Lagarde teme por el comercio global

China y la guerra de Ucrania amenazan con devolver las economías al proteccionismo

El BCE no tiene claro qué hacer con los tipos de interés

La presidenta del BCE, Christine Lagarde efe

Corresponsal en Berlín

17/07/2023 a las 14:21h.

Si una mariposa bate sus alas en China, la tormenta nos llega a nosotros con bastante más fuerza que si aletea en cualquier otro país. Por eso está preocupada Christine Lagarde, después de saber que el PIB chino apenas crece un 0,8% trimestral ... después del dato del 3% en 2022, su segundo peor en casi medio siglo.

Si pincha la economía china, que es el mayor mercado del mundo, la Europa exportadora se resiente de inmediato, como ya han demostrado las exportaciones alemanas. Y si aumenta el nivel de conflicto entre China y Occidente, como no para de repetir la administración estadounidense, las políticas proteccionistas dañarán más pronto que tarde el crecimiento global. Estas son las ideas que, en términos más diplomáticos, ha ido desgranando la presidenta del Banco Central Europeo en la novena conferencia de los países de Europa Central, Oriental y Sudoriental (CESEE), que reúne a 21 economías relevantes en el balance comercial global.

«La guerra en Ucrania ha desatado un 'shock' masivo de la economía global, especialmente en los mercados de energía y alimentos de los países CESEE», con picos de inflación del 13%, ha diagnosticado Lagarde, que ha advertido que las tensiones geopolíticas «debilitan el comercio mundial» y ha prevenido que «las tensiones geopolíticas corren el riesgo de acelerar el segundo cambio en el panorama mundial, con un nuevo debilitamiento del comercio.

Lagarde ha recordado que «durante la última década, el número de restricciones comerciales se ha multiplicado por diez», lo que nos sitúa ante un retroceso de la globalización que irremediablemente repercute en la capacidad de crecimiento económico.

Esta teoría es perfectamente comprobable en Alemania, donde el Bundesbank acaba de desvelar este lunes que la economía germana podría contraerse este año más de lo esperado hasta hace sólo unas semanas, a pesar del pequeño repunte del segundo trimestre con el que el país esquiva por los pelos la recesión técnica.

Su gran industria está soportando la peor parte de la caída de la demanda global de bienes, como resultado de las políticas proteccionistas, los mayores costes del endeudamiento por las subidas de los tipos de interés, que lastran la inversión. Por eso el Bundesbank devuelve la pelota al BCE y señala que su primera preocupación es la inflación, que la entidad europea no logra sujetar bajo control a pesar de sus reiteradas subidas de tipos de interés. En banco central alemán espera que la inflación subyacente, que excluye los costes de la energía y los alimentos, se mantenga más alta de lo recomendable en los próximos meses, lo que nos lleva a la próxima reunión del Consejo de Gobierno del BCE sobre política monetaria.

¿Nueva subida de tipos?

Lagarde no da nuevas pistas, se limita a repetir que las decisiones se irán tomando «reunión a reunión» y «según la evolución de los datos». Pero según lo explicado por el BCE y ateniéndonos a las señales que emite Frankfurt, este mismo mes veremos otra subida de los tipos. Lo que ocurra a partir de ese momento queda mucho más abierto. Mientras muchos analistas esperan otra subida en septiembre o en diciembre, los hay también que sugieren que el peligro de afogonarse crece demasiado para la economía de la UE y esperan que el BCE lo tenga también en cuenta.

De las palabras de su presidenta se deduce que ella preferiría que entrasen en juego otros factores, como el comercio global, la retirada de subsidios al consumo de energía por parte de los gobiernos o la reducción de márgenes de beneficio por parte de las empresas, para que no se viera ella obligada a tirar más de la cuerda de los tipos.

En su intervención de este lunes, ha intentado convencer a los representantes presentes en la conferencia de la conveniencia de relajar las restricciones al comercio internacional. «Desde la crisis financiera mundial, el crecimiento del comercio como proporción del producto interior bruto se ha estancado, ha entrado en una meseta», se ha quejado, «y vemos niveles preocupantes de proteccionismo a medida que los países reconfiguran sus cadenas de suministro para alinearse con nuevos objetivos estratégicos».

En dos tercios de las economías de los países de Europa central, oriental y sudoriental, el comercio como proporción del PIB fue sin embargo el año pasado superior a la media de la zona del euro. Donde el comercio internacional ha caído claramente desde la pandemia es en EE.UU., mientras que en la zona del euro alcanzó su punto máximo en 2022, por lo que los reproches de Lagarde parecen ir destinados a Washington. Lagarde ha destacado que si la UE reduce comercio internacional es solamente a causa de las sanciones contra Rusia. Europa ha reducido sus importaciones de gas natural de Rusia, por ejemplo, desde el 36 % en febrero de 2022, mes de inicio de la invasión rusa de Ucrania, hasta el 13 % nueve meses después.