El Quinto en discordia
Vistazo al mercado
La inflación ha venido para quedarse, pero no a los niveles actuales
Seguimos en un mercado en el que sigue mandando la visión 'top down' y la preocupación por la inflación ha derivado en miedo a la recesión por el impacto que pueda tener la respuesta de los bancos centrales en la economía para controlar los precios. ... Y da la sensación de que como suele ser habitual en los mercados puede que se haya pasado de frenada a la hora de descontar tanto los miedos inflacionistas como los más ligados al crecimiento económico.
La inflación ha venido para quedarse, pero no a los niveles actuales. La última vuelta de tuerca de repunte de las materias primas y en concreto el petróleo y el gas como consecuencia de la guerra en Ucrania y las sanciones económicas, ha provocado que la esperada reconducción de los precios vaya con algo de retraso sobre el horario previsto pero en ningún caso se haya truncado. Las peores lecturas es probable que las hayamos dejado atrás y a medida que avance el año la inflación se va a ir reduciendo para estabilizarse cerca, pero por encima del 3% el año que viene. Las fuertes caídas del precio de muchas de las materias primas y alimentos en las últimas semanas y últimamente del petróleo que llegó a tocar los 140 dólares y que ahora está en torno a 100 dólares el barril, están señalando el camino que van a recorrer los índices de precios en los próximos meses.
Y aunque hoy las dudas de lo que pueda pasar con el suministro del gas están ahí, no tiene sentido que el peor de los desenlaces que hoy se está contemplando terminen concretándose. Lo que no beneficia a nadie -hemos estado en este tipo de disyuntivas binarias no hace tanto- no pasa. Y que Putin cierre la llave del gas no beneficia a nadie, ni a Rusia que no puede sacar el gas de momento por otro sitio, ni desde luego a Alemania.
Los efectos de segunda ronda, más allá de repuntes puntuales de precios de algunos servicios, se circunscriben a lo que pase con los salarios. En tanto que como todo parece indicar -mensajes de sindicatos de funcionarios, resultados de negociaciones colectivas que se han cerrado en lo que llevamos de año- las subidas de sueldos se van a limitar al 3-4%, podemos inferir que la inflación de los próximos años va a converger con lo que hagan los salarios. Por lo tanto, hay que descartar una espiral inflacionista como la de los años setenta del siglo pasado y olvidarse también de la atonía en los precios de la última década. Inflaciones algo por encima del objetivo de los bancos centrales son el escenario central para los próximos años.
Es probable que los miedos macro se reconduzcan a la misma velocidad a la que se han propagado. La clave es la evolución de la inflación y que nada se rompa por el camino. El escenario central es precisamente ese: precios embridándose en la última parte del año por la corrección que ya estamos viendo en prácticamente todas las materias primas y que el ruido sobre eventuales cortes del suministro de gas se vaya reduciendo a medida que lalógica económica se imponga.
Hay que aprovechar el fuerte movimiento del mercado para subirse a las compañías que lo van a hacer bien -ya lo han demostrado- una vez que las aguas vuelvan a su cauce.