Trump se apea del burro
Los tontos dicen tonterías, los 'listos' las hacen. La propuesta de los mal llamados aranceles recíprocos era tal sinsentido que la respuesta no tardó en llegar en cuanto el mercado lo asimiló
Disparate (07/04/25)

Ir de farol puede salir caro. Y así ha sido. Como decía Mike Tyson, el boxeador americano varias veces campeón del mundo, «todo el mundo tiene un plan hasta que le doy la primera galleta». En este caso, ni siquiera parece que tuviera un plan. ... Pero la galleta se la ha llevado. El mercado tardó poco en enseñar los dientes al disparate que en forma de decreto arancelario presentó el presidente americano la semana pasada y éste no ha aguantado el pulso ni cinco minutos.
Quizá lo peor de todo no es que no tuviera cartas, sino que se atreviera a ir con todas. Los tontos dicen tonterías, los 'listos' las hacen. La propuesta de los mal llamados aranceles recíprocos era tal sinsentido que la respuesta no tardó en llegar en cuanto el mercado lo asimiló. Tres días de fuertes bajadas de la Bolsa, con caídas acumuladas solo vistas en tres ocasiones anteriormente en los últimos cincuenta años y el fuerte repunte de los tipos de interés del bono a diez años bastaron para que en su red social de referencia Trump se rajara.
La historia reciente nos enseña que nadie aguanta un pulso al mercado. Trump ya ha pasado a engrosar la lista de políticos a los que el mercado ha metido un corte de pelo. Uno de los primeros, quizá lo recuerden, fue Zapatero. Tuvo que adelantar elecciones cuando su salida social de la crisis encalló a las primeras de cambio. Luego los griegos e italianos, con Tsipras, Varoufakis y Salvini, tuvieron sus minutos de oro en el peor momento de la crisis de deuda europea. Y, finalmente, en uno de los últimos episodios de la comedia del Brexit, la pizpireta primera ministra británica, Liz Truss, dimitió después de que se dispararan los tipos de interés tras plantear las líneas maestras de su política económica. Aguantó menos de dos meses al frente del gobierno.
Trump se ha desdicho al más puro estilo Trump. Se ha atrevido incluso a insinuar que su órdago ha funcionado. Sin ir más lejos se atrevió a apuntarse el tanto de la subida de la Bolsa el día que se echó atrás .
Bueno es que haya sentido el temor de Dios. La alternativa hubiera sido horrible. De hecho, lo único bueno que tiene este personaje es que no tiene ningún problema en desdecirse. De entre lo malo, que hay mucho, es que no se le pasa por la cabeza irse a su casa. Tratará a su manera grosera de apuntarse el tanto del relato, pero no es de los que vaya a asumir ningún tipo de responsabilidad lo que desde luego no es bueno para los americanos. El daño probablemente ya esté hecho.
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