particular, relata: «Se trata de una cabeza tractora que parece una oruga, como si fuese un tanque, y luego lleva un cribador, con una malla intercambiable en función del tipo de residuo que queramos recoger y un depósito de 90 litros. Mide tres metros y pesa 250 kilos, pero también lleva un módulo antivandalismo con un giroscopio para, en cuanto detecte que tiene un movimiento brusco, bloquearse completamente y reposicionarse. Incluso envía mensajes a quien corresponda».

Diseñado especialmente para playas de arena, lleva algún otro utillaje, aparte del cribador, como el rastrillo para recoger algas de la orilla. Sus múltiples sistemas de seguridad permiten la detección de personas y obstáculos mediante visión artificial, Lidar (Light Detection and Ranging) perimetral y Lidar frontal. Así se pueden recalcular trayectorias para esquivar, por ejemplo toallas, personas o desniveles.

Aparte de autónomo, cuenta con virtudes en línea con modelos sostenibles. «Tiene una estación de carga con energía solar —afirma el CEO de la compañía—. El robot cuando se le está acabando la batería acude solo a su posición de carga. Igual que cuando tiene el depósito lleno, que marcha a la zona de vaciado, un pequeño agujero excavado en la tierra con unas bolsas de basura para acumular residuos». El proyecto contó con una ayuda que el Ayuntamiento de Valencia concede a proyectos innovadores frente al cambio climático.

La innovación en la limpieza de playas lleva aparejada la creación de sistemas que gestionan y controlan la actividad. Movisat Tecnomovilidad se dedica a la tecnología GPS y telecomunicaciones digitales desde 1996. Con sede en Murcia, fabrica una plataforma que organiza la actividad de vehículos y personas en movilidad. Esta tecnología concede cobertura a los servicios municipales de medio ambiente, entre los que se encuentra la limpieza de playas. Algunas costas donde están implantadas sus soluciones son Málaga, las localidades malagueñas de Marbella, Rincón de la Victoria y Torremolinos, Vera (Almería), Santa Pola (Alicante) y Sagunto (Valencia).

Rafael Toledo, asesor tecnológico de Movisat, detalla el valor de las herramientas en el proceso de limpieza de playas: «Tanto a nivel de software como de hardware, disponemos de un programa donde centralizamos toda la información. Mediante un GIS (sistema de información geográfica) y elementos cartográficos, podemos saber las zonas donde se tienen que aplicar las soluciones. Gracias a los dispositivos electrónicos controlamos la actividad de la maquinaria y las personas. Así se gestionan mejor los recursos y se optimiza el tiempo de respuesta».

Es una tecnología que precisa cierta personalización, aclara el asesor: «Se debe realizar una consultoría aplicada a cada proyecto, según las necesidades, la forma de actuación del municipio, la amplitud de la playa, el paseo marítimo. A partir de ese análisis se adaptan las soluciones que necesita el ayuntamiento o la empresa gestora».

Los últimos proyectos están enfocados al movimiento de arena y la limpieza de algas, dice Toledo: «Mediante unos ordenadores embarcados conectados en los vehículos podemos hacer la medición de la arena que están recogiendo en cada una de las zonas y repartirlas conforme a la necesidad de otras zonas. Se utilizan para ello sistemas de pesaje y sensorización». Para la limpieza de algas se identifica la zona donde hay más necesidad de actividad.

AG Group es una compañía con sede en la localidad oscense de Tamaritede Litera. El principal negocio de la empresa es la venta de maquinaria agrícola al por mayor, con un apartado de innovación dedicado a la robótica. Las herramientas de limpieza de playa constituyen otra división del negocio.

Comercializa en España y Portugal maquinaria del fabricante italiano Scam.Los modelos son adaptables para tractor (Big Marlin, Marlin B y Penguin) o autopropulsados (Scorpion). La diferencia, según Sergio Grau Boix, director comercial, estriba en que «los adaptables se enganchan a un tractor convencional y tienen diferentes tamaños, mientras que los autopropulsadas son máquinas más pequeñas, que solo se utilizan para limpiar las zonas donde las grandes no tienen acceso». Su capacidad de maniobra permite la actuación en playas pequeñas o en zonas complicadas entre sombrillas.

Para el experto, la máquina con más prestaciones se encuadra en el modelo Big Marlin: «Es la más grande y permite ir suspendida en el tractor, no tiene que ser arrastrada, con la cual la maniobrabilidad en la playa resulta mucho mayor. Y luego tiene sistema de descarga hidráulico dentro de un contenedor o dentro de otro remolque para vaciar los residuo».

¿Y cómo funcionan? «La máquina carga arena —explica Grau—, un espesor de entre 3 y 5 centímetros, en la capa superficial de la playa. Se criba para separar el residuo, que se separa, mientras que la arena vuelve otra vez a la playa». También resultan útiles para la limpieza de diferentes áreas arenosas, como los búnker de los campos de golf, campos de juego para niños o espacios para el vóley playa, gracias a un sistema de cribado por vibración.