El gas será gratis para los alemanes durante todo el mes de diciembre

El canciller Scholz ha tardado semanas en poner de acuerdo a sus ministros de la «coalición semáforo» y con los presidentes de los Bundesländer sobre la forma en que se organiza la financiación de sus medidas estrella contra la inflación. La principal de ellas es la subvención del consumo de gas para empresa y hogares.

Es parte del paquete de 200.000 millones de euros que el Estado alemán ha decidido inyectar en la economía para paliar los efectos de la inflación y de la crisis energética. Las ayudas beneficiarán a particulares y empresas aunque sólo notarán su efecto de forma inmediata quienes tengan contratos directos con sus comercializadoras de gas, que no deberán pagar la cuota de diciembre. Para el resto de consumidores, que pagan el gas, por ejemplo, a través de una cantidad fija como parte de sus contratos de alquiler, la ayuda entrará en vigor a partir de mediados del próximo año. Será entonces cuando, en el momento de recibir la liquidación definitiva de los gastos correspondientes a 2022, obtendrán un ingreso en cuenta por el importe correspondiente al consumo de diciembre.

La medida constituye la primera fase de la propuesta presentada el mes pasado por una comisión de expertos para paliar el impacto de la crisis energética. El segundo paso, que el Gobierno pretende poner en marcha a partir de febrero o marzo del próximo año, es la introducción de un freno a los precios de la luz y el gas, mediante la subvención de en torno al 80% del consumo habitual de los clientes.

Aunque se trata de una medida muy popular, debido al gran alivio que supone para empresas y particulares, ha recibido muchas críticas de economistas que adelantan que, debido a la gratuidad, es previsible que se consuma incluso más gas que en años anteriores, cuando el objetivo es reducir el consumo, asegurar que las reservas alcanzan para terminar el invierno, no seguir comprando gas a Rusia y preservar el clima.

Otra medida también acordada y mucho menos discutida ha sido la introducción de un bono de 49 euros para el transporte local con el nombre de «Deutschlandticket», que se aplicará en todo el país. Esta cantidad es menos de la mitad de lo que costaba hasta ahora un bono mensual de transporte en las ciudades alemanas. El Gobierno federal proporcionará 1.500 millones de euros por año a los Bundesländer para su financiación y ellos se comprometen a contribuir con la misma cantidad. Además, el Gobierno central proporcionará otros mil millones por año para la expansión regional del transporte local. En este caso la oposición advierte que el bono de 49 euros no frenará la inflación. Según la decisión de la conferencia de primeros ministros, la introducción de este billete de tarifa plana está prevista «lo antes posible».

El bono podría implementarse a partir del 1 de enero de 2023. Según la decisión, los ministros de transporte de los gobiernos federal y estatal ahora deben trabajar «sin demora» en conceptos para modernizar el transporte público local y el billete debería introducirse «lo antes posible». El objetivo es que esté funcionando a principios de año, pero algunos de los Bundesländer, como ha dicho el ministro de Transporte de Baden-Württemberg, Winfried Hermann, admiten que «puede que no llegue hasta el 1 de marzo o el 1 de abril«.