López Obrador recibe a Botín tras cargar contra las empresas españolas

Ana Botín fue nombrada en 2002 y durante ocho años como presidenta de Banesto, periodo en el que fue reconocido, durante tres años consecutivos, como el Mejor Banco en España por Euromoney, pero además lideró la expansión del Santa nder a Iberoamérica entre 1992 y 1998. Esta semana se reunía con el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en Palacio Nacional, nación con la que guarda una gran sintonía como demuestra que Héctor Grisi, el consejero delegado mundial del banco, sea mexicano. El Santander es el segundo más grande de México por activos, y está desarrollando un plan de inversión superior a los mil millones de dólares. Durante el encuentro, Cantabria estuvo sobre la mesa presidencial, con un regalo de una camiseta del Racing de Santander y López Obrador aprovechó para alabar a Revilla y confirmar su «buena amistad» con Botín.

Su segunda reunión en menos de seis meses ata el «compromiso de seguir aumentando la inversión en México» de la banquera, que lo vislumbra como «un país atractivo para la inversión extranjera y con grandes oportunidades». Lo hizo unos días después de que el Banco Mundial y la Cepal (y eso que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe es un organismo que AMLO pretende aupar en detrimento de la OEA) modificaron al alza el crecimiento económico del país al 1,5% para 2023, cifra menor que la proyectada por el Gobierno.

Una relación que conviene a la santanderina teniendo en cuenta que el banco es el segundo más grande de México, después del también español BBVA, con más de 21,3 millones de clientes. No cabe duda de la estrecha, conveniente y chocante sintonía de AMLO con Botín. Sólo dos semanas antes el tabasqueño sacaba pecho de formalizar una «verdadera nacionalización de la energía en México» al hacerse con 13 plantas de Iberdrola en una cuasi expropiación por la que se pagó 6.000 millones de dólares. Antes, la compañía bilbaína habría tenido que cerrar tres fábricas ante la cancelación de permisos. Hace un año el Banco Santander se retiró de la puja de mientras AMLO expresaba su deseo que permaneciera en manos mexicanas.

A esto se unen las acusaciones lanzadas desde la mañanera -el discurso matutino diario del presidente- desde el que ataca a empresas españolas como OHL y Repsol, además de Iberdrola. Y es que AMLO anda con los pies de plomo ante el temor que se pueda echar a México del T-MEC, fundamental tratado comercial entre México, Estados Unidos, Canadá. Estas dos últimas naciones solicitaron al Gobierno de la nación hermana abrir un periodo de consultas por políticas energéticas discriminatorias y a las que la compañía vasca se ha visto obligada a ceder en busca de mercados con más certidumbre. Según Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos socavan a las empresas estadounidenses en México a favor de las estatales Petróleos Mexicanos.