el quinto en discordia
Baile de sillas en la banca
El objetivo tiene que ser cuatro o cinco grandes jugadores paneuropeos y uno o como mucho dos campeones nacionales
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Otra eventual vuelta de tuerca del proceso de consolidación de la banca lleva tiempo sobrevolando el mercado español. La semana pasada sonó la posibilidad de que Sabadell y Unicaja se fusionaran. Nada nuevo, pero que quizá hoy tiene todavía más sentido. Una vez que los ... bancos han vuelto a rentabilidades más razonables por encima claramente de su coste de capital, los que se han quedado rezagados en el proceso son candidatos a que les acabe integrando alguno más grande que, por ejemplo, con los beneficios de un solo año se puede hacer con todo el capital de uno de estos bancos más pequeños. Por eso, sumar fuerzas, además de todo el sentido industrial y financiero que ya tenía, supone una forma de defenderse ante alguna oferta repentina que te deja con un palmo de narices. Importa recordar que no hace tanto en la mesa del consejo del BBVA se plantearon la posibilidad de subir la oferta por Sabadell tras una primera oferta que rechazaron, algo que no hicieron y de lo que visto lo visto probablemente se habrán arrepentido.
Juntar meriendas en el caso de los bancos, como hemos podido comprobar estos últimos años, es algo que como dicen los chavales ahora, renta. Además, es algo que cuenta con el visto bueno del regulador. Y más ahora que los bancos tienen más claridad con lo que va a pasar con el precio de su materia prima, el dinero.
La posible fusión de Sabadell con Unicaja tiene todo el sentido. Pero probablemente para quien más sentido tiene es para el principal accionista de Unicaja y los ejecutivos de ambas entidades que con esta operación seguirían siendo dueños de su destino. Otro tipo de planteamientos dejaría tanto a la fundación de Unicaja como a los principales ejecutivos a merced de lo que pudiera en su caso decidir la entidad compradora.
Tal y como apuntó el Banco Central hace no tanto, el objetivo tiene que ser cuatro o cinco grandes jugadores paneuropeos y uno o como mucho dos campeones nacionales. Las fusiones trasfronterizas sin unión bancaria no tienen mucho sentido. Ahora, entretanto, los bancos nacionales tienen que ir haciendo los deberes en sus respectivas geografías. Y esto es como lo de las conferencias en Madrid: o las das o te las dan. El último arreón del baile de sillas ya ha empezado y la música no va a tardar en parar. Quien tenga que mover ficha, más vale que espabile. O te espabilas o te espabilan.
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