el quinto en discordia
La OPEP se equivoca
Parece que el príncipe ventajista ha calculado mal sus fuerzas
El anuncio la semana pasada del recorte de producción por parte del cártel del petróleo sorprendió, pero no tanto. Sorprendió porque recortar –o por lo menos anunciarlo, luego ya veremos qué hacen– la producción de dos millones de barriles en las circunstancias actuales escapa de ... toda lógica. Incluso a la más burda y cortoplacista que es la que se ha impuesto en esta organización comandada por Arabia Saudí de tratar de mantener los precios altos el mayor tiempo posible.
Y también sorprendió porque parece un desplante innecesario al resto del mundo, máxime cuando Biden hace pocos meses, haciendo de tripas corazón, pasó la mano por el lomo al sátrapa saudí. Probablemente consigan que el precio se mantenga a estos niveles a corto plazo, lo que por otra parte no son para nada precios con los que no estemos acostumbrados a convivir. Pero eso va a ser la única baza que se va a poder anotar Mohamed bin Salman.
Parece que el príncipe ventajista ha calculado mal sus fuerzas. Terminar de enemistarse con quien ha sido su aliado tradicional y protector en la región es un error de cálculo de bulto sobre todo ahora que Occidente con Estados Unidos al frente han recuperado la iniciativa. Nunca es recomendable cambiar de caballo cruzando el río, pero menos cuando al que te pretendes subir está dando bocanadas.
Tampoco parece lo más indicado certificar que eres un proveedor tan poco fiable en un momento en el que tus principales clientes –los países occidentales– están forzosamente replanteando sus estrategias energéticas. Si tenían alguna duda, ya no la tienen. Cuanto más rápido sean capaces de desengancharse de los combustibles fósiles, mejor. Pan para hoy y hambre para mañana. Les vendría bien recordar que la edad de piedra no se superó porque las piedras se acabaran sino porque se descubrió el hierro. Si no teníamos suficientes incentivos para invertir en renovables, ahora tenemos uno más.
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Semejante pifia como decía antes, sorprende pero no tanto si tenemos en cuenta quién es la cabeza pensante. Es una pataleta, otra más, que probablemente ni siquiera consiga mantener el precio del petróleo a estos niveles. Estados Unidos tiene muchos incentivos para seguir liberando reservas estratégicas –más cuando tiene elecciones legislativas a la vuelta de la esquina– y el resto del trabajo lo va a hacer la contracción de la demanda, principalmente de la mano del país a quien con este movimiento estén tratando de acercarse: China. El pinchazo de la burbuja inmobiliaria del gigante asiático va a tener muchas consecuencias pero desde luego una muy importante va a ser el mucho menor consumo de materias primas con el petróleo y sus derivados a la cabeza. No, no parece una decisión muy meditada –aunque sí previsible– la que ha tomado la OPEP. Peor para ellos.