Industria 5.0, los primeros pasos hacia el círculo virtuoso de la automatización humanizada
Comienza a abrirse camino un nuevo paradigma que introduce la creatividad, el pensamiento crítico y la visión sostenible en el corazón de las fábricas digitalizadas
El disputado talento humano que exprime a fondo el desembarco de las máquinas
En plena consolidación de la industria 4.0, aupada por el desarrollo tecnológico en cuestiones como la IA y el 5G, en plena era de transformación digital, el 'factor 5.0' debe ir acompañado por una colaboración eficiente con el talento humano que introduzca la ... creatividad y el pensamiento crítico. La priorización de procesos de producción más limpios y eficientes, que respeten el medio ambiente y los recursos naturales y la personalización (adaptación a las necesidades individuales de cada cliente), formarán parte de este desempeño, en el que la Comisión Europea ya ha aportado documentos como, en 2021, 'Industria 5.0: hacia una industria europea resiliente, centrada en el ser humano y sostenible'.
Como subraya Bernardo Villazán, director del máster en Industria Conectada de la Universidad Pontificia Comillas, «la Industria 5.0 representa una evolución significativa en el panorama industrial, marcando un alejamiento del enfoque puramente tecnológico de la Industria 4.0. Si bien la automatización y la digitalización siguen siendo pilares fundamentales, la Industria 5.0 pone un mayor énfasis en la colaboración entre humanos y máquinas. Esta nueva era industrial busca crear entornos de trabajo más seguros, saludables y productivos, donde las personas puedan desarrollar plenamente sus habilidades y creatividad».
El incremento en la eficiencia y en la sostenibilidad contribuirán, sin duda, a mejorar el contexto de la economía circular, con progresos en factores de desarrollo como los gemelos digitales, la realidad aumentada, la robótica, la fabricación aditiva, ciberseguridad, Internet de las Cosas y, en todo tiempo y espacio, la conectividad, con el 6G calentando motores para seguir disminuyendo latencias y como vehículo esencial para aplicaciones como la sensórica a través de señales. Parte de un enfoque global, multidisciplinar, en el que el chip convivirá, más y mejor, con programas que demuestren que la Responsabilidad Social Empresarial hace los deberes, y en el que el reto de la escalabilidad de pyme a mediana y gran empresa resultará capital en este renovado universo.
Parte de esta responsabilidad se convierte, por lo tanto, en trasversal, global, como destaca Jesús García Jiménez, director general de Cionet España, la mayor la mayor comunidad tecnológica en Europa y Latinoamérica: «El reto compartido en los ámbitos tecnológicos es la gestión del 'día después' de la digitalización. Si bien en los últimos años los comités de dirección y gobiernos corporativos se han concienciado sobre la necesidad de transformar tecnológicamente las organizaciones para mantener su competitividad, aún persiste el desafío de gestionar el imprescindible cambio cultural en los equipos para una adopción eficiente de las herramientas digitales».
La institución participa en el debate sobre este «liderazgo comprometido con el cambio, la capacitación de la fuerza laboral y el apoyo de plataformas al servicio de la comunidad de directivos de IT» con iniciativas como la de su 'spin-off' 'Industry X', enfocada hacia los responsables de operación industrial. Tiempo, por lo tanto, de 'expertos híbridos', que acierten en la gestión de tecnología y personas, ante el desafío, como se ha destacado en reuniones de 'Industry X' de la 'automatización consciente'… Pero hay que ir por partes, como apunta Juan Ramon Benito, data analyst de Randstad: «En el contexto actual, el 54,5% de las empresas en España aún no están utilizando la IA, una tecnología central en este escenario, lo que revela que, a pesar de las innovaciones tecnológicas, una parte significativa del sector productivo se encuentra en una fase inicial de adopción, según el informe de IA y mercado de trabajo en España que hicimos en Randstad Research».
«Según nuestro informe (continúa el especialista), se estima que la adopción de la IA y la automatización podría poner en riesgo hasta 2 millones de empleos en España en los próximos 10 años. Sin embargo, también se generarán 1,6 millones de nuevos puestos, especialmente en sectores como la programación, consultoría y telecomunicaciones. En paralelo, un 15,9% de los puestos de trabajo actuales (3,24 millones) verán incrementada su productividad por la adopción de la IA, mientras que para el resto de los empleos actuales (15,19 millones), prácticamente tres de cada cuatro, no se esperan efectos significativos».
El objetivo se percibe con claridad (no sin dificultad): «Es esencial fomentar un entorno laboral en el que los trabajadores se apoyen en la tecnología, donde la automatización (por ejemplo) no se perciba como una amenaza que sustituye a los empleados, sino como una herramienta que potencia sus capacidades y pueda mejorar el rendimiento global de la empresa».
Alberto de Torres, presidente de la Comisión de Industria 4.0 de Ametic, coincide en la «intensificación en la presencia digital, totalmente conectada, pero con un enfoque centrado en el ser humano y la sostenibilidad, con la búsqueda de la mejor sinergia posible entre la eficiencia de las máquinas y la creatividad humana».
De Torres pone algunos ejemplos de empresas pertenecientes a Ametic para las que ya se ha evolucionado «en soluciones robóticas más allá de la mera automatización, desde perros robot para inspecciones industriales, robots móviles autónomos o robótica colaborativa para el sector alimentario, que están redefiniendo la interacción humano-máquina en entornos industriales».
En el caso del advenimiento de la personalización a gran escala, De Torres señala cómo la institución tecnológica está explorando formas de utilizar la IA y el IoT «para adaptar sus productos a las preferencias individuales de los consumidores, sin comprometer la eficiencia productiva. Además, desde la asociación estamos impulsando la iniciativa Europea del Pasaporte Digital de Producto en el camino en la integración de prácticas sostenibles en los procesos de fabricación, alineándose con el objetivo de la industria 5.0 de crear una producción más ecológica y responsable». Pasos esenciales hacia la 'sinfonía perfecta de la automatización humanizada'.
Nueva era
Como concluye Ignacio Crespo, socio de Consultoría de KPMG en España, este nuevo paradigma para las organizaciones requerirá (y ya requiere) incrementar los objetivos sociales sin perder competitividad. Y sitúa el contexto de base para los dígitos 5.0: «Los problemas que ha tenido que afrontar la industria en los años 21 y 22 por cortes de la cadena, conflictos bélicos, aumento del proteccionismo, escasez de materias primas, costes energéticos (gas y petróleo), inflación, o como por desgracia acabamos de vivir muy cerca, episodios climáticos extremos... hacen necesario un replanteamiento de sus estrategias de mercado, modelos de producción y cartera de productos».
La tecnología, por lo tanto, deberá ser esencial a la hora de, como comenta Crespo: «Revisar no sólo los modelos de aprovisionamiento de proveedores, sino también de distribución a clientes y mercados, para lograr una mayor resiliencia a shocks externos, reducir o sustituir la dependencia de determinadas materias primas, mediante la evolución o rediseño de su cartera de productos, así como impulsar la adopción de modelos de producción circulares». Un entorno en el que las acciones para paliar la escasez de talento forman parte de la ecuación «para generar un empleo de calidad, estable, innovación, tecnología e internacionalización».
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