La innovación da el punto decisivo a la lucrativa fiebre del pádel

Todas estas empresas están apostando fuerte por la innovación para modernizar un mercado en auge tanto a nivel europeo como español. En el Viejo Continente, la 'padelmanía' se traduce en un crecimiento del 181% de los clubes desde 2016 hasta 2021, al pasar de los 2.801 a los 7.869, según un estudio realizado por Monitor Deloitte en colaboración con Playtomic, que pone de manifiesto que el número de pistas ha aumentado un 159% en ese lustro, hasta llegar a las 26.314. En el terreno empresarial, el informe pronostica una inversión superior a los 1.000 millones de euros en el periodo 2022-2025, de forma que, de aquí a dos años, se alcanzarán las 67.000 instalaciones en suelo europeo.

España es el país líder atendiendo a que es el que suma más clubes y pistas, 3.811 y 14.000 respectivamente, por delante de Italia (1.452 y 3.513) y Suecia (925 y 3.500). Desde el Clúster Internacional del Pádel, formado por casi un centenar de asociados (83 españoles y 12 extranjeros) que en 2022 facturaron más de 1.100 millones de euros, estiman que aproximadamente el 7,5% de la población española practica este juego, que solo en material deportivo movió 231 millones de euros en 2021 en territorio patrio. «A pesar de que el pádel no nació en España, la industria fuerte está aquí y los grandes fabricantes de pistas son españoles. Es un mercado maduro, con bastantes años de crecimientos muy importantes», valora Jaume Ferrer, secretario técnico/coordinador de la entidad, que organizará en Málaga, del 20 al 26 de mayo de 2024, el Padel World Summit, donde se darán cita los principales actores de una industria en plena efervescencia.

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Los fondos de inversión son conscientes de las oportunidades que brinda el pádel y ya han protagonizado diversas operaciones. BD Capital compró la barcelonesa GreenSet y la alicantina Padel Courts Deluxe; Ergon Capital adquirió la murciana 360º Padel Group; Sopef, participado por la Autoridad de Inversión de Omán junto a Cofides y gestionado por MCH, tomó una participación minoritaria en la también española All For Padel; Atitlán entró en el capital de Grupo Galis World; GP Bullhound lideró la última ampliación de capital de Playtomic, en la que captó 56 millones de euros… «Los fondos están poniendo el foco porque es un sector atractivo con grandes posibilidades de crecimiento en todo el mundo», comenta Ferrer. Además del avance en EE.UU., sobre todo en Miami, hay importantes mercados europeos a punto de explotar.

«Ahora están despertando las grandes locomotoras de Europa: Francia, Alemania e Inglaterra. Están cogiendo tracción y se espera que sean el centro de la industria de aquí a los próximos tres-cinco años porque es un deporte en el que se requieren clubes e infraestructura, y eso no se construye de la noche a la mañana», explica Pablo Carro, cofundador y Co-CEO de Playtomic, la 'scaleup' española que ofrece un software de gestión integral a los clubes y facilita la experiencia de los deportes de raqueta al jugador. «Al principio éramos un 'marketplace' de reservas que permitía a los usuarios encontrar pistas y partidos, pero hemos desarrollado, en línea con el ADN del pádel, una app cada vez más social y el eje central de la interacción son los 'open matches' gracias a los que los jugadores no solo reservan pista sino que pueden apuntarse a un partido con gente de su nivel», concreta el emprendedor, que junto con Pedro Clavería y Félix Ruiz fundó en 2017 esta firma pionera en innovación en pádel.

En la actualidad, la herramienta permite coordinarse con el resto de participantes, que cada uno pague su parte, chatear sobre el partido… «Al usuario le facilitamos que encuentre con quien jugar y logramos que los clubes tengan mayor ocupación, ya que había pistas que no se utilizaban porque no se cuadraba a los cuatro jugadores», ahonda Carro, que resalta que en la medida en que Playtomic mejora la experiencia social de este deporte, contribuye al crecimiento de la industria. «Ayudamos a que sucedan los partidos, que los clubes se llenen, que compren más palas, etc.», dice. La compañía emplea a 150 personas y cuenta con un millón de usuarios activos cada mes en aproximadamente 5.000 clubes de 40 países. Sus mercados principales son España, Italia, Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo, Suecia, Finlandia, México y Oriente Medio (con Emiratos Árabes Unidos a la cabeza) y en el medio plazo está muy volcada en Francia, Alemania e Inglaterra.

Con la idea de optimizar el rendimiento de los clubes de pádel, Ricardo de las Heras puso en marcha hace tres años Pádel YVR, un sistema que combina tecnología propia y de terceros para eliminar procesos repetitivos. Tras crear en 2007 School Padel Center, dedicada al diseño, construcción y gestión de centros deportivos, este exjugador profesional se dio cuenta de que apenas se aplicaba tecnología a este tipo de negocios, en los que el personal se comía el 55-60% de los ingresos.

«Empecé con la automatización del proceso de inscripción y luego implementé un servicio con el que conectábamos, vía WhatsApp, a los clientes del centro con personas de su nivel. Ese fue el germen de Pádel YVR», rememora. «Un club de pádel manejaba una base de datos de los 500 jugadores más habituales, pero en Playtomic podía llegar a tener 15.000 contactos. Ataqué al 100% de la base, ofreciéndoles la oportunidad de participar en los partidos que organizábamos en los clubes. Cuando se abre un partido en Playtomic, tiene asociado un link público. Cada vez que cambia de estado (por ejemplo, pasa de dos a tres jugadores), nuestra tecnología coge el enlace y lo comparte en el grupo de Whatsapp del nivel correspondiente del club», detalla.

Esta solución tiene varias ventajas. Desde el punto de vista del ahorro de gastos, la empresa actúa como una recepción en remoto para los clubes, de modo que, según indica De las Heras, «pueden prescindir de horas de la recepción física» y, si no lo hacen, «al eliminar tareas repetitivas, generamos tiempo de calidad para los managers». Por el lado de los ingresos, al atacar al 100% de la base de datos, al segmentar por preferencias de horario y por nivel de juego, aumentan la ocupación de las pistas en horas libres. La empresa da servicio a 50 clubes en España y diez fuera de nuestras fronteras.

Pero ninguno de estos negocios tendría sentido sin pistas, un área en la que España es referente y en la que también hay cabida para la innovación. Padel Technologies es un botón de muestra. «Teníamos una larga trayectoria en el sector industrial, especializados en metalmecánica de precisión, con medios de fabricación de última generación. Como en las pistas de pádel hay un componente metálico importante, aplicamos nuestros recursos a este deporte», cuenta Juan Moro, CEO de la empresa, posicionada como fabricante de alto standing.

Su valor diferencial reside en el diseño, que persigue un estilo elegante, la seguridad de los jugadores (ausencia de cortes o soldaduras) y una mejora técnica en el ensamblaje de la pista. «Intentamos que no haya posibilidad de error», señala. El modelo Evo Heavy Duty, por ejemplo, está concebido para condiciones climatológicas extremas como fuertes vientos o ambientes costeros. «Tiene una serie de refuerzos para que la pista no dé problemas en muchos años», asegura Moro, con más de 2.500 instalaciones a sus espaldas. Su última innovación es Pocketball, un depósito para alojar bolas sobrantes en el poste de red para que no entorpezcan el juego.

Si una pista en buenas condiciones es clave, el uso de las pelotas adecuadas es crucial. Se trata de un servicio que los clubes ofrecen porque lo demandan los jugadores, pero que les supone una gran inversión de tiempo para poca rentabilidad económica. Con la startup PadelDrop, apoyada por Lanzadera, Álvaro Francisco Moral cambió la situación. ¿Cómo? Automatizando la venta de pelotas y overgrips a través de máquinas de vending. «Nos ocupamos de su funcionamiento y al club le abonamos la comisión acordada de cada venta», expone.

A diferencia de los centros, que suelen tener un único proveedor, ellos trabajan con las principales marcas. Hasta la fecha han desplegado casi una treintena de máquinas en España, cinco en Países Bajos y una en EE.UU. De cara al futuro, están desarrollando la integración con plataformas de reserva online para que se puedan incluir las pelotas y repartir el pago entre los jugadores. Por otro lado, en breve instalarán la primera máquina para alquilar palas, una práctica muy extendida en el extranjero que aquí aún no se ha generalizado. La empresa cerró una ronda de inversión de 250.000 euros en octubre del año pasado y ahora se encuentra inmersa en la segunda, con la que esperan reunir en torno a un millón de euros, para financiar el desarrollo de estos nuevos modelos.

Lorenzo Gallego confía en que antes de finalizar el ejercicio salga al mercado su pulsera inteligente, que incluye un chip que monitoriza la actividad del jugador, genera estadísticas y las envía a una app para ayudar al deportista a progresar en su juego. «Estamos recopilando datos porque las redes neuronales requieren mucho entrenamiento. En el primer lanzamiento queremos un acierto del 70%, porcentaje que subirá en siguientes versiones», afirma el fundador de Padel Intelligence, que también ha patentado su concepto de pista inteligente, dotada de sensores que geoposicionan al jugador y ofrecen datos de sus movimientos.

«Estamos recopilando datos porque las redes neuronales requieren mucho entrenamiento»

Lorenzo Gallego

Fundador de Padel Intelligence

«Llevo más de 25 años dando clases de pádel y soy informático, por lo que es una manera de aunar mis dos pasiones», confiesa el emprendedor, que a la espera de perfeccionar estos productos ya comercializa dos inventos para la comodidad del deportista: «La pulsera confort se acopla al cordón que llevan las palas para evitar roces y tensiones, y la closing ball, diseñada con filamentos flexibles por impresora 3D, permite un ajuste óptimo de la pulsera a la muñeca». La tecnología pisa fuerte en el vibrante negocio del pádel que, año tras año, gana popularidad en todo el mundo.