Una nueva avería en los trenes Avril agrava el choque entre Renfe y Talgo

«Para garantizar la movilidad de los viajeros, Renfe está reubicando pasajeros en otras composiciones y está doblando la capacidad de algunos trenes, por lo que de momento ninguna persona se ha quedado sin poder viajar debido a este problema. Renfe está informando a los viajeros de esta incidencia, de los cambios a otros trenes diferentes de los previstos y de los retrasos que se están produciendo por los cambios a otras composiciones que salen a una hora diferente de la programada inicialmente», ha informado el operador ferroviario. En este sentido, están ofreciendo a los viajeros cambios y anulaciones sin gastos; además, se ha suspendido la venta de nuevos billetes de esos trenes hasta solucionar la incidencia.

Para tratar de minimizar la afectación de la avería en estos trenes de Talgo, Renfe está doblando las capacidades del resto de trenes de alta velocidad y larga distancia «para garantizar la movilidad de los viajeros y está programando puntuales planes alternativos de transporte por carretera cuando la reubicación en otros trenes no es posible», según ha informado la empresa pública.

Así las cosas, había previstos para este 1 de enero un total de 28 trayectos de trenes Avril. La afectación potencial que ha comunicado Renfe es de 14.100 viajeros. «Los Avril, que se estrenaron comercialmente en mayo de 2024, conectan Madrid con Galicia, Asturias, Zaragoza, Barcelona, Valencia, Alicante y Murcia, en trenes AVE y Avlo», añade Renfe.

Más en concreto, la compañía ha comunicado que por esta incidencia en los Avril, la línea que conecta Madrid-Galicia y Madrid-Asturias está registrando retrasos medios de 60 minutos. Madrid-Zaragoza-Barcelona registra retrasos medios de 20 minutos y la línea Madrid-Valencia-Alicante-Murcia acumula retrasos medios de 30 minutos.

Desde Renfe, asimismo, señalan que solo existe incidencia en este modelo de trenes, cargando la culpa sobre el fabricante; esta serie está suponiendo un verdadero quebradero de cabeza para la empresa tanto por su funcionamiento como por retrasos en la entrega que han soportado. Talgo, por su parte, ha indicado lo siguiente en un comunicado: «Debido a un fallo de comunicación entre el sistema de control y los cargadores de baterías de los Avril, los trenes no pueden operar en estos momentos. Desde Talgo estamos trabajando conjuntamente con Ingeteam, operador del cargador de las baterías de los trenes, para solventar el incidente y poder restaurar el servicio con la mayor brevedad posible».

De cara a la jornada del 2 de enero, si persiste el problema, la empresa pública ha señalado que garantizan la operativa y servicio de mañana. Para ello han diseñado un plan operativo especial «para reubicar a los viajeros afectados por la avería informática de los trenes Talgo Avril». Las circulaciones previstas para el 2 de enero en Talgo Avril son 36, con 19.430 potenciales viajeros.

El enfrentamiento entre Renfe y Talgo a costa de los trenes Avril no hace más que ir 'in crescendo' a medida que pasan los meses. La empresa pública tenía previsto imponer 166 millones en sanciones a Talgo por los retrasos en la entrega de estos modelos de convoy, de los cuales ya se han notificado 116 millones, la primera parte y la más cuantiosa, aunque el fabricante se resiste a pagar. Asimismo, la tensión podría ir incluso a más con otra reclamación anunciada por el ministro de Transportes, Óscar Puente, en verano por las averías sufridas por los nuevos convoyes en sus primeros meses de entrada en operación; esta nueva avería reforzaría esa nueva reclamación.

Así, según el contrato firmado entre Renfe y Talgo, los trenes debían haberse entregado en enero de 2021 para entrar en servicio en verano de ese año y posteriormente, tras modificaciones solicitadas, la fecha se pospuso a julio de 2022. Finalmente, la entrega comenzó en abril de 2024 y todavía hoy falta por entregar otros siete trenes de los 30 totales. Estos retrasos han generado gran parte de las tensiones.

Por su parte, Talgo justifica los retrasos por causas «exógenas» y «de fuerza mayor», como las interrupciones en la cadena de suministro debido a la pandemia y otros acontecimientos internacionales. Argumentos que no serían suficientes para Renfe, que considera que no justifican las demoras y que Talgo no ha demostrado que dichos acontecimientos hayan ocasionado la paralización de la producción.

La avería de este 1 de enero, con miles de afectados, no hace más que recrudecer el conflicto entre empresas, que se produce además en un momento de dificultad para Talgo en plena búsqueda de un gran inversor que se haga con la compañía.