Montero ignora las críticas a las deficiencias de los Presupuestos y azuza la guerra fiscal contra el PP

Pero donde la ministra ha ido al choque ha sido en la política fiscal. El Gobierno está decidido a combatir el paradigma social que sitúa a la mayoría de la población a favor de las rebajas de impuestos y la ministra de Hacienda ha empleado buena parte de su discurso en defender que la política fiscal que defiende mejor a las clases medias es la de las subidas a los que más tienen que dice practicar el Gobierno, frente a las recetas del PP que, ha dicho, solo defienden los intereses del 1% más rico.

Montero ha vuelto a ilustrar las diferencias entre las políticas fiscales del Gobierno y el PP con un ejemplo que ya se ha convertido en un clásico en las últimas semanas y que hace referencia a la rebajas fiscales en el Impuesto sobre la Renta. Hacienda sostiene que mientras que para un contribuyente con 18.500 euros de ingresos -supuestamente el salario más habitual en España- la rebaja de IRPF aprobada por el Gobierno supone un ahorro de 746 euros al año y una rebaja del 33% de su carga fiscal, la deflactación de tarifas que ha aplicado el PP en Andalucía o la Comunidad de Madrid solo supone un ahorro de entre 30 y 35 euros, que no rebaja más que un 2% su carga fiscal. La ministra ha obviado, no obstante, que mientras la rebaja de IRPF del Gobierno deja fuera de su radio de acción al 80% de los asalariados, las fórmulas aplicadas en otras comunidades autónomas como las mencionadas o la Comunidad Valenciana alcanzan a una mayoría de los contribuyentes por IRPF.

La ministra ha cargado las tintas también contra el PP por sus críticas al impuesto de solidaridad sobre las grandes fortunas, cuyo objetivo básico, según reconoce el propio Gobierno, es hacer pagar a los contribuyentes con más de tres millones de euros de patrimonio que tienen sus cuotas bonificadas por los gobiernos de la Comunidad de Madrid y Andalucía. Ha tirado de un informe de la OCDE que evidencia que bajar los impuestos al 1% más rico no tiene ningún impacto favorable sobre el crecimiento o el empleo para cuestionar al PP -cuyas críticas han ido más por el lado de que se coarta la corresponsabilidad fiscal de las autonomías que por otra cosa- y tildar al principal partido de la oposición como el defensor de los intereses del 1% más rico.

Entre golpe y golpe, la ministra de Hacienda no ha encontrado tiempo para defender el proyecto presupuestario de las duras críticas que le han propinado al proyecto presupuestario en los últimos días organismos de la relevancia institucional del Banco de España o la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, que han cuestionado desde el cuadro económico sobre el que se han construido, hasta deficiencias técnicas que, según la Airef, hacen difícil realizar una evaluación de su contribución a la orientación de la política económica del Gobierno.

Montero se ha limitado a decir que el Gobierno ha expuesto su plan presupuestario con transparencia en la documentación que se envió a Bruselas, que la Autoridad Fiscal volvió a tildar este martes de escasamente transparente, y que se trata de unas cuentas prudentes que van a cumplir con el objetivo de déficit del 3,9%, un dato que la Airef también ha puesto en duda si el Gobierno decide prorrogar finalmente las medidas actualmente en vigor para proteger a ciudadanos y tejido económico del golpe de la inflación y la subida de precios de la energía lo que llevaría según el organismo el agujero de las cuentas públicas al 4,4%.

A este respecto, la ministra de Hacienda ha asegurado que el Gobierno dispone de un colchón suficiente para financiar la prórroga de estas medidas al año que viene si la situación actual persiste, pero que se están analizando las medidas y la idea es prorrogar únicamente aquellas que se consideren eficientes y que estén focalizadas hacia los más vulnerables.

Según el análisis de focalización realizado este martes por la Autoridad Fiscal, la aplicación de ese principio debería dejar fuera medidas como las rebajas fiscales al gas y la electricidad, la bonificación de 20 céntimos sobre el precio del combustible o las ayudas al transporte público, ya que benefician tanto o más a las rentas altas como a los más vulnerables. Montero, que ha enfatizado que las medidas adoptadas por el Ejecutivo en este orden están consiguiendo "doblegar la curva de la inflación" y han logrado reducir 3,5 puntos la inflación, ha reiterado sin embargo este miércoles que una de esas medidas, la bonificación para el transporte ferroviario de cercanías y media distancia, no solo se mantendrá sino que la idea es hacerlo estructural.

La ministra ha defendido también la legitimidad de sus apoyos parlamentarios evocando nada menos que los Pacto de la Moncloa como un ejemplo de lo que se puede conseguir cuando se concilian los intereses de planteamientos ideológicos diferentes. Montero ha presentado las cuentas públicas como un antídoto contra la desigualdad y ha defendido el fuerte incremento del gasto público que plantean en la necesidad de combatir la desigualdad social "con todas las herramientas que el Estado tenga a su alcance".