Iberdrola discrepa de Endesa, que está a favor de mantener abiertas las nucleares

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RAÚL MASA

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Con la gasista en una posición de indiferencia ante el futuro nuclear, todo el debate de esta tecnología descansa en los despachos de Iberdrola y Endesa. Sin embargo, la forma de encarar la situación es muy distinta.

En materia impositiva todos están de acuerdo. El Gobierno ha elevado un 30% la denominada 'tasa Enresa', que se trata de un pago que deben realizar las propietarias de las centrales para encarar la gestión de los residuos. Esta cuestión ha puesto de acuerdo a Iberdrola, Endesa y Naturgy, que han cargado contra esta tasa, y estudian las fórmulas legales para recurrirlas. En los demás aspectos las discrepancias son latentes.

Iberdrola y Endesa, por el momento, no se han querido pronunciar de manera pública sobre el cierre de las centrales. Asumen el calendario que se firmó con el Gobierno y Enresa, y afrontan para 2027 el apagón de Almaraz. El ruido que se ha generado en los últimos meses, al margen de la agitación política, ha llegado de la mano de Foro Nuclear, la patronal que representa los intereses de las empresas propietarias, pero no solo.

El gran punto de fricción entre ambas eléctricas reside en la necesidad o no de mantener las centrales nucleares abiertas. Incluso, en una pelea selectiva por cuáles mantener en funcionamiento. Iberdrola y Endesa producen casi la misma electricidad anual con energía nuclear: por encima de los 23.000 GWh. Sin embargo, en el conjunto del mix de cada empresa, la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán genera más electricidad renovable que Endesa, lo que le supone menor dependencia.

Y aquí surgen las discrepancias. La nuclear, al menos hasta ahora, servía a las compañías para comprar energía asequible, puesto que son empresas verticalmente integradas –y se venden a sí mismas la luz–, y por tanto Endesa está más interesada en que el parque nuclear prolongue su vida útil. Aunque tampoco ha querido posicionarse abiertamente. Su consejero delegado, José Bogas, ha manifestado que está «intelectualmente a favor», pero nunca ha ofrecido más detalles sobre esta reflexión.

Endesa, sin embargo, no es el principal propietario de Almaraz. Algo que sí sucede con las centrales catalanas de Ascó y Vandellós, donde la eléctrica azul tiene la mayoría. Estos reactores cierran más tarde, una situación que deja a la compañía de Bogas con mayor margen de maniobra para tomar decisiones.