Musk: el que tenga hacienda que la atienda
El caso del desplome de Tesla es el aviso para todos aquellos que quieren mezclar política y negocios a la vista de todo el mundo

Julio Aparicio, que en sus horas libres era consejero de 'La Crónica de León', cada vez que sentía que los problemas del periódico lo devoraban soltaba un refrán que decía «el que tenga hacienda, que la atienda» y se marchaba a Madrid a ... ocuparse de sus otros negocios. Elon Musk se ha dejado unos cuantos miles de millones de dólares en aprender esto. Tras el desastre de los resultados trimestrales de Tesla, Musk ha dicho que sólo se pasará «uno o dos días por semana» por las oficinas de DOGE en Washington DC y se centrará en gestionar su empresa. Su caso servirá de lección para todos aquellos que quieran mezclar política y negocios a la vista de todo el mundo. Lo normal es hacerlo a escondidas y no pánfilamente como ha hecho Musk, que ha tenido que pagar el precio de una política impopular con la satanización de sus coches eléctricos.
Con todo, pienso que algún premio acabará recibiendo. Un estudio publicado el año pasado sostiene que las empresas con conexiones políticas sufren menos las consecuencias de las guerras arancelarias. Esta es una razón más -y lo digo irónicamente- para apostar por el 'capitalismo de amiguetes' que tanto le fascina al PSC en España. Y esto podría explicar por qué los procedimientos abiertos por la Unión Europea contra las grandes plataformas norteamericanas, pueden ser una herramienta de negociación.
Lo que está en marcha en Washington desde la semana pasada es la reconciliación entre Trump y Wall Street. Después de que la renta fija y el dólar avisaran de las inconsistencias de su guerra arancelaria y tras reconocer que no intentará deportar a Jerome Powell como si fuera un miembro del Tren de Aragua, el presidente está recogiendo todo el hilo de la cometa que lanzó al aire el 'Día de la Liberación' (2 de abril), un auténtico fiasco suyo y de su equipo. Incluso un arancel de 145% a China ahora le parece «demasiado alto» y la última noticia es que está considerando bajarlos. Trump no es un tipo serio y seguirá siendo un foco de incertidumbre. Lo importante es no caer en su juego. Pekín cometió esta semana el error de amenazar explícitamente a los países que adopten medidas que perjudiquen a China para salvarse de Trump. ¿Qué necesidad había de repetir lo obvio como amenaza?
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