La IA se convierte en un aliado esencial para los creadores de contenido en las redes
A pesar del reto de la autenticidad, esta tecnología permite buscar inspiración y automatizar tareas repetitivas para poner el foco en las decisiones estratégicas
Así exprimen las marcas la IA para descifrar nuestras emociones

Potenciar la creatividad, analizar y redirigir el contenido hacia los intereses de la audiencia mediante estrategias personalizadas o ahorrar tiempo con la automatización de procesos son solo algunas de las utilidades que la inteligencia artificial aporta en el uso de redes sociales. Lejos de ... ser una moda pasajera, la IA generativa ya se integra en las estrategias de negocio como una herramienta esencial para que muchas marcas sigan siendo competitivas.
Hasta hace poco, se creía que su uso estaba reservado a startups tecnológicas, e-commerce o empresas con un perfil altamente digitalizado. Sin embargo, como señalan desde Metricool, la realidad es muy distinta: hoy prácticamente cualquier sector puede beneficiarse de esta tecnología, desde agencias de marketing y pequeños comercios online, hasta compañías más tradicionales que buscan optimizar su producción de contenido. Lo interesante es que la IA ya no se percibe como una herramienta 'de nicho', sino como una aliada práctica para tareas cotidianas.
Hablamos de una herramienta que potencia la creatividad al ofrecer nuevas perspectivas, permite personalizar estrategias comunicativas y, en definitiva, hace más eficiente todo el engranaje de la generación de contenido digital. La IA en redes sociales se usa mucho en la parte de inspiración, explica Isabel Romero, head of marketing de Metricool. Desde encontrar ideas innovadoras, contar de otra forma las publicaciones con mejor rendimiento y adaptarlas a otras redes sociales o guardar el tono, la voz y la forma de expresarse de las marcas para avanzar más rápido en la creación de contenido, «la IA ya no es una opción, es una herramienta que se usa a diario, y que hay que saber utilizarla si quieres que se convierta en un ayudante perfecto».
No viene a sustituir el factor humano, sino a potenciarlo. La supervisión humana sigue siendo imprescindible, sobre todo en la parte creativa y estratégica. «Puede ayudarte con ideas, titulares o incluso copys completos, pero no va a tomar decisiones de marca por ti. Ese olfato para saber qué tendencia perseguir, cómo hilar la narrativa o qué tono exacto conecta con tu audiencia sigue siendo muy humano». Pero su efectividad dependerá de cómo se integre en la estrategia, cómo se combine con la creatividad y el tipo de contenido que se quiera generar.
Hablan los datos
Por eso y según los últimos estudios, entre tres y cuatro de cada diez profesionales encuestados utilizan ya la IA generativa para potenciar las marcas en redes sociales. Desde creación de contenido, redacción de post, creación de vídeos, desarrollo de campañas hasta el diseño de infografías, el tipo de contenido creado de esta manera va destinado a diferentes plataformas. La primera de ellas es Instagram, con un porcentaje del 73%, seguida por Facebook, con un 66%, y en tercer lugar TikTok con un 52%. En lo que respecta a LinkedIn, una encuesta reciente de Hays revela que el 44% de los profesionales también la ha utilizado para potenciar su contenido, mientras que un 36% aún no lo hace, pero le gustaría, y tan solo dos de cada diez descartan su uso.
Con estos datos, cabe preguntarse entonces si el contenido creado por IA funciona igual de bien que el humano, pero la respuesta no es tan simple. La cuestión es cuándo, cómo y con qué objetivo se utiliza la inteligencia artificial en el proceso creativo y de comunicación, explica Sílvia Martínez, profesora de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC. Por un lado, la IA permite acelerar procesos, generar contenido masivo, explorar ideas y facilitar tareas mecánicas. Pero por otro, también plantea dudas sobre la autenticidad, la coherencia y la conexión emocional con la audiencia.
Saber si una pieza ha sido creada por IA o no abre un terreno nuevo, en el que el foco se desplaza: ya no importa tanto la herramienta, sino la coherencia entre imagen, mensaje y personaje. Un claro ejemplo son los 'influencers sintéticos' o modelos virtuales claramente etiquetados como no humanos pero que funcionan muy bien: tienen comunidades amplias, generan interacción, conversación y likes, en definitiva, conectan con los usuarios de alguna forma. Y lo hacen no porque finjan ser reales, sino porque están bien construidos desde el punto de vista del 'storytelling'. Además, están disponibles las 24 horas del día, lo cual genera otro tipo de relación, cubriendo huecos o aspiraciones que muchas personas tienen.
En el ámbito del marketing, donde las métricas de conversión y ventas marcan muchas decisiones, no podemos perder de vista que el valor de una pieza de contenido va más allá de su autoría, continúa Martínez. Cuando el objetivo es generar 'engagement', lo que realmente importa es que el contenido conecte, emocione o aporte algo relevante al público. «Si ese contenido cumple su función –ya sea entretener, informar o inspirar–, al usuario muchas veces le da igual si lo ha creado una persona o una IA». En este sentido, los datos del estudio de Capterra revelan que el 73% de los participantes afirma que las interacciones con la empresa y las impresiones en redes han aumentado en algún grado gracias a la publicación de contenido generado con la ayuda de la IA.
La clave está en el discurso que sostiene esa imagen, vídeo o texto: qué mensaje transmite, cómo se alinea con los valores de la marca, y si consigue crear una experiencia coherente y auténtica. Ahí es donde sigue teniendo mucho peso el criterio humano para garantizar que lo que se lanza al mundo resuene, tenga sentido y no suene 'vacío', aunque la IA haya estado detrás de parte del proceso. Al final, no se trata de quién lo hace, sino de cómo logra impactar.
En esta misma línea Romero destaca que lo esencial es tener muy claro el ADN de marca y saber transmitírselo a la IA. Te puede sugerir textos, titulares o incluso ideas de diseño, pero no es una varita mágica que piense por ti, destaca Romero: «Tú tienes que definir qué quieres contar, cómo lo quieres contar y darle esa 'vuelta humana' que solo alguien que vive la marca puede darle. Por supuesto que puedes entrenar la IA para que aprenda tu tono y estilo, pero siempre hay que supervisar, retocar y asegurarse de que suena a ti».
Para garantizar que el contenido de redes sociales generado por IA siga siendo original y accesible para el público, las empresas recurren a estrategias como la monitorización de las tendencias de redes sociales (47%), la evaluación del rendimiento del contenido creado con IA (43%), el uso de comentarios y retroalimentación de la audiencia (40%) y la incorporación de técnicas de personalización (35%), explica Alejandra Aranda, Content Analyst de Capterra. «La IA generativa, aunque avanzada, no está exenta de imperfecciones, lo que hace que la supervisión humana siga siendo esencial para garantizar su eficacia y precisión». Para ello las empresas recurren a distintas formas de revisión humana como puede ser verificar que la información es precisa –lo hace un 55 %–, comprobar la ortografía y la gramática (54%) y evaluar el atractivo visual (47%).
En definitiva, más que preguntarnos si un contenido ha sido creado por una IA o por una persona, lo esencial es si logra conectar con su audiencia y cumplir su propósito. Pero para eso, alguien –humano– tiene que haber entendido primero cuál es ese propósito.
Herramientas
Seleccionar las herramientas y plataformas de IA más adecuadas dependerá de las necesidades específicas de cada empresa. Entre las opciones más consolidadas y versátiles se encuentran ChatGPT, Perplexity, ContentStudio Cortex o Lately, utilizadas como asistentes conversacionales, generadores de contenido textual o para extraer fragmentos clave. En el ámbito del 'copywriting' para marketing, plataformas como Jasper o Anyword ofrecen propuestas capaces de adaptar el mensaje a distintos públicos y canales de forma automatizada pero coherente. En el terreno visual, la oferta también se expande con herramientas como Canva o generadores como Dall·E que permiten crear imágenes personalizadas o adaptar recursos gráficos sin necesidad de contar con equipos de diseño internos.
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