Hacienda saca la orden para que la banca pague el impuestazo de 2024 y el sector prepara una batalla judicial

El pago de 2024 es el que genera más controversia, como publicó ABC, ya que las entidades tienen informes jurídicos de sus asesores que avalarían no tener que abonar el impuesto correspondiente a los resultados del año pasado por un error de Hacienda. El ministerio, sin embargo, sigue adelante con su planteamiento al entender que no existe ningún problema y el sector tiene que pagar por el primer año de vigencia del tributo.

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Daniel Caballero

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El problema tiene su razón de ser en el diseño del propio impuesto y su corrección posterior, como desveló ABC en febrero. El resquicio regulatorio para esquivar el pago por los resultados récord de 2024 se les ha abierto por el rechazo del Congreso al famoso decreto ómnibus. Hacienda había aprovechado ese vehículo legal para corregir, apenas tres días después de su aprobación inicial, la imperfecta redacción original de la norma del impuesto, que como ya había advertido el BCE condenaba a las entidades a imputar como gastos en su contabilidad de 2024 tanto la factura del gravamen transitorio por los rendimientos por comisiones e intereses obtenidos en 2023 como la del nuevo impuesto por los obtenidos en 2024, lo que según el supervisor podría tener «consecuencias no deseadas para la solvencia y posición competitiva de las entidades».

Para corregir esa disfunción Hacienda decidió modificar la fecha de devengo del impuesto -el momento en que nace la obligación jurídica de pagarlo para los contribuyentes- del primer día del ejercicio siguiente al del periodo impositivo (1 de enero de 2025) al último día del mes natural siguiente al del periodo impositivo (31 de enero de 2025). Y fue con ese calendario modificado con el que se entró en 2025, el primer año en que las entidades debían pagar el impuesto. El problema afloró cuando el 22 de enero el Congreso decidió no convalidar el decreto ómnibus, y por tanto la modificación introducida por Hacienda, y la fecha de devengo del impuesto volvió al primer día «del ejercicio siguiente al del periodo impositivo»: el 1 de enero, ya superado.

Fuentes del sector financiero entienden que la consecuencia de ese baile de fechas es que el nacimiento en términos jurídicos de la obligación de declarar por los resultados de 2024 ya ha sido rebasado sin haberse activado y que, por tanto, no podrá reactivarse hasta el 1 de enero de 2026, y únicamente por los beneficios obtenidos en el ejercicio de 2025, lo que impediría a Hacienda sacar tajada de los rendimientos por comisiones e intereses obtenidos en 2024.

El ministerio niega esa posibilidad y con la orden que acaba de publicar fuerza al sector a pagar el impuestazo por las cuentas del año pasado. En concreto, las entidades tendrán que realizar el primer pago fraccionado entre el 1 y el 20 de junio; en septiembre sería el segundo pago. De cara a los dos siguientes ejercicios, los plazos de pago son febrero para el pago fraccionado y luego septiembre.

Sin embargo, el posicionamiento de Hacienda no implica que los bancos den el caso por perdido. El sector financiero va a recurrir los modelos de liquidación publicados y lo hará a través de las patronales. La Asociación Española de Banca (AEB) ya había anunciado hace algunas semanas que daría este paso pero la patronal de las antiguas cajas y en la que se integra Caixabank (que tiene participación pública), la CECA, todavía no se había pronunciado. Según ha podido confirmar ABC, la CECA también va a recurrir los modelos.

Asimismo, fuentes financieras apuntan a que las entidades a niveles individual también tienen posibilidad de recurrir y que todo apunta a que cada una recurrirá el pago que hagan.

Así las cosas, se prevé una nueva batalla judicial entre el Gobierno y la banca a cuenta del impuesto al sector. Y no es la primera. Cuando el Ejecutivo en 2022 aprobó el gravamen temporal a las entidades financieras, el sector ya acudió a los tribunales para recurrirlo. Aquellos recursos están todavía pendientes de ser resueltos y no hay claridad sobre cuándo los tribunales podrían tomar una decisión.

En el caso del nuevo impuesto, la batalla se prevé igual de larga. Las patronales ya están preparándose para recurrir la orden del Ministerio de Hacienda para intentar tumbar no solo el pago de 2024 sino el conjunto del tributo ya que entienden que es contrario a la legislación.

El problema generado con el impuesto por los resultados de 2024 amenaza con provocarle a las entidades financieras un roto en los resultados del segundo trimestre ya que si hacen el pago este junio deberían contabilizarlo. Hasta la fecha, ningún banco ha contabilizado gasto alguno por el impuesto correspondiente a las cuentas históricas del año pasado. El apunte contable de todos es de cero euros.

Fuentes financieras reconocen esta situación, que pasó desapercibida en los resultados del primer trimestre de 2025, cuando se esperaba que se registrara el montante de cada entidad pero no fue así porque lo que contabilizaron fue del ejercicio en curso.

Esta situación lleva a cierta confusión si solo se ven los informes financieros que han reportado los bancos en el primer trimestre. Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell, Unicaja… todos informaron en sus cuentas del primer trimestre de 2025 de la contabilización del impuesto a la banca. Pero la realidad es que el importe que registraron no es el que corresponde al ejercicio 2024, como se podía prever, sino que corresponde al 2025 y que será a pagar en 2026.

Todas las entidades periodifican ahora el impuesto, es decir, que lo dividen por trimestres. En el primer trimestre, el Santander ha reportado un impuesto de 87 millones; BBVA, 85 millones; Caixabank, 148 millones; Sabadell, 31 millones… Pero todos esos apuntes en las cuentas no son sobre los resultados de 2024 sino de 2025.