Observatorio morosidad cepyme
Los intereses que pagan las pymes se duplican en un año por el empuje de los tipos y el IPC
La deuda comercial asciende a 200.000 millones en el primer trimestre, un 19,2% más que en 2022
La falta de datos frustra el plan del Gobierno para controlar los beneficios empresariales
Madrid
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Iniciar sesiónLa doble estocada que supone para las finanzas de las empresas la inflación y el abrupto aumento de los tipos de interés del último año tiene un efecto sustancial en términos de encarecimiento de los costes de producción por un lado y de los costes de financiación ... por otro. Pero en ambos casos la tendencia implica un estrechamiento de los márgenes que sobre todo afecta a las pequeñas y medianas empresas, con mayores dificultades para amortiguar el impacto de las subidas de precios y con menor capacidad para captar financiación.
Así lo advierte la principal patronal española de la pequeña y mediana empresa, Cepyme, que señala en su Observatorio de la Morosidad correspondiente al primer trimestre de 2023 que las empresas con menos de 250 trabajadores acumulan una deuda comercial de 200.000 millones de euros en este periodo en facturas impagadas. O lo que es lo mismo, hasta la fecha hay 200.000 millones menos de liquidez para el tejido priductivo por los pagos a plazo.
Sin embargo, aunque la deuda comercial es ya un 19,2% mayor que hace un año, si se observa el coste que las empresas asumen por la financiación de la misma se aprecia como se ha casi duplicado en los últimos doce meses, teniendo en cuenta tanto la financiación prevista y ajustada a plazo como la morosa. Según advierte Cepyme, estos intereses son a día de hoy un 97,5% mayores y suponen 2.649 millones de euros. Desde 2011 las pymes no sufrían un coste tan elevado para financiar su deuda comercial.
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Así, la deuda comercial que surge con las ventas y el coste financiero de la misma constituyen un coste siempre presente en las empresas de todos los tamaños. Una parte de esa deuda comercial, sin embargo, no se cobra en los plazos previstos. Esa parte morosa de la deuda comercial supone un coste adicional. Por lo tanto, el coste financiero de la deuda comercial es la suma de esos dos componentes: el normal y el moroso.
El coste financiero de la deuda comercial depende del volumen de la misma y del tipo de interés. Al mismo tiempo, la deuda comercial tiende a subir junto con el mayor nivel de actividad, por el mayor volumen de ventas que conlleva. Desde la segunda mitad de 2021, el incremento de la inflación añade un incremento extra a la deuda comercial, por la subida de los precios.
Mientras que el coste financiero normal de la deuda comercial se elevó para el total de pymes a poco más de 1.301 millones de euros en el primer trimestre de 2023 en datos anualizados, siendo el mayor desde marzo de 2012 con un aumento interanual de 202%, el coste financiero de la mora tuvo un incremento más contenido porque, tanto para las empresas pequeñas como para las medianas los plazos de pago se redujeron (aunque ese no fue el caso de las microempresas). Para el conjunto de pymes, el coste de la mora, en términos anualizados, ascendió a 1.348 millones de euros en el primer trimestre, 48,2% más que un año antes.
Se reduce el periodo medio de pago
El Observatorio elaborado desde Cepyme también destaca que se sigue reduciendo el periodo medio de pago (PMP) de las empresas, pese al repunte estacional del primer trimestre del año a 82,1 días, aunque supone el plazo medio más breve para ese periodo desde 2015. En concreto, la cifra se situó 2,4 días por debajo de la registrada en el mismo periodo del año anterior.
Desde la patronal advierten de que las persistentes subidas de tipos y el encarecimiento de la financiación puede afectar a la morosidad de las empresas con el incremento del coste de deuda comercial. El responsable de estudios de Cepyme y autor del estudio, Diego Barceló, asegura que en el Índice de Morosidad en las Facturas de Ventas a Plazos (IMFVP), que en el primer trimestre registró su cuarto incremento interanual consecutivo, ve «un aspecto preocupante», sobre todo de «cara al futuro». «Nos está diciendo que gente ha comprado a plazo, está teniendo dificultades para pagar. Y de seguir así, se tendría que trasladar al conjunto de morosidad», analiza.
En el primer trimestre de 2023, de las 19 ramas de actividad consideradas, 17 tuvieron un aumento interanual en el IMFVP. Las excepciones fueron las ramas del transporte y de la distribución de alimentos. Los mayores incrementos en este índice se han encontrado en la construcción (168,6 puntos) y materiales de construcción (136,8), que son las únicas ramas que superan en más de un 30% la media nacional.
Cepyme destaca igualmente que las condiciones económicas externas como la inflación, la restricción de crédito y el alza de precios ha llevado a las tesorerías de las empresas a emprender «una gestión prudente» para afrontar «mayores gastos financieros».
La industria aumenta la morosidad
Por tamaño empresarial, el periodo de pago se incrementó en las microempresas (+3,9 días), registrando un aumento en seis de los últimos siete trimestres. Y en las grandes corporaciones, con un alza de 27,9 jornadas. Mientras, la cifra se redujo en las pymes, las que lograron una mayor disminución del periodo de morosidad, con 5,8 días menos respecto al mismo periodo del año anterior.
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Por sectores, el plazo de liquidación de las deudas comerciales subió en la industria (+31 días) y bajó en servicios (-15,9), construcción (-1,4) y agroalimentario (-3,8). La subida en este sector, explica el informe, se debe sobre todo a un movimiento del PMP de la rama de electricidad, gas y agua. «Si se excluyera dicho subsector, la industria tendría una reducción de su periodo de pago de casi un día», detalla. La reducción de morosidad más pronunciada, se observa en el sector de servicios, y a ella contribuyó la evolución de la rama del comercio minorista y el de venta de vehículos, que se anotan los menores plazos desde 2007.
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