el quinto en discordia
El 'lunes negro' de las bolsas no ha sido para tanto
La zozobra en los mercados ha sido un visto y no visto, y este es el mejor indicador de que no ha sido para tanto y de que todo va a quedarse en un susto sin mayor recorrido
No se ha roto nada (06/08/24)
Trump y el 'bitcoin' (04/08/24)
Madrid
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEl comportamiento de las bolsas la semana pasada no fue para tanto. Tras el lunes negro que zarandeó al mercado, las aguas volvieron a su cauce. La semana se saldó con caídas de menos de un punto porcentual en los principales índices mundiales, incluidos ... los japoneses, que fueron el epicentro de todo.
La explicación más sencilla es que el fortísimo repunte de la volatilidad se debió a la apreciación del yen, que cogió a todo el mercado con el pie cambiado por lo que en el argot se conoce como 'carry trade', obligando a muchos inversores a deshacer sus posiciones al mismo tiempo.
El terremoto del lunes no ha tenido réplicas y los relatos alternativos que se lanzaron para tratar de justificar la vuelta de la inestabilidad al mercado se irán diluyendo a medida que avancen los días y comprobemos que las cosas siguen más o menos igual. Resulta muy forzado pensar que la economía de Estados Unidos haya descarrilado de un día para otro porque un par de datos macro salgan unas décimas peor de lo esperado. Y aunque todo va de relatos, este no se sostiene y es fácilmente desmontable con otras tres cifras en sentido contrario.
No es lo mismo que la economía de EE.UU. deje de crecer al ritmo al que lo venía haciendo a que vaya a entrar en barrena. Y menos en las circunstancias actuales en las que el sector privado casi no está endeudado. Una economía con pleno empleo y con apalancamientos razonables de empresas y familias difícilmente puede deteriorarse sin un 'shock' externo. Podrá crecer menos pero no entrar en una espiral que justifique un 'crash' en el mercado.
No estamos ahí. Además, los responsables de la política monetaria japonesa, que abrieron la caja de Pandora con una subida de tipos de interés inesperada y a contracorriente, han reconocido su parte de culpa y no es probable que perseveren en el error.
La zozobra en los mercados ha sido un visto y no visto y este es el mejor indicador de que no ha sido para tanto y que todo probablemente vaya a quedarse en un susto sin el mayor recorrido. En cualquier caso por aquí seguiremos el resto de agosto para contárselo.
Lo que viene tras el mes de agosto
Los que llevan tiempo en esto saben que en agosto no hay muchas referencias para los mercados. Los datos económicos a estas alturas ya suelen llevar su camino y los resultados del segundo trimestre los hemos conocido antes de las vacaciones. Habrá que esperar a la primera semana de septiembre para ver por dónde van los nuevos datos de inflación, aunque los últimos han sorprendido positivamente. También el primer viernes de septiembre se publicará el dato de empleo, que es el mejor termómetro de la evolución de la economía. El último dato, peor de lo esperado, ha sido el que más ha alimentado las dudas sobre la marcha de la economía de Estados Unidos.
Por el camino tendremos la reunión de los banqueros centrales de todo el mundo en Jackson Hole. Y aunque siempre resulta interesante, desde que la política monetaria global está hasta cierto punto coordinada, no parece que vaya a ser una reunión trascendental. A diferencia de otras citas, los banqueros centrales no tienen la pelota en su tejado porque han hecho bien las cosas y, aunque sea con algo de retraso sobre sus previsiones, los precios se están embridando y pueden bajar los tipos más o menos de acuerdo a lo esperado.
El hito más importante del verano será la publicación de resultados de la compañía de semiconductores Nvidia, a finales de agosto. El hecho de una sola compañía tenga en vilo a todo el mercado es un buen indicador del momento en el que estamos. La firma es el mejor exponente de lo que representan en las bolsas las 'siete magníficas'. La firma de chips -como los fabricante de picos y palas en la fiebre del oro- ha sido la clara ganadora de la revolución de la Inteligencia Artificial (IA).
Hay pocas dudas de que se va a seguir beneficiando de las ingentes inversiones que todo el mundo tiene que hacer para el desarrollo de la IA. Sin embargo, no está del todo claro que estos crecimientos justifiquen el precio que está pagando el mercado. El problema no es tanto lo que le pueda pasar a Nvidia, sino el impacto que pueda tener en la Bolsa mundial, lo que es un buen termómetro del riesgo de concentración que pende sobre la cabeza de los índices bursátiles.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete