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especial energía

La guerra interrumpe la conexión directa con la revolución verde

La profunda crisis energética abre incógnitas sobre la transición revonable en el horizonte más cercano y obliga a idear estrategias de diversificación, pero los expertos no ven comprometido el cambio a largo plazo

Belén Rodrigo

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Europa está inmersa en la llamada revolución verde para alcanzar la neutralidad climática en 2050. Dos décadas antes, en 2030, el objetivo es reducir, al menos, un 55% las emisiones de gases contaminantes. El Pacto Verde europeo, presentado en 2019, estableció una hoja de ruta estratégica con hitos concretos que sitúa la transición energética en el centro de la acción política. Pero Europa afronta ahora una crisis energética derivada de las consecuencias de la pandemia, la crisis del gas y la guerra de Ucrania que levanta una serie de incógnitas en materia climática.

¿Podría el conflicto bélico ayudar a una aceleración de la revolución verde? «Depende mucho si miramos a corto plazo o con una perspectiva de medio y largo plazo», indica Luis Atienza, experto en transición energética y ex presidente de Red Eléctrica. «A largo plazo la transición energética mejora la seguridad de suministro. Se sustituyen combustibles fósiles con elevado poder de mercado por soluciones a partir de energías renovables que están más distribuidas desde el punto de vista geográfico y reducen esa dependencia». Si hablamos a corto plazo, la crisis pone de relieve que la gestión de los instrumentos y los tiempos de la transición energética «deben prestar atención a las energías de transición, como es el gas, la energía fósil más importante. Pasa a ser una pieza fundamental para la obtención de energía para aquellos consumos difíciles de electrificar y, por ahora, es la energía fundamental del sistema eléctrico para compensar la variabilidad renovable», explica Atienza.

España hace décadas siguió una estrategia de diversificar el suministro de gas asegurando diferentes rutas y con infraestructuras de plantas de regasificación para acceder a todo el mercado mundial de gas natural licuado (GNL). Sin embargo, «en el centro de Europa ni se les ha pasado por la cabeza. Una de las lecciones de la crisis es que la seguridad de suministro no había que darla por descontada», puntualiza el también presidente de Argo Capital Partners. A nivel europeo, «ha sido un error de política energética no considerar que el gas tiene restricciones físicas y riesgos políticos que requieren una estructura de diversificación y origen de rutas de aprovisionamiento que no se han hecho. Sin plantas de regasificación no accedes al mercado mundial de gas licuado».

El hidrógeno verde será pieza clave en la descarbonización de algunos sectores de la industria como el de la química

Luis Deza, director en el sector de Energía en Mazars, cree que ya se puede hablar de aceleración en base a unos hechos. Por un lado, «el Plan Repower EU, aprobado en mayo de 2022, que tiene como objetivo reducir la dependencia de los combustibles fósiles rusos mediante ahorros de energía, diversificación de fuentes de suministro y aceleración del desarrollo de renovables». Además, el Parlamento Europeo ha realizado una propuesta de reparto de esfuerzo entre países «que recoge un aumento en los objetivos de España pasando de una reducción de emisiones CO2 del 26% a una del 37,7%» y en este momento «el Gobierno está revisando el PNIEC para lograr alcanzar unas metas más exigentes». La guerra además ha aumentado la relevancia de la independencia energética «justo en un momento en el que se generaliza la percepción general de que el cambio climático es una realidad y requiere acelerar la transición energética», resalta Deza. Sin olvidar que los elevados precios de la energía «incentivan el desarrollo de proyectos renovables».

Retos de las renovables

Para el consultor de Mazars a medio plazo, el aumento de las renovables presenta retos en múltiples aspectos del sector eléctrico europeo. «Estamos sujetos a fuerzas contrapuestas. Por una parte, los precios elevados del gas hacen cuestionarse la idoneidad de este modelo y han llevado a la excepción ibérica que limita el precio para las tecnologías inframarginales (renovables, nuclear e hidráulica). Por otra parte, el desarrollo de las renovables y especialmente de la fotovoltaica llevarán los precios de las horas centrales del día a valores cercanos a cero, desincentivando la instalación de capacidad adicional», explica. Además está el reto de la estabilidad del sistema eléctrico y el del desarrollo de la red de alta tensión para permitir la conexión de nueva capacidad. En su opinión, «el actual PNIEC es alcanzable, aunque tiene retos como el apuntamiento o el almacenamiento», mientras que el nuevo PNIEC «seguramente tensionará la capacidad del sistema y aumentará la necesidad de infraestructura de alta tensión, interconexión y gestión del sistema». Además habla de la necesidad de agilizar los trámites de aprobación de los proyectos.

Generación eléctrica por tecnologías

Media hasta sept. 2022

En porcentaje

Turbinación bombeo

1,18%

Solar térmica

1,79%

Hidraúlica

6,24%

Carbón

3,03%

Solar fotovoltaíca

10,98%

Nuclear

20,21%

Renovables

No renovables

Eólica

20,70%

Cliclo combinado

24,76%

Residuos renovables

0,31%

Otros no renovables

1,55%

Residuos

no renovables

0,7%

Otras renovables

1,72%

Cogeneración

6,8%

Potencia instalada por tecnologías

Sept. 2022

En porcentaje

Potencia instalada a septiembre de 2022

Solar térmica

1,98%

Turbinación bombeo

2,87%

116.006 MW

Hidraúlica

14,73%

Carbón

2,98%

Nuclear

6,13%

Solar fotovoltaíca

14,81%

Renovables

Cliclo combinado

22,62%

No renovables

Otros no renovables

2,06%

Eólica

25,44%

Residuos no renovables

0,36%

Residuos renovables

0,14%

Cogeneración

4,86%

Otras renovables

0,94%

Precio medio del mercado mayorista en España

Euros/MWh

24 febrero 2022

Comienzo de la

invasión rusa a Ucrania

299,63

300

250

200

150

105,44

100

36,19

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Fuente: OMIE y REE / ABC

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Otros no renovables

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Otras renovables

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Solar fotovoltaíca

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Hidraúlica

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Potencia instalada

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Otros no renovables

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Residuos no renovables

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Solar fotovoltaíca

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Potencia instalada a septiembre de 2022

116.006 MW

Precio medio del mercado

mayorista en España

Euros/MWh

24 febrero 2022

Comienzo de la

invasión rusa a Ucrania

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Fuente: OMIE y REE / ABC

Luis Atienza, por su parte, recuerda que la transición energética requiere una adecuada gestión de los tiempos e instrumentos para «evitar invertir en activos de transición que dentro de 15 o 20 años ya no sirvan». Los fondos europeos ayudarán a «ser más ambiciosos en los objetivos» pero a la vez «hay que afrontar lo que falla, identificar los cuellos de botella que impiden ir más rápido en eficiencia energética y en renovables». Además, «es inevitable que haya que atender a los problemas de suministro a corto plazo y al coste de la factura que está produciendo una grave crisis en la industria». Es decir, «hay que ser capaces de aliviar las urgencias de corto plazo derivadas de la crisis sin perder los objetivos a largo plazo».

En esta nueva situación vemos cómo algunos países europeos han vuelto a utilizar el carbón y otros han pospuesto el cierre de sus centrales nucleares. «El carbón es el parche para resolver el problema de los próximos trimestres, evitar que la gente pase frío en sus casas en Europa o que las empresas tengan que cerrar por falta de suministro. En una guerra hay que resolver el día a día y minimizar los costes para el bienestar de los ciudadanos», subraya el ex presidente de REE. En el ámbito de la nuclear, no cree que sea necesario el debate de posponer el cierre de las centrales, solo si la crisis se prolonga mucho y el desarrollo de las renovables no fuera al ritmo deseado ya que existe un acuerdo de cierre progresivo del 2028 al 2035.

El debate de la nuclear

Sin embargo, desde la Sociedad Nuclear Española (SNE) son partidarios de que España revise la estrategia energética y «se contemple el papel protagonista de la energía nuclear. Debe existir un marco regulatorio que permita continuar con esta energía al menos veinte años más», afirma Héctor Dominguis, presidente de la SNE. Recuerda que es una energía «abierta las 24 horas del día, que genera más del 20% de la energía que consumimos y que junto con la eólica es la que menos CO2 emite a la atmósfera».

Dominguis aconseja mirar hacia lo que está ocurriendo en el mundo, «hay un movimiento a favor de mantener las nucleares. El 2021 fue el año con más número de centrales nucleares en construcción, 56, con 95 planificadas y 355 propuestas». Pone ejemplos como el de Suecia, que quitó la prohibición de construir las nucleares. «La Agencia Internacional de Energía recomienda que la forma más eficiente de generar energía es prolongar la vida de las nucleares», puntualiza.

El sector nuclear pide aplazar en España el cierre de las centrales, al menos, durante dos décadas

Resalta también que «la energía nuclear contribuye enormemente a la descarbonización, te da más autonomía e independencia» y se lamente de que las malas decisiones de hoy al respecto, «nos van a afectar en 20-30 años. Se dejaron de construir centrales que ahora nos hubiesen ayudado. Hasta que las renovables crezcan deben compensarse con fuentes de energía fija, como la nuclear». Sobre el tema de los residuos, insiste en que «toda fuente de energía genera residuo y la clave es su gestión. Bien gestionado no contamina». Además, hay soluciones técnicamente contrastadas «que garantizan el almacenamiento temporal y a largo plazo».

Eólica y solar

Juan Virgilio, director general de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), habla de un cambio ciudadano «en la necesidad de acelerar el despliegue para garantizar independencia energética. Somos vulnerables a los productos que se importan y afectan a los productos que consumimos», resalta. Pone en valor el hecho de que el 100% de la cadena de valor de la energía eólica está en España y aun así «también nos estamos viendo afectados por la tensión de los mercados con la subida de precios, retrasos, etc». Ante esta realidad cree necesario acelerar al máximo la tramitación de los parques eólicos en España.

«Los parques instalados en el 2021 son frutos de tramitaciones de años anteriores. Pueden tardar hasta 6-7 años y es importante tener un ritmo constante», cuenta Virgilio. Recuerda también que «las fábricas necesitan encargos para ser rentables. Aunque exportan la fabricación nacional debe ser lineal». Es decir, se debe alinear la política energética con la política industrial.

En 2021 la energía eólica fue la principal fuente de generación del sistema eléctrico nacional. «Es, sin duda, la tecnología que va a liderar la transición energética». La energía eólica española «es una realidad industrial y tecnológica pero no en parques comerciales». Necesita que se ordene el espacio marino para que coexistan distintas actividades y también diseñar una subasta.

En el sector de la fotovoltaica no creen que esta crisis les pueda afectar de manera negativa. Por un lado, en lo que a plantas en suelo se refiere, «son proyectos de larga duración y con la crisis energética aumenta el interés en esta industria por lo que se debe simplificar el tema administrativo», explica José Donoso, director general de Unión Española Fotovoltaica (UNEF). En la parte de autoconsumo, «está creciendo de manera muy importante. En 2021 aumentó un 100% con 1,2 MW instalados y para 2022 calculamos un crecimiento notable amparado en dos motores: altos precios de la energía y las ayudas estatales», resalta.

La UE ha establecido este año como objetivo duplicar la capacidad solar fotovoltaica para 2025 e instalar 600 GW para 2030. Desde las propuestas iniciales del paquete Fit for 55, que se tradujeron en 420 GW de energía solar, el nuevo objetivo solar de la UE es un 41%. «En España podemos incrementar el objetivo a 55-65 GW acompañado por incrementos para el almacenamiento, hidrógeno e impulso a la electrificación», sugiere Donoso.

En cuanto a la barrera administrativa existente en los paneles solares para autoconsumo, que no se puede colocar a más de 500 metros del lugar en el que se producirá el mismo, «queremos que se homogenice con otros países». Ya en las plantas de suelo, donde hay todavía mucho neonegacionismo, Donoso cree que se debe «a una gran incoherencia y gran desconocimiento. Es la forma más inocua de producir energía y hay mucho control en el impacto medioambiental», puntualiza.

Con la llegada a Europa de la inseguridad del suministro energético también «la estrategia de hidrógeno verde se ha acelerado adelantando los objetivos», indica Javier Brey, presidente de la Asociación Española del Hidrógeno (AeH2). En 2023 toca revisar en España la hoja de ruta del hidrógeno mientras que en el marco del Plan REPower de la UE, el objetivo de la Comisión es producir 10 millones de toneladas de hidrógeno renovable e importar 10 millones de toneladas para 2030.

Brey afirma existir un mayor interés por el hidrógeno verde al que «se exige que esté asociado a la propia producción de renovables». Es decir, si se instala un electrolizador «debes poner una planta de renovable y así contribuir a la independencia energética». El presidente de AeH2 resalta también la importancia que va a tener el PERTE de Energías Renovables, Hidrógeno Renovable y Almacenamiento gracias al cual se van a movilizar 16.400 millones de euros entre el sector público y privado. «No hay competición entre las partes, sino que hay una estrategia en conjunto», puntualiza. En el caso de la apuesta por el hidrógeno verde, «es una pieza clave para descarbonizar algunos sectores industriales», como el de la química.

Valora igualmente el desarrollo de la tecnología española en este sector, aunque cree necesario trabajar más para conseguir «la transferencia de tecnología de los centros de investigación a las empresas para que desplieguen capacidades de fabricación». Falta también mucha labor normativa europea que regule aspectos como la compra y la venta del hidrógeno verde. «Debemos trabajar todos juntos para que se haga lo más rápidamente posible», puntualiza.

Integración del sistema energético europeo

En un contexto energético complejo como el actual, «España está contribuyendo ya a lograr los objetivos de seguridad de suministro y de descarbonización marcados por Europa», tal y como resalta Arturo Gonzalo, consejero delegado de Enagás. Considera que el país tiene las condiciones necesarias para posicionarse como 'hub' europeo de hidrógeno renovable, «para lo que es fundamental integrar el sistema energético europeo a través de las infraestructuras, favorecer el transporte de gases renovables por ellas, y acelerar la creación de un mercado del hidrógeno». Todo un reto una vez que la logística del hidrógeno es más compleja que la del gas.

MÁS INFORMACIÓN

La guerra de Ucrania está afectando al sector de la automoción por la ralentización de entrega de ciertos materiales y debido a la incertidumbre económica. Desde ANFAC ven esta situación como algo coyuntural, que no ha de afectar los planes de electrificación del sector. «La presión viene dada por las exigencias marcadas por Bruselas con el propósito de adelantar el fin de la compra de los vehículos de combustión para 2035, esto provoca que la entrada de los vehículos electrificados se acelere», explican fuentes de la patronal. Desde ANFAC han propuesto el plan 1+12 al Gobierno para acelerar la electrificación a través de medidas orientadas a una mayor eficacia de los planes de ayudas, el impulso de la infraestructura de recarga y una fiscalidad que favorezca a este tipo de vehículos. «El ciudadano tiene que ver que acceder a un vehículo electrificado es factible y que tiene incentivos para ello», avisan.

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