ajuste de cuentas
El segundo banco de Cataluña es el BBVA
El Sabadell puede volver mil veces, pero seis de las diez cajas de ahorro catalanas fueron absorbidas por el banco azul
Calentando el asiento (24/01/2025)
La decisión de los jefes del Sabadell de devolver la sede social a Cataluña ha sido saludada como una genialidad estratégica, pero en realidad es una muestra de gran debilidad. No hay evidencia de que el retorno fuera una prioridad entre los accionistas (¿dónde ... están las cartas al consejo pidiéndolo?) ni siquiera entre los clientes y la decisión politiza totalmente la opa del BBVA. El perfil político de la decisión fue aún más evidente cuando, al día siguiente de que ABC adelantara la noticia, una mayoría de grandes empresas que tuvieron que abandonar Cataluña por la fiebre independentista, reiteraran que aún no es el momento de volver. Todo esto hace pensar que Oliu y González-Bueno han apretado el botón nuclear a la desesperada, un movimiento desencajado con la línea de defensa que habían planteado hasta ahora y que se basaba en las bondades del camino propio. Esa estrategia despertó la simpatía de muchos, sobre todo ante la posibilidad de la pérdida de pluralismo entre los proyectos bancarios españoles.
Pero también ha llamado la atención la poca beligerancia que ha mostrado el BBVA, responsable de la opa, respecto de estos argumentos. Ni ha cuestionado la decisión como una injerencia indebida, ni la ha combatido argumentalmente. La razón es que debatir sobre esto puede resultar contraproducente ante las autoridades de competencia, porque, según muchos parámetros, el segundo banco de Cataluña es precisamente el BBVA. En 2012, adquirió Unnim, y entre 2014 y 2015, completó la compra de Catalunya Banc. Estas operaciones le permitieron alcanzar una cuota de mercado cercana al 25% en la región y sumar aproximadamente 2,6 millones de clientes.
Aunque esta cuota ha bajado desde entonces, la CNMC ha dicho que si la opa sale adelante, BBVA y Sabadell superan el 30% del mercado minorista en Cataluña y el País Vasco. En términos de crédito concedido, captación de depósitos o inversión empresarial, BBVA es una de las entidades principales en Cataluña, especialmente por su enfoque en empresas y pymes. En éste último segmento andaría por ahí con el Sabadell. Pero el BBVA estima que este es el momento de apaciguar a las autoridades de competencia y no de conquistar los corazones de los catalanes, pese a que en octubre del año pasado, el presidente de la entidad, Carlos Torres, proclamaba que la entidad era «el banco que más ha apostado por Cataluña en la última década» y que ha terminado por integrar «seis de las antiguas diez cajas catalanas».
La decisión del Sabadell no está destinada a convencer a los accionistas. De hecho, la mayor parte de los fondos de inversión decidirán por factores como el precio o el proyecto que pueda desarrollar el BBVA, no por el lugar donde esté la sede social. De lo que se trata la decisión del Sabadell es de congraciarse con el poder político que es ahora el único que puede frenar la operación. jmuller@abc.es
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