ajuste de cuentas
Volkswagen pone la cogestión alemana en la mira
Tras el anuncio de que cerrará factorías en Alemania por primera vez desde su fundación en 1937, se empieza a discutir la influencia que supone tener en el accionariado al estado de Baja Sajonia y en la alta dirección de la compañía a los sindicatos. Lo que antes era visto como una ventaja, ahora aparece como una severa restricción
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Iniciar sesiónA principios de septiembre, Oliver Blume, el director ejecutivo de Volkswagen, anunció que la empresa estudiaba el cierre de factorías en Alemania por primera vez desde su fundación en mayo de 1937 bajo el III Reich. Desde ese momento, los análisis sobre la crisis de ... Volkswagen han proliferado. Pero quizá, nadie haya sido más expresivo que el medio digital Axios al compararlo con la japonesa Toyota: «En 2023, Volkswagen contaba con unos 684.000 empleados, 309.000 más que la eficiente Toyota que el año pasado vendió alrededor de 2 millones de vehículos más en todo el mundo».
A pesar de operar en el mismo sector, ambas empresas tienen culturas y enfoques de gestión diferentes. Volkswagen ha sido históricamente una firma con una estructura centralizada y jerárquica. Las decisiones estratégicas se concentran en la alta dirección, con una cultura corporativa que ha favorecido el surgimiento de líderes con autoridad, como fue el caso de Winterkorn, ahora procesado por fraude. A lo largo de los años, la empresa ha crecido a través de la adquisición de marcas como Porsche, Audi y Bentley, buscando consolidarse como un conglomerado de gran prestigio. Sin embargo, este enfoque también contribuyó a la crisis del Dieselgate, ya que la presión por cumplir metas llevó a una falta de supervisión efectiva y una cultura de la complicidad.
Toyota, en cambio, es conocida por su Toyota Production System (TPS), un método de gestión que promueve la descentralización y la toma de decisiones en todos los niveles de la empresa. El sistema se enfoca en la mejora continua (o 'kaizen') y la eliminación de residuos, lo que ha permitido mantener un control de calidad riguroso y una operación eficiente. La descentralización fomenta la autonomía y la responsabilidad a nivel local, lo que ayuda a adaptarse a las demandas de los mercados regionales y a reaccionar de manera más ágil ante problemas operativos.
La respuesta de Volkswagen al escándalo del Dieselgate fue lenta y defensiva. Intentó minimizar su gravedad, lo que erosionó aún más la confianza pública. La falta de transparencia y la negación inicial del problema hicieron que se expandiera rápidamente, afectando la reputación global de la marca. Cuando la magnitud del escándalo se hizo innegable, se vio obligada a implementar cambios significativos, lo que llevó a la salida de Winterkorn. Además, la empresa se lanzó a una reestructuración que incluía inversiones masivas en el desarrollo de vehículos eléctricos, en un intento por redimir su imagen y posicionarse como líder en sostenibilidad.
Toyota también ha enfrentado varias crisis, siendo la más notable el retiro masivo de vehículos en 2009-2010 debido a problemas con aceleradores defectuosos que podían quedarse atascados, lo que ponía en riesgo la seguridad de los conductores. Toyota reaccionó de manera rápida, ordenando una retirada global de millones de vehículos y ofreciendo disculpas. El entonces presidente Akio Toyoda asumió la responsabilidad personalmente y compareció en el Congreso de Estados Unidos para dar explicaciones.
Un elemento polémico de Volkswagen es la presencia de los sindicatos y del gobierno regional de Sajonia en el Consejo de Vigilancia de la compañía. Su impacto en la gestión está siendo objeto de debate. Si bien esta peculiaridad ha proporcionado ventajas, como la estabilidad laboral y fuertes vínculos con los actores locales, también ha introducido complejidades y desafíos, particularmente en tiempos de crisis y cambio estratégico.
La firma opera bajo el singular sistema de cogestión alemán, un subproducto del capitalismo renano que requiere que las grandes empresas tengan una representación igualitaria de trabajadores y accionistas en sus consejos de supervisión. En Volkswagen, el Consejo de Vigilancia está compuesto por diez miembros que representan a los accionistas (incluidos representantes de la familia Porsche-Piëch, que controla la mayor parte de las acciones, y del gobierno regional de Baja Sajonia, que posee una participación significativa) y diez miembros que representan a los sindicatos, en particular al poderoso IG Metall, uno de los sindicatos más grandes de Alemania. El gobierno de Baja Sajonia, con alrededor del 20% de propiedad, dispone de una minoría de bloqueo debido a la «Ley Volkswagen», que le permite vetar decisiones clave, como cierres de fábricas o fusiones.
Una de las críticas a la presencia de sindicatos y del gobierno regional en el Consejo de Supervisión es que genera resistencia a las medidas necesarias de reducción de costos. Los sindicatos, por naturaleza, priorizan la seguridad laboral y las condiciones de trabajo, lo que a veces puede entrar en conflicto con las necesidades de la empresa. Las decisiones, además, son más lentas y el escándalo Dieselgate también demostró que la presencia de los sindicatos y de una estructura política regional en la alta dirección no significaba un comportamiento más honesto o ético por parte de la empresa, cuestión que ya había quedado de manifiesto en casos anteriores de malas prácticas como los que afectaron a la compañía Siemens a finales de la década de 1990.
Comparativa
de negocio
entre Volkswagen
y Toyota
Datos 2023
VOLKSWAGEN
Ingresos:
312.000 mill. de euros
Beneficio neto:
15.840 mill. de euros
Trabajadores:
675.000
Vehículos
vendidos:
8,3 mill. de uds
MERCADOS
Europa
China
ESTRATEGIA ELÉCTRICA
50% ventas EV en 2030
CAPITALIZACIÓN BOLSA
48.000 mill. de euros
GASTO I+D
18.000 mill. de euros
TOYOTA
Ingresos:
231.000 mill. de euros
Beneficio neto:
15.400 mill. de euros
Trabajadores:
370.000
Vehículos
vendidos:
10,2 mill. de uds
MERCADOS
Norteamérica y
Sudeste Asiático
ESTRATEGIA ELÉCTRICA
Híbridos. 3,5 millones EV en 2030
CAPITALIZACIÓN BOLSA
213.000 mill. de euros
GASTO I+D
7.000 mill. de euros
Fuente: Volkswagen y Toyota
P.S./ ABC
Comparativa de negocio
entre Volkswagen y Toyota
VOLKSWAGEN
TOYOTA
Datos 2023
Ingresos:
312.000 mill. de euros
Ingresos:
231.000 mill. de euros
Beneficio neto:
15.840 mill. de euros
Beneficio neto:
15.400 mill. de euros
Trabajadores:
675.000
Trabajadores:
370.000
Vehículos
vendidos:
8,3 mill. de uds
Vehículos
vendidos:
10,2 mill. de uds
MERCADOS
Europa
y China
Norteamérica
y Sudeste Asiático
ESTRATEGIA ELÉCTRICA
50% ventas EV en 2030
Híbridos. 3,5 millones EV en 2030
CAPITALIZACIÓN BOLSA
48.000 mill. de euros
213.000 mill. de euros
GASTO I+D
18.000 mill. de euros
7.000 mill. de euros
Fuente: Volkswagen y Toyota
P.S./ ABC
El futuro también las separa. Tras el Dieselgate, Volkswagen apostó por la electrificación. Aunque esta transformación es vista como positiva, se considera una respuesta forzada más que una evolución natural. Toyota, en cambio, ha sido pionera en tecnología limpia desde el lanzamiento del Prius en 1997. La empresa ha invertido en tecnologías de hidrógeno, buscando alternativas. Esto ha hecho que se la vea dubitativa y que aparezca como partidaria de una descarbonización más lenta.
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