El coste de los suministros básicos del hogar se dispara tras la retirada del IVA reducido y vuelve a tensar el IPC hasta el 3,2%

Desde que arrancó el año, y en buena medida debido a la reinstauración del marco fiscal anterior a la escalada histórica de los precios de la energía desencadenada por la guerra en Ucrania, el precio de la electricidad se ha disparado un 11,2%; el de los hidrocarburos de uso doméstico, como el butano o el propano, un 7,1%; el del gas natural y el gas ciudad, un 5,7%; e incluso el suministro de agua se ha encarecido igualmente un 4,2%.

El INE ha identificado en la nota de prensa difundida este viernes estos elementos, incluidos en el epígrafe genérico de 'Vivienda', como el factor que más ha influido en tensar el IPC en marzo, junto a otros más asociados a la estacionalidad, como los servicios turísticos vinculados a la Semana Santa, o el precio del transporte.

El encarecimiento de la factura energética parece, además, estar teniendo un efecto arrastre sobre el precio de determinados servicios. Los servicios de pintores, carpinteros, fontaneros, electricistas, peluquerías o los de reparación de electrodomésticos se han encarecido en lo que va de año en torno al 2%, en línea con lo advertido por los analistas que avanzaban una mayor presión de precios por el lado de la economía de los servicios.

Las buenas noticias han llegado desde el flanco del IPC de los alimentos, que agudizó en marzo su tendencia a la moderación hasta situarse en el 4,3%, la tasa más baja desde noviembre de 2021 y con una reducción de más de doce puntos en el último año. Los datos de Estadística muestran que en lo que va de año se ha abaratado el precio de productos de consumo masivo como el arroz, las harinas, las pastas alimenticias, las carnes, las legumbres, las hortalizas e incluso algunos productos lácteos.

No es una caída generalizada. El aceite de oliva se ha encarecido más de un 13% en el primer trimestre del año, el chocolate más de un 7%, las patatas más de un 4% y el pescado fresco se ha encarecido cerca de un 2%.

El aceite de oliva destaca como el producto que más sube en comparación con el año pasado y apunta un incremento del 70%. Este artículo acumula un encarecimiento del 200,4% desde enero de 2021, lo que significa que su coste se ha triplicado en los últimos tres años.

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El INE también destaca el aumento de precios en ocio y cultura, con una tasa del 3,8% por el encarecimiento de los paquetes turísticos, y el incremento del gasto en transporte, que subió medio punto hasta el 2,9% por un aumento en el coste de los carburantes y lubricantes para vehículos personales.

En este contexto, la inflación subyacente, que excluye alimentos no elaborados y energía sigue en descenso y se reduce dos décimas en marzo hasta alcanzar el 3,3%, el dato más bajo de los dos últimos años y prácticamente idéntico al índice general, resolviendo otra de las anomalías que se había acumulado en los últimos meses.

Si durante el año pasado el Gobierno insistió en el mejor comportamiento comparativo de la inflación respecto al resto de nuestros socios europeos hasta el punto de acuñar el mantra de que España era el país que más crecía de Europa y el que menos inflación tenía, ahora las tornas -ya lo avanzaron los analistas- han cambiado. El IPC armonizado español (que se calcula a partir de una metodología que permite comparar todos los indicadores de los países del euro) acumula seis meses por encima del de la media de la eurozona y aunque la brecha entre ambos es aún reducida, lo cierto es que va ensanchándose poco a poco.

Según la información difundida este viernes por el INE, el IPC armonizado se situó en el 3,3%, frente al 2,4% registrado por la media de los países del euro. Esta brecha acostumbra a ser analizado por los analistas como un indicador de competitividad, ya que brechas de evolución de los precios relevantes y mantenidas en el tiempo suelen tener efectos negativos sobre la competitividad de los productos nacionales en los mercados internacionales.

El Ministerio de Economía ha calificado el repunte del IPC en marzo como "un ligero incremento" que ha atribuido a la "normalización del tipo impositivo para la electricidad" y ha celebrado que «los datos de inflación siguen reflejando la capacidad de la economía española de compatibilizar el mayor crecimiento económico entre los principales países de la zona euro con una moderación de precios».

Desde el Partido Popular han puesto el acento en el ensanchamiento de la brecha de precios con la media europea. "Esta dato demuestra que estamos por encima de la media de la UE, que los españoles pierden poder adquisitivo y cuesta más hacer frente a los gastos del día a día", ha asegurado el portavoz económico Juan Bravo, que ha vuelto a proponer la deflactación de la tarifa del IRPF como mecanismo para blindar el poder adquisitivo de los ciudadanos frente a la inflación..