La española, la mejor bolsa europea

Este titular a algunos le resulta odioso por motivos que podríamos calificar como políticos. «No puede ser que con lo que está pasando en este país la bolsa lo haga bien». Otro ejemplo más de cómo de subjetivos somos en nuestros análisis y cómo de perniciosos son los sesgos a la hora de tratar de analizar los mercados. Siempre es difícil diferenciar realidad y deseos, y probablemente en este caso todavía más. La animadversión que suscita el personaje, por otra parte más que justificada, nubla la vista al más frío de los observadores. Ahora, en el sueldo de algunos está el no dejarse llevar por estas emociones.

El mejor comportamiento de la bolsa española no solo este año sino los tres últimos -importa recordar que ya son tres de mejor comportamiento relativo- está de sobra justificado en los fundamentales. La economía va bien, mejor que la del resto de países desarrollados -a pesar del Gobierno, sin duda-. Los resultados empresariales van de la mano de economía. Las valoraciones son atractivas -lo siguen siendo aunque desde mínimos de hace algunos meses la subida haya sido mucha-. Y, por último, el nivel de exposición a bolsa española continúa siendo muy bajo por lo que son muchos los que todavía no se han subido al carro.

Además, el gobierno como muy bien enfatiza Ignacio Camacho, está pero no hace. Y lo preocupante en la economía es lo que se hace por mucho que nos repateé que estén. De hecho, un gobierno inane es probablemente el mejor de los gobiernos para la economía. El riesgo regulatorio se aparca y los agentes económicos una vez superadas las primeras dudas se desenvuelven mejor. Sin duda hubiera sido mejor un gobierno que tomara buenas decisiones -la oportunidad perdida es algo que llevamos tiempo echando en cara al gobierno-, pero no hay que menospreciar uno que no hace nada sobretodo si tenemos en cuenta la otra alternativa.

Los mismos que no terminan de creerse que la bolsa española lo haga mejor son los que van a lamentar no haber participado de la subida. Al inversor español es a quien más le duele perderse el mejor comportamiento de su mercado básicamente por una cuestión de cercanía. Las sonrisas socarronas de algunos se tornarán en algún momento en amargas. Tiempo al tiempo. Es consecuencia de la naturaleza humana. Y da la sensación de que a esta racha todavía le queda. No esperen a la por otra parte inevitable salida de Sánchez para invertir. Como demuestran estos tres últimos años, la cosa no va de eso.