«Aquí nadie quiere la oferta de ACS»
El consejero delegado de Hochtief ofrece una entrevista exclusiva a ABC
Desde hace poco, el consejero delegado de Hochtief tiene un nuevo vecino, cerca de la plaza de la Ópera, donde tiene su sede la histórica constructora: el ex capitán del Real Madrid, Raúl, incorporado al también legendario equipo local del valle del Ruhr. Pero, precisamente, ... del Real Madrid quisiera oír hablar menos Herbert Lütkestratkötter estos últimos días. Su compañía, la tercera mundial en servicios de construcción, líder en los mercados alemán, estadounidense y del sureste asiático, encara una inopinada Oferta Pública de Acciones de su socio mayoritario, ACS, la constructora de Florentino Pérez.
Y este porfiado y tenaz paisano de Westfalia no sólo jura defender de tiburones el venerado estilo propio alemán y la «independencia» de Hochtief, sino también su propio puesto de trabajo. Ya ha puesto en marcha una línea de defensa a prueba del mejor delantero, incluyendo la búsqueda de nuevos accionistas y un comité —sin los consejeros de ACS—, para autorizar rápidamente cualquier medida de defensa, combate y alejamiento de las manos de Florentino.
—No concede apenas una entrevista. ¿Esta excepción demuestra la seriedad de la situación que afronta Hochtief? ¿Los españoles han pasado de ser su socio a su enemigo número uno?
—Me tomo muy en serio todo lo que afecta a Hochtief. Cuando uno es informado por la prensa sobre la intención de un socio de hacerse con su compañía, ¿le llamaría a esto socio?
—¿No hubo ningún contacto en esta dirección, ningún análisis conjunto sobre esta posibilidad?
—No. El señor Pérez siempre me aseguró que la participación de ACS solo consistiría en una buena asociación. Y que no estaba planeando ningún aumento de dicha participación. De ahí hemos partido siempre y a ello nos hemos atenido.
—¿Cómo valora las reacciones de los mercados ante la OPA?
—Los mercados y los socios están muy decepcionados. Es algo que puedo entender.
—Lo cierto es que algunos expertos consideran que ACS y Hochtief se complementan bien, tanto financiera como geográficamente. ¿Coincide usted con esta opinión?
—¿A qué se está refiriendo? ¿A una Hochtief internacional y sin deudas. y a una ACS muy nacional y muy endeudada?
—¿Teme que ACS desmantele y venda por partes Hochtief o teme también por su propio puesto?
—Aquí no se trata de mí. Hochtief es a día de hoy una de las empresas líderes en el mundo, gracias a su independencia. Y así debería mantenerse en el futuro.
—Florentino Pérez tiene varios frentes empresariales abiertos, al que añade ahora Hochtief, pero está acostumbrado a imponerse. ¿Cómo valora su capacidad como gestor?
—En una ocasión me referí públicamente a Florentino Pérez como «un señor». En estos momentos espero que lo sea.
—¿Y puede imaginarse a un presidente del Real Madrid sentado a la cabeza de la constructora de mayor tradición y peso en Alemania?
—El Real Madrid es un «superequipo» de fútbol al que todos admiramos en Alemania. Pero últimamente Hochtief ha tenido más éxitos que el Madrid. Hablando en serio: el fútbol es el fútbol, y los negocios son los negocios.
—Como primer accionista de Hochtief, ¿cómo era su relación con ACS?
—Durante el tiempo en que ACS ha sido nuestro mayor accionista, lo cierto es que no hemos tenido ningún nuevo proyecto común digno de mención.
—¿Cree posible que, mediante una oferta tan baja, ACS haya buscado sortear las exigencias legales para la protección del accionariado?
—Hay algunos agujeros en la legislación alemana sobre la adquisición y toma de control de empresas, lo ha reconocido el gobierno alemán y debe corregirlo rápidamente. Además, no sé si de verdad se ha filtrado a la prensa inadvertidamente su plan de OPA sobre Hochtief, pero esto es algo que no somos nosotros los únicos que nos lo planteamos.
—La internacionalización es inevitable, ¿cómo va a conseguir que Hochtief permanezca firme en la orgullosa tradición de empresariado alemán?
—Hochtief es la constructora más internacional del mundo. Somos líderes en Australia y EE.UU. y principales en el sureste asiático. Eso lo hemos conseguido solos y por nuestros propios méritos. Pero también estamos profundamente enraizados en Alemania, aunque hoy no sólo ya con la mera construcción sino en servicios como gestión de aeropuertos e instalaciones. Más de 10.000 trabajadores que sólo desde Alemania dirigen los proyectos, dan desde aquí cada día lo mejor.
—Dada la situación de la economía española era de suponer que ACS saldría de compras al extranjero y, como usted dice, Hochtief está bien posicionada en los mercados emergentes. ¿Porqué no iba a querer aprovechar esto su principal socio?
—ACS ya se aprovecha de ello y puede seguir haciéndolo. Yo solo debo asegurar que todos los accionistas participen equilibrada y justamente.
—La oferta formal no llegará antes de noviembre. ¿Qué se puede esperar entre tanto?
—Nuestros clientes son lo primero y, por lo tanto, seguimos concentrándonos en nuestro negocio y en ofrecer la más alta calidad y servicio.
—¿Cómo pretende defenderse ahora de la oferta pública de ACS?
—Hochtief es una empresa atractiva, con una cuenta de resultados sólidamente asentada y con financiación a largo plazo. Hemos creado valor añadido y seguimos creándolo. Una de mis tareas es proveer para que todos los accionistas sean justa y adecuadamente también partícipes de ello.
- ¿Qué cláusulas especiales de rescisión en Hochtief deberían disuadir a ACS de un ataque frontal?
—Nuestro reglamento para el cambio de control en la empresa ha estado a la disposición de todos.
— En estos momentos dice analizar todas las opciones y la propia OPA de ACS. Después de una semana ¿qué es lo que ha encontrado?
—Pues mucho. Pero comprenderá que no le puedo revelar nada.
—¿Qué ve «inaceptable» en la OPA de ACS a 50,95 euros?
—Los analistas valoran la cotización de Hochtief muy por encima. El consenso se sitúa por encima de 70 euros por acción. Algunos ven incluso justo un valor de 90 euros. Y ni siquiera estamos hablando de la prima de control.
—Pero Hochtief ya había encontrado problemas con sus inversores financieros y no ha llegado lograr convencer a las Bolsas del valor de la constructora, ¿por qué?
—Precisamente al contrario. Tenemos inversores financieros muy felices, que han tomado parte en el crecimiento continuo de la cotización de los valores de la empresa. Y esto durante todas las crisis acaecidas.
—Parece que ACS no piensa mejorar su oferta. ¿Cómo va a reaccionar el consejo de Hochtief? ¿Buscará un «caballero blanco»?
—Sobre esto no puedo hacer comentarios.
—¿Pero ve factible el que, una oferta de intercambio de 8 acciones de ACS por 5 de Hochtief, pueda dar el control mayoritario a la constructora española?
—Eso lo tienen que decidir los accionistas. No conozco a nadie que quiera aceptar esa oferta.
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