con permiso
Amnistía, referéndum y ocupación empresarial
Las concesiones del Gobierno a sus socios no se detienen en la amnistía
Los grandes fondos huelen sangre en un país que toca fondo a lo grande (1/10/2023)
Operación retorno empresarial forzoso a Cataluña (8/10/2023)
Madrid
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónLa fotografía de la infamia de Pedro Sánchez blanqueando a Bildu («con Bildu no vamos a pactar, si quiere se lo repito 10 ó 20 veces» dijo el hoy presidente en funciones allá por 2015, cuestionado sobre futuros pactos con los herederos de la ... banda terrorista ETA) es otro peldaño en la escalera del desmantelamiento de lo que hasta ahora hemos conocido como España.
El indulto y la eliminación del delito de rebelión son a la amnistía y el referéndum lo que éstos últimos al verdadero objetivo de un nacional-separatismo voraz e insaciable: dinero y poder, por ese orden. El sanchismo ha mutado en un nuevo y desconocido animal, capaz de helarnos la sangre hasta a los más descreídos con tal de garantizar su propia continuidad.
Yolanda Díaz prepara su artillería para encarecer el despido si gobierna Sánchez
Susana AlcelayLa ministra de Trabajo, con apoyo sindical, plantea una extinción improcedente más cara, una fórmula de «despido reparativo» en función de la situación del afectado
El plan es establecer un Estado mínimo, donde el PSOE como partido más votado de la coalición delega prácticamente todas las tareas de gobierno a excepción de la alta Justicia –Constitucional y CGPJ–, la propaganda y la seguridad de un territorio plurinacional que no abarca más que el perímetro de sus intereses propios. Los socios, cada uno en su ámbito de actuación, actúan entonces como pequeños tiranos cuyo papel consiste básicamente en ser agentes de extorsión política, social y fiscal en nombre de un sanchismo que ha dejado de existir como tal para convertirse en una extremidad más de un cuerpo sin alma, de un pollo sin cabeza.
El engaño de una investidura, que en verdad es solo una capitulación por entregas, produce extrañas ilusiones de perspectivas entre un público acostumbrado al «no será capaz» y el «eso seguro que no». La riqueza y los honores están hechos para converger. Los segundos no pueden alcanzarse sin la primera. Es el marco mental de Sánchez y los suyos. El fin justifica los medios. Todo es dinero y poder, ya digo.
Solo desde esta premisa una puede llegar a avistar los siguientes pasos que no se detienen al plano político ni atienden a la broma pesada del reencuentro, la reconciliación ni la convivencia. De eso nada, monada. Lo que viene es la ocupación definitiva de todos y cada uno de los centros de poder, estén donde estén, y caiga quien caiga.
El control de las grandes compañías, por fas o por nefas, es el sueño húmedo que ven cada día más cerca, mientras el peón útil de Francina Armengol espera la voz del amado líder para encender la luz verde y completar el paripé de una votación parlamentaria que se cerrará mucho antes a cambio del tanto pagas tanto tienes. Ahí está escondida una nueva hornada de gestorcillos –¿se acuerdan de la 'smart people'?–, justo en el mismo sitio donde Sánchez dice que busca los votos: debajo de una piedra. Ahora toca estar calladitos y sonrientes, con cara de no haber roto un plato ni un vaso de tubo. Al sol que más calienta hasta que suene el silbato de la legislatura y se asomen todos con la camiseta de vendepatrias y al grito del «¿qué hay de lo mío?».
En esa ambición corporativa sin límites no queda empresa fuera del objetivo, por grande que parezca, ni poltrona sin pretendiente, por arriesgado que parezca. La bolsa industrial es la perita en dulce que unos y otros esperar coger. Ahí están, piensan, al abrigo de una normativa protectora desplegada en torno a a la autonomía estratégica en sectores críticos. ¡De autonomía les van a hablar a los independentistas!
Esta vía para frenar inversores indeseados es a la vez la puerta para introducir intereses dirigidos con el hecho común de que ni en uno ni otro caso se persigue la mejora del gobierno corporativo ni mucho menos la gestión de esa empresa. Son políticos ejerciendo de fondos activistas para condicionar la gestión y adueñarse de lo que no es de unos pocos sino de muchos, de sus legítimos accionistas.
Serán pues, la distribución fragmentada de accionistas y las notables posibilidades de mejora rápida en resultados el acicate para colarse por la puerta de atrás, con la excusa de que cogen lo que es suyo y simplemente porque ha llegado su hora.
Después, el habitual rebozado de ordinarieces en torno a la altura de miras y la creación de valor a largo plazo por parte de los mismos que se reparten el pastel se ocuparán de hacer el resto para que los demás sigamos pagando y callando, que para eso consideran que estamos. Si no, que se lo digan a la vicepresidenta Yolanda Díaz y su plan de subir la fiscalidad al tipo máximo del 52% en España. Pura confiscación para disuadir a quien quiera seguir ganándose la vida trabajando. Otro paso hacia la España de paguita y subsidio en ese libro de historia del populismo donde, como Nicolás Maduro, dicen que a Jesucristo lo crucificó un español. De Madrid y votante de derechas, le faltó añadir.
En esa terrorífica cartografía empresarial por donde camina el Frankenstein monclovita serán clave los consejeros independientes para promover, mitigar o frenar convulsiones de capital, y para establecer las últimas fronteras de un asedio y ocupación que mantiene atareados a quienes señalan la Luna y quieren que nos fijemos en el dedo. Van a por todas.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete