Líderes bajo presión

Hay muchos estudios sobre el liderazgo en tiempos de crisis, pero hay pocas investigaciones sobre lo que pasa con los líderes. Conozco una, que siempre cito, 'Leaders Under Stress' de Thomas Waigele, elaborada en la Guerra Fría. Pero este trabajo no intentaba determinar el impacto del estrés en la toma de decisiones, sino en cómo sacar ventaja del momento en que un líder rival estuviera actuando bajo presión.

La mayoría de los estudios se dedican a ensalzar la importancia del liderazgo a todos los niveles, desde los jefes de las unidades más pequeñas hasta los estados mayores. «Durante una situación de emergencia o crisis, una de las facetas más relevantes de los líderes, es la gestión emocional propia y ajena… En este sentido, los líderes actúan como 'pantalla', una especie de filtro, entre la retroalimentación de la situación y las emociones que provoca..., ya que así permite que el equipo se pueda focalizar en su tarea», escribe la psicóloga De la Cruz Fresneda en el número de junio de la Revista Científica del Centro Universitario de la Guardia Civil. Sin embargo, sobre el liderazgo político lo que hay es una colección de anécdotas, muchas de ellas relacionadas con Churchill.

Pero no es lo mismo el liderazgo táctico de un comandante de unidad que el liderazgo estratégico que debe proporcionar un político (alcalde, presidente autonómico o del Gobierno). Además, a diferencia de un bombero, policía o militar, el líder político no ha ganado las elecciones por su habilidad para gestionar estas crisis. Por eso es importante que cuente con buenos técnicos a su disposición. Pero incluso cuando el líder político acierta con la percepción y evaluación de la situación, la vivencia emocional que experimenta de forma simultánea puede menoscabar su objetividad a la hora de elegir la estrategia. Precisamente la distancia física y funcional proporciona esa objetividad, tan necesaria a la hora de decidir correctamente. Por eso tenía todo el sentido que se dictara el estado de alarma en la Comunidad Valenciana o que se declarara la emergencia de nivel 3, para evitar que la falta de un juicio objetivo privara a la población del auxilio necesario. El viernes pasado, en Onda Cero, el presidente de la diputación de Valencia, Vicente Mompó, decía que «no podemos llenar las calles de militares y bomberos aunque tengamos capacidad». Lo ocurrido ayer en Paiporta demuestra lo equivocado de su juicio. jmuller@abc.es