El mayor inversor del mundo augura recesión y problemas con las primas de riesgo si el BCE insiste en llevar la inflación al 2%

La última actualización de su manual para inversores, presentado este jueves por el responsable de ventas de BlackRock para España y Portugal, Javier García-Díaz, en un encuentro con medios, advierte de que si persiste la obsesión de los bancos centrales, y singularmente del BCE, por llevar la inflación al 2% esta política traerá recesión económica y en el caso de Europa una fragmentación en los mercados de deuda entre los países con un endeudamiento más moderado y los que tienen un mayor volumen de deuda pública como es el caso de España.

El augurio del poderoso fondo de inversión estadounidense es particularmente inquietante para España, que ya vivió en sus carnes en la crisis financiera los riesgos y las consecuencias de perder la confianza de los inversores. El ensanchamiento de las primas de riesgo que se produjo entonces y la expulsión de la deuda española de las carteras refugio de los principales inversores encarecieron, en primera instancia, y finalmente prácticamente expulsaron los bonos españoles de los mercados de deuda y condujeron al país a una situación desesperada que solo se resolvió con la implicación directa del Banco Central Europeo tras el célebre «whatever it takes» de Mario Draghi.

El fondo no contempla que se pueda volver a llegar a esa situación y en sus previsiones para 2023 admite que «no esperamos que el BCE endurezca su política más de lo que se deduce de las estimaciones del mercado», que apuntan a que los tipos llegarán al 3% desde el 2% en que la institución con sede en Frankfurt los ha situado este jueves. Sin embargo, advierte de que se trata «de un equilibrio frágil» y de que «cuanto más dure el shock energético y más se endurezca la política del BCE, mayor será el riesgo de fragmentación entre países con niveles de deuda pública muy diferentes«.

El otro riesgo que identifica, el de recesión, lo ve inevitable. De hecho, su análisis es que los principales bancos centrales del planeta están provocando una recesión de manera deliberada para tratar de devolver la inflación a los niveles de referencia que consideran sostenibles y que en el mercado del euro el BCE ha fijado en el 2%.

El fondo considera que es una estrategia errónea, que va a tener consecuencias sobre la rentabilidad de los activos y de manera más acusada en Europa. "Los tipos de interés de los bancos centrales no son la herramienta para resolver las limitaciones de la producción", recalca el informe de BlackRock, que observa la existencia de "una disyuntiva brutal": "O se consigue que la inflación vuelva a los objetivos del 2% aplastando la demanda o se vive con más inflación. Por ahora, todos apuestan por la primera opción. Así que la recesión es previsible".

El mayor fondo del mundo reconoce que las rentabilidades que ofrece Europa en el actual contexto les aconsejan ser prudentes en la inversión durante algún tiempo. "El impacto total de la crisis energética aún no se ha hecho notar, ya que los gobiernos han tratado de proteger parcialmente a los hogares y a las empresas mediante una expansión fiscal temporal", señala el informe. "No esperamos que este 'shock' desaparezca pronto".