La 'flotilla de la ceja' le pega un tiro en el pie a Indra y los Escribano

El proyecto de compra de la empresa familiar de los Escribano –Escribano Mechanical and Engineering (EM&E)– a cuenta de los accionistas de Indra –grandes y pequeños– es en realidad el único punto en la hoja de ruta del Gobierno de Sánchez, y ahora la ansiada operación se enfrenta a un triple problema: conflicto de intereses, valoración a la baja por la apreciación de la acción y riesgo de incumplimiento del plan de negocio por la ruptura de los contratos con Israel.

En suma, hay un problema de fabricación que aguas abajo cuestiona los compromisos de entrega acordados y el activo por el que los Escribano confiaban en poder ingresar hasta 1.500 millones de euros quedaría en la quinta parte y aceptando pulpo como animal de compañía. De hecho, en los informes de las consultoras que estudian la potencial operación de fusión con Indra se analiza ya el impacto en su valoración. Y 400 millones no son ni mucho menos 1.500, eso dicen, no lo digo yo.

No sería de extrañar que Ángel Escribano, presidente de Indra, y su consejero delegado, José Vicente de los Mozos, se quisieran infiltrar entre las filas del PP y estuviesen dispuestos, digamos metafóricamente, a aplaudir lo que les echasen. Y en la medida de lo posible siempre que no se enterase Sánchez, se entiende. El jueves pasado, se les vio en el prestigioso foro de la Nueva Economía con Díaz Ayuso como ponente, donde compartieron mesa con el también popular alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida.

La situación es tal que, como ha avanzado ya este periódico, ha obligado a Javier Escribano, hermano del presidente de Indra con idéntico cargo en la empresa familiar de ambos, a buscar casi a la desesperada entre los fabricantes mundiales del sector opciones para seguir con sus contratos estrella en los que participan de alguna manera las empresas de defensa israelí (sobre todo, el gigante Rafael).

En concreto, los expertos apuntan al polémico 8x8 Dragon –aunque ahí salen más afectados otros miembros del consorcio ganador, Tess Defence, en el que además de EM&E están Indra, con la participación mayoritaria, más Sapa Placencia y Santa Bárbara– y la cancelación del contrato sobre el lanzacohetes Silam. Este producto se ha fabricado en los últimos años en España entre Escribano y Expal pero la licencia es de la israelí Elbit Systems, por lo que habrá que buscar alternativas, y no existe ninguna empresa española que disponga de un lanzacohetes que pueda sustituir a esta tecnología israelí. Problemón de fabricación, ya decía.

Las amistades poco recomendables de la 'flotilla de la ceja' pueden terminar siendo una solución: los Escribano pueden buscar en Brasil para encontrar el reemplazo a unos activos que se diluyen como un azucarillo en agua a medida que pasan las semanas y el presidente norteamericano, Donald Trump, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, completan su inventario de gobiernos aliados y 'non gratos'.

'El Confidencial' ha publicado que Indra ha fichado al gurú electoral del PP, Aleix Sanmartín. Será igual para agradar al habitante de Génova 13. Imagina una que también estarán haciendo carantoñas al popular Paco Conde, llamado a relevar a Alberto Fabra de la polémica Comisión de Defensa –tras reconocer que su hijo trabaja en la empresa de los Escribano, como les adelanté la semana pasada–, que a su vez ocupará el puesto del anterior, presidente de la Comisión Mixta de Seguridad Nacional. Lo comido por lo servido. Aunque da igual, tendrían que llamar a Leire Pajín para que les explique que poco se puede hacer contra las alineaciones astrales. Al final, lo mismo, el sur global y los BRICS –ya saben la asociación económica y política de economías emergentes formada originalmente por Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica– pueden tener la solución.

Como señal inequívoca esta semana el Grupo de Puebla ha perdido a una de sus estrellas fugaces, Eduardo Navarro, que vuelve a casa a Brasil y es sustituido por Salvador García Ruiz, a quien habrá que darle una oportunidad para que se muestre en todo su esplendor en un firmamento de intereses tan revuelto. Suerte que Zapatero nos va arreglar el mundo con una IA que ya se ha pedido en los chinos.