con permiso
El gobernador Escrivá: cuando la solución más simple es la correcta
El PP se aplica en extender la idea de que proponer al ministro Escrivá como gobernador es, además de obsceno, un bulo, un 'fake', fango de lo más fangoso. Entre incrédulos y atónitos no se dan cuenta de que con Sánchez todo es posible, que cuanto más chusco mejor y que hará simple y llanamente lo que le convenga y venga en gana
El Gobierno se escuda en los perfiles políticos del BCE para nombrar gobernador a Escrivá
Madrid
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Iniciar sesiónGuillermo de Ockham formuló siete siglos atrás el llamado 'principio de parsimonia', una tesis según la cual cualquier hipótesis es mejor según se explica con menos elementos teóricos. La navaja de Ockham concluye que la solución más simple es la correcta. Y hablando del ... sanchismo, pura simpleza, conviene mantenerse fiel a este postulado si se trata de entender lo que sucede, y más aún si lo que se busca es anticiparse a los movimientos de un Gobierno contrario a la sobreabundancia de información y las complejidades.
La grey económica se hace cruces estos días imaginando que el ministro Jose Luis Escrivá puede ser el heterodoxo recambio al muy ortodoxo Pablo Hernández de Cos, en nómina de una prestigiosa escuela de negocios desde hace apenas unas horas a la espera de que se diluyan sus incompatibilidades.
Ignoran quienes siguen esta corriente de pensamiento que la escuela de filosofía parda de Pedro Sánchez y su lógica para abordar la realidad se basa en la simplificación más cruda: para qué recurrir a explicaciones elaboradas ni razonamientos elegantes sobre un fenómeno o problema si se puede despachar de forma básica. Así es como el Ejecutivo sociocomunista afeita cada minuto las barbas de las instituciones, empresas privadas y no digamos ya el tejido público.
El relevo en el Banco de España se produce en plena canícula, con el poder judicial contra las cuerdas y media España enfrentada a la otra media sin saber bien por qué a estas alturas: los indultos, la amnistía, la solidaridad fiscal, la fachosfera… Tras meses de vacile a la oposición, el Gobierno ha enseñado la patita con José Luis Escrivá, un ministro que viene a ser a la acción de Gobierno lo que José Félix Tezanos a la sociología. Pura metafísica.
Sin duda, avalado por sus discusiones técnicas sobre el relato y la SEPI digital y tal, Escrivá se antoja droga dura hasta para los más cafeteros. Tanto es así que analistas habitualmente bien informados tratan de exorcizar la candidatura alegando que es 'una liebre', que es un globo sonda o que es una delicada estrategia de los fontaneros monclovitas para retirarlo en el último minuto y justificar a su verdadera apuesta, convenientemente revestido de autoridad moral y oportunidad técnica por el coro de opinión sincronizada que acompaña a toda decisión sanchista, por peregrina que sea. Los nombres 'serios' que circulan por todo Madrid estos días van, entre otros, desde Paula Conthe, pasando por la propia subgobernadora, Margarita Delgado; Montserrat Martínez, vicepresidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV); Soledad Núñez, miembro del consejo de gobierno del Banco de España; hasta el omnipresente Fernando Restoy, que ya fuera subgobernador, hoy presidente del Instituto de Estabilidad Financiera.
Escrivá será el nuevo gobernador del Banco de España si a Sánchez le da la gana. ¡Menudo es él! Que sea ministro, que le haga la ola al amado líder o que haya perdido todo predicamento entre los cuadros técnicos son solo puntos a su favor en la tablilla de puntuación. Que Europa reclame un perfil híperserio en tiempos de ortodoxia fiscal y apreturas de cinturón no solo le desperfilan a ojos de quien lo designa, sino que le convierten en otro 'rara avis' a la medida de un Gobierno excéntrico.
Si alguien duda de los verdaderos intereses del presidente del Gobierno, que se deje de sofisticadas teorías y que aplique la navaja de Ockham: lo más simple es lo correcto. Vamos, que Escrivá va de cabeza. Total, tampoco es nada nuevo. Ahí está la doctrina MAFO (por Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ¿recuerdan?): el primer gobernador con carné de partido, del PSOE. ¿De quién si no? Bajo su batuta se llevó a cabo la desastrosa salida a Bolsa de Bankia, para más señas, y cuando tuvo que largarse ejecutó la indemnización.
Junto a la navaja de Ockham hay que repasar la técnica de gravitación universal sanchista: los objetos mansos se atraen entre sí y orbitan en torno al mandamás. Verán que así les salen las cuentas en este país en que ahora resulta que «Broncano es de todos». Se ha ido a la chita callando de la tele de Telefónica. ¿Por qué? Lo dicho. Lo simple suele ser lo correcto. Lo justo es otra cosa.
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