La industria aseguradora busca respuestas para la eclosión de las renovables
La necesidad de proteger activos de alto valor y en continua evolución en contexto de máxima incertidumbre es un desafío mayúsculo para el sector
El aterrizaje tranquilo de la IA en el sector asegurador

La acelerada transición hacia las energías renovables supone un desafío para el sector asegurador, que debe crear soluciones capaces de cubrir riesgos cada vez más complejos. La demanda de seguros específicos para infraestructuras verdes —desde parques eólicos y solares hasta sistemas de almacenamiento energético— ... abre una ventana de negocio para las entidades que sepan adaptarse rápidamente. En 2024, la inversión global en transición energética alcanzó un máximo histórico de 2,1 billones de dólares, según BloombergNEF, lo que subraya la necesidad de proteger activos de alto valor en un contexto de incertidumbre.
El avance hacia la neutralidad climática en 2050 y la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles impulsan la proliferación de proyectos renovables, señala Javier Olaso, socio responsable de seguros de KPMG en España. Sin embargo, los procesos de autorización y la volatilidad del mercado aún son obstáculos importantes. «Las aseguradoras desempeñan un papel clave al ofrecer coberturas tradicionales —como responsabilidad civil o protección frente a daños— junto a productos especializados como seguros de caución, protección medioambiental o garantías de rendimiento energético. Para abordar riesgos complejos derivados de la regulación en múltiples jurisdicciones y la obsolescencia tecnológica, las entidades aplican metodologías avanzadas de gestión y 'pricing', comenta Olaso. Las estrategias de transferencia, como coaseguros, reaseguros o titulización mediante bonos catastróficos, ayudan a diversificar el capital asegurado y fortalecer la resiliencia operativa al compartir riesgos con inversores financieros. El uso de seguros paramétricos basados en big data e IA genera productos más precisos y personalizados», destaca.
Solución tecnológica
La adopción de tecnologías emergentes también está revolucionando la gestión de riesgos en el sector, señala Enrique Moreno, head of telco & media industry en NTT DATA. Herramientas como la IA, la sensórica avanzada y el análisis geoespacial optimizan la toma de decisiones en tiempo real. Imágenes satelitales y sensores en infraestructuras permiten automatizar pagos paramétricos y activar alertas predictivas, reduciendo pérdidas antes de que ocurran. «Soluciones como gemelos digitales y computación cuántica facilitan la adaptación de productos a variables climáticas», añade.
Se está configurando un mercado que reclama soluciones flexibles y también escalables
«Los proyectos de energía renovable y la descentralización energética están configurando un mercado que exige soluciones flexibles y escalables», señala Luis Targhetta, business development manager de Iberia e Italia para Acquis. Transferir el riesgo tecnológico a inversores resulta clave para movilizar capital en proyectos con largos periodos de amortización, subraya. El desarrollo de productos aseguradores específicos puede facilitar la inversión en nuevas tecnologías, garantizando la adaptación a las particularidades de cada infraestructura.
«Para consolidar estas oportunidades, el sector asegurador debe adaptarse a un contexto de transición energética en constante evolución», señala Juan Carlos Melón, profesor del máster de energías renovables de la Universidad Alfonso X (UAX) y director del negocio de turbinas de vapor y generadores para el suroeste de Europa en Siemens Energy. «La creciente implantación de proyectos solares, eólicos, de hidrógeno y biocombustibles impulsa la demanda de seguros específicos que cubran daños a equipos, interrupciones operativas y responsabilidad civil», dice.
El auge de la consultoría en sostenibilidad refleja un interés creciente en productos que fomenten prácticas limpias, como descuentos en primas para tecnologías verdes. Además, surgen plataformas digitales que conectan empresas renovables con aseguradoras especializadas, facilitando el acceso a coberturas personalizadas. «España, referente en energías renovables, se consolida como un mercado asegurador competitivo y lleno de posibilidades», comenta Melón.
En construcción
Así, las grandes aseguradoras están trabajando para responder a estas oportunidades. En declaraciones a ABC, Mapfre, indica que ofrece coberturas para equipos de eficiencia energética, como placas solares y acumuladores de energía, además de otras infraestructuras renovables como parques eólicos, instalaciones fotovoltaicas y presas hidroeléctricas.
Desde la empresa, indican que han estado trabajando mano a mano con las desarrolladoras de energías renovables desde los inicios de despliegue de esta tecnología, participando en el aseguramiento de estas instalaciones dentro de los programas de generación de las multinacionales eléctricas europeas. Además, desde hace cinco años, Mapfre lanzó un producto de energía renovables en los mercados de Latinoamérica que han podido contratar compañías locales.
Sin embargo, el contexto no está exento de desafíos. «Uno de los mayores obstáculos al asegurar proyectos de la transición renovable es la intermitencia en la generación de energía», explica Melón. Las fuentes renovables como la solar y la eólica dependen de factores impredecibles, como la luz solar o la fuerza del viento, lo que obliga a invertir en tecnologías de almacenamiento que garanticen el suministro en momentos de mayor demanda, señala. Otro gran reto es la falta de infraestructura adecuada, ya que los proyectos de gran envergadura requieren líneas de transmisión de alta tensión y redes inteligentes que aún no están completamente desarrolladas, indica. «La fijación de primas también plantea complicaciones, ya que la falta de datos históricos sobre ciertos proyectos renovables dificulta la evaluación de riesgos y puede afectar la competitividad de las coberturas», comenta Melón.
«Esta complejidad se suma a otros retos específicos del aseguramiento de proyectos ligados a la transición energética», apunta Targhetta, de Acquis. La evaluación de riesgos resulta especialmente compleja en tecnologías en constante evolución, que a menudo carecen de un historial estadístico sólido. La correcta valoración de activos con ciclos de vida diversos exige un conocimiento técnico especializado, comenta.
En este contexto, la fijación de primas debe equilibrar sostenibilidad y accesibilidad, considerando los altos costes iniciales de inversión en renovables. Garantizar la continuidad operativa también supone un reto, ya que cualquier interrupción puede provocar incumplimientos contractuales que pongan en riesgo la viabilidad del proyecto. «Por último, la internacionalización de estos desarrollos añade complejidad, ya que operar en múltiples jurisdicciones exige adaptarse a cada entorno regulatorio», comenta Targhetta.
Hablamos de un contexto de riesgos y oportunidades para el que se buscan respuestas.. Desde Mapfre aseguran que están trabajando activamente para adaptar sus pólizas a los riesgos emergentes, como los sistemas de almacenamiento en baterías. Estos son solo algunos de los nuevos riesgos identificados, ya que, además de la creciente demanda de sistemas de almacenamiento mediante baterías, en el futuro podrían surgir otros riesgos adicionales que requieran atención específica.
Algunas cifras demuestran la magnitud del reto al que se enfrentan las aseguradoras con las renovables. Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), se espera que la capacidad global de energías renovables crezca en más de 5.500 gigavatios (GW) entre 2024 y 2030, un aumento que triplicaría el ritmo registrado en los últimos siete años, alcanzando la capacidad energética combinada de potencias como China, la UE, India y EE.UU. Para alcanzar estos objetivos, la inversión anual requerida deberá incrementarse sustancialmente. La Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) estima que esta cifra subirá de los actuales 570.000 millones de dólares a 1,55 billones en 2030. Este aumento es esencial para cubrir los costos de nuevas plantas de energía solar y eólica, así como la implementación de tecnologías de almacenamiento energético, como las baterías, que ayudarán a gestionar la intermitencia de estas fuentes.
Reacción ágil
La transición renovable representa un desafío de magnitud histórica, no solo por la inversión masiva que demanda, sino también por los riesgos emergentes que plantea. El sector asegurador, clave para mitigar estos riesgos, se enfrenta a la necesidad de adaptarse rápidamente a un mercado en constante evolución. La creciente demanda de soluciones para infraestructuras renovables y la implementación de nuevas tecnologías exige una respuesta ágil e innovadora. Si bien la oportunidad de negocio es considerable, el sector debe seguir evolucionando para asegurar la viabilidad y sostenibilidad de los proyectos que definirán el futuro energético global.
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