Lidl se expande en España a pasos sostenibles

La cadena de supermercados fue pionera en retirar las bolsas de plástico y en dejar de vender huevos de gallinas enjauladas. También desarrolló el primer estándar europeo para la preservación de la biodiversidad en el cultivo de frutas y verduras, así como un convenio colectivo pionero en el sector para mejorar los derechos de las trabajadoras y trabajadores.

El pasado año, la compañía se coronó como una de las primeras empresas en lograr su tercera Estrella Lean & Green al reducir hasta en un 46% las emisiones de CO2 generadas en sus procesos logísticos desde 2014. Esta certificación internacional, liderada por AECOC en España, tiene como objetivo promover la reducción de la huella de carbono logística entre las compañías, impulsando modelos de negocio eficientes y sostenibles. Lidl, que impulsó esta iniciativa en 2017, trabaja para conseguir la cuarta estrella a través de medidas como la incorporación a su flota de más de 100 camiones propulsados por gas natural, dos megacamiones y un nuevo proyecto piloto con un camión eléctrico.

El uso de energías renovables es algo que Lidl se ha tomado al pie de la letra mucho antes de que los precios de la industria se disparasen en Europa: el 100% de la electricidad consumida en todos sus centros de trabajo es de origen renovable y así lo certifican desde Garantías de Origen de la CNMC con el sello 'energía verde'. En tan solo cuatro años, ha multiplicado por más de tres su producción fotovoltaica, con una inversión de más de 13 millones de euros en más de 100 instalaciones, y ha puesto a disposición de sus clientes más de 330 puntos de recarga eléctrica para vehículos en cerca de 120 tiendas.

Con aproximadamente 300 días de sol al año, España es uno de los países más soleados de Europa. Consciente de ello, Lidl está impulsando el uso de energías fotovoltaicas y cuenta ahora con una superficie de más de 140.000 m² de placas solares que abastece de energía a sus oficinas centrales, centros logísticos y tiendas. Asimismo, la cadena ha acreditado más de 200 tiendas con la certificación ecológica EDGE, que reconoce que sus construcciones son eficientes y cuentan con medidas para ahorrar energía y agua.

El impacto de la sostenibilidad en el sector del comercio y de la distribución está transformando toda la cadena de suministro de las entidades comprometidas con el medioambiente, desde la producción hasta la entrega del producto final al cliente. Lidl es un buen ejemplo de ello. Además de todas las medidas ya mencionadas, el surtido de sus productos es cada vez más variado y en él se encuentran alternativas más respetuosas con el clima que los productos convencionales.

Consumo de fuentes energéticas de Lidl

En MWh

2021

2020

21.744,47

27.196,16

Combustibles fósiles

Gasoil en flota propia

15.145,94

15.820,78

9.486,51

3.236

Gasolina en flota propia

2.687,53

2.563,71

Gas natural

371.378,90

401.678,15

Electricidad

371.378,90

401.678,15 

Renovable

No renovable

0

0

428.874,31

393.123,37

Total

Fuente: Lidl / ABC

Consumo de fuentes energéticas de Lidl

En MWh

2021

2020

Combustibles

fósiles

21.744,47

27.196,16

Gasoil en

flota propia

15.145,94

15.820,78

Gasolina en

flota propia

9.486,51

3.236

2.687,53

2.563,71

Gas natural

371.378,90

401.678,15

Electricidad

371.378,90

401.678,15 

Renovable

No renovable

0

0

428.874,31

393.123,37

Total

Fuente: Lidl / ABC

En este sentido, Lidl cuenta con una nueva gama de productos neutros en carbono entre los que se incluyen opciones veganas y vegetarianas (Vemondo), cosmética (Cien Nature), AOVE Olivar Tradicional (Olisone) o artículos de limpieza del hogar (W5 Nature).

Las emisiones de efecto invernadero que se generan durante la producción, envasado, distribución y eliminación se compensan a través de proyectos certificados que protegen el clima (Gold Standard), como por ejemplo fomentar la energía renovable en la India y potabilizar agua en Eritrea.