Los informes me resbalan

Nada que no se supiera desde hace meses, pero que no ha merecido atención por parte de un Ejecutivo que sigue creyendo que podrá seguir navegando a favor de la corriente, con el mínimo esfuerzo por mejorar la eficiencia del gasto y con el viento de la inflación que le ha permitido detraer silenciosamente recursos de los ciudadanos y dejar en las raspas las nóminas de todos.

Nos adentramos en un escenario que exige un dominio estricto del escenario fiscal y una fortaleza política de la que este gobierno carece. El actual Ejecutivo de Sánchez es una coalición negativa, creada en contra del bloque que forman PP y Vox, que aglutina elementos muy disímiles y que debe actuar en un escenario que se parece mucho más al que se produjo en 2018 después de la moción de censura que al que surgió de las elecciones de noviembre de 2019.

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Sánchez lo sabe y su primera gran prueba -como en 2019- son los Presupuestos. Los de entonces no salieron adelante porque ERC no quiso y obligaron a la convocatoria electoral de abril. Esas traicioneras aguas vendrán a partir de febrero porque entraremos en 2024 con las cuentas prorrogadas. Así que, ahora mismo, lo que menos le preocupa a María Jesús Montero es que los organismos independientes le bendigan con buenas palabras. Ella tiene que administrar las cuentas de manera que no se caigan los apoyos parlamentarios, lo cual garantiza que la economía será mucho más política en los próximos meses. jmuller@abc.es