el quinto en discordia
El petróleo vuelve a la casilla de salida
Lo del efecto cohete cuando sube y pluma cuando baja suena a tomadura de pelo
Crecimiento insuficiente (1/5/23)
El petróleo ha vuelto a donde estaba hace dos anuncios de recortes de producción por parte de la OPEP+. Ha bajado más de 10 dólares en pocas semanas y hoy está prácticamente a la mitad de como estaba hace algo más de un año ... tras el arranque de la invasión rusa. Esto son muy buenas noticias. Sería mejor si tuviera su reflejo directo en el precio de los derivados. La gasolina también ha bajado, pero no tanto. Yo tampoco lo entiendo, pregunten a la CNMC. Lo del efecto cohete cuando sube y pluma cuando baja suena a tomadura de pelo.
El precio del gas ha caído todavía más. Está a algo más de 35 euros la referencia europea cuando el verano pasado estaba cerca de 350. Ha dividido por 10 con lo que eso supone en, sobre todo, el precio de la luz –tampoco entiendo el funcionamiento de la factura, llamen a su compañía a ver qué milonga les cuentan–. Y esto es todavía mejor noticia.
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Los peores augurios de hace un año han quedado en nada. Ni cierres parciales de capacidad ni, desde luego, apagones. Y tiene sentido pensar que lo peor está por detrás. Hemos salvado razonablemente bien el punto de partido.
Además, el menor precio de los combustibles –sí, los precios sí caen– va directo al bolsillo de los (sufridos) consumidores y supone un contrapunto al menoscabo que está sufriendo últimamente la renta disponible por la alta inflación. En los próximos meses debería revertirse en parte la merma de la renta disponible por el control de la inflación y la subida de los salarios. Si a lo anterior sumamos una eventual recuperación de la confianza que nos haga disponer del ahorro acumulado, el renqueante consumo podría levantar cabeza. Lo veremos. En cualquier caso, estos últimos tiempos no son los más fáciles para tratar de anticipar el comportamiento de la economía. Pero lo que es indiscutible es que nos cuesta menos llenar el depósito de la gasolina o encender la luz; es bueno y mucho mejor de lo que cabía esperar. El resto lo iremos viendo.
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